Mi hermana se enteró de mi boda y organizó la suya igualita a la mía (sin avisarme)

Historias
hace 17 horas

La boda quizás sea uno de los momentos más significativos en la vida de una persona. Por eso, durante los preparativos, cada detalle cuenta. Elegir la fecha, seleccionar el salón, pensar el vestido son, probablemente, algunas de las tareas que ocupen los primeros lugares de la lista. Pero, ¿qué pasa cuando te das cuenta de que alguien muy cercano está siguiendo tus pasos y copiando cada una de tus decisiones?

A una usuaria de Reddit le ocurrió y relata con lujo de detalles lo sucedido. Lee hasta el final y prepárate para dejar tu opinión en este drama familiar.

Ella lo sabe perfectamente. Inicialmente, ella dijo que planeaba casarse en 2027. Pero, cuando le volví a preguntar, me dijo que al final estaban pensando hacerlo entre mayo y julio de 2026.

Mi prometido y yo empezamos a ver lugares a principios de febrero, antes de que comenzara su temporada más pesada de trabajo (marzo y abril). Mi hermana y su prometido empezaron a buscar lugares como dos semanas después de nosotros. Cuando le preguntaba qué lugares estaban viendo, me ignoraba o solo decía “seguimos viendo opciones”. Después de insistir varias veces, al fin me dijo algunos nombres de sitios, y me sentí aliviada porque eran súper lujosos, carísimos, y no eran los que nosotros estábamos considerando.

Nosotros estamos pagando nuestra boda sin ayuda, y su prometido y su familia están cubriendo todo lo de su boda. Ella no está poniendo ni un peso. Le conté algunos de los espacios que estábamos viendo y más o menos cuánto costaban, pensando que no se iba a interesar en esos porque no eran tan extravagantes como los suyos.

Ya para finales de marzo, estábamos entre dos salones que nos encantaban. Fue una decisión muy difícil, pero el 4 de abril, en la noche, tomamos la decisión final. Firmamos el contrato y pagamos el anticipo para reservar el lugar el 30 de mayo de 2026. Al día siguiente le dijimos a mi hermana y a su prometido que ya habíamos decidido la fecha.

Al principio no quería decirle cuál era el lugar exacto porque varios amigos y mi prometido me advirtieron que podía intentar copiarme por despecho, ya que estaba siguiendo casi el mismo proceso que yo con el anillo, el compromiso y la búsqueda de sitios. Por cortesía, se lo dije al prometido de mi hermana. Al día siguiente también se lo dije a mi hermana en persona.

El prometido de mi hermana me preguntó si me molestaría que reservaran el mismo lugar para su boda. En ese momento le dije que no me importaba, pensando que no lo harían, porque el lugar no era tan lujoso como los que ellos veían y porque pensé que tendrían el sentido común y la cortesía de no hacerlo antes de mi boda.

De verdad, no me hubiera molestado si lo reservaban después de mi boda. Tres semanas después de que nosotros reservamos, mis papás vinieron a decirme que mi hermana había reservado el mismo sitio para su boda... ¡Exactamente un mes antes que la mía! Para el 26 de abril de 2026. En esas tres semanas, nunca me dijeron nada. Cada vez que preguntaba, seguían diciendo que “aún estaban viendo espacios”.

En ese punto, estaba furiosa. Les pedí honestidad y sentido común. La mitad de los invitados serán los mismos, porque somos la misma familia.

Le reclamé en el grupo familiar, y su respuesta fue que yo le había dicho que no me importaba, y que nunca le dije cuál era el lugar, solo la fecha. Luego dijo que mi mamá fue con un chamán para ver fechas de buena suerte, y que el 26 de abril fue la fecha que les recomendó.

Más tarde, una amiga mía que es cercana a una gerente del salón me contó que mi hermana y su prometido reservaron el lugar justo después de que nosotros lo hicimos. Fueron a verlo y ese mismo día firmaron el contrato y pagaron el anticipo. Fue alrededor del 11 de abril, apenas una semana después que nosotros. Primero habían reservado para el 14 de junio, pero luego guardaron también el 26 de abril mientras esperaban la confirmación del chamán.

Mi cuñado y mi hermana jamás me contaron nada. Me enteré por mis papás. Cuando los enfrenté, les dije que estaba molesta porque eligieron el mismo lugar que nosotros para su boda y justo un mes antes, aun sabiendo nuestros planes. Mi hermana dijo que no hay ninguna “ley de sentido común” que diga que no se puede hacer eso. También dijo que yo inventé eso porque estoy celosa de que su boda será más grande y mejor. Luego insistió que el chamán les dijo que el 14 de junio era de mala suerte, así que eligieron el 26 de abril.

Le expliqué lo del sentido común y la cortesía: tenemos a los mismos invitados, y hacer dos bodas con menos de un mes de diferencia complica a todos. Es probable que quienes viajan no vayan dos veces. Sin embargo, mi hermana me pidió que cambiáramos nosotros la fecha y el lugar porque, según ella, como ganamos más dinero, nosotros podemos hacerlo. Dijo que si a los invitados les importamos, van a ir a las dos bodas... Pero que, como nadie me quiere, por eso estoy celosa y siendo dramática.

Mi mamá se puso de su lado. Dijo que como el prometido de mi hermana y su familia están pagando la boda, ellos deciden. También dijo que yo me debía haber casado hace dos años, porque el chamán dijo que mi hermana se debe casar antes de los 30 o tendrá mala suerte. Mi mamá aseguró que ellos habían estado esperando estos dos años para no “faltarme al respeto como hermana mayor”, pero que ya no podían esperar más y su decisión es válida.

Como ambas mamás son muy supersticiosas, fueron otra vez con el chamán. Esta vez, el chamán les dijo que dos hermanas casándose tan cerca en fechas trae mala suerte. Que era mejor dejar más tiempo entre bodas. Les recomendó el 14 de diciembre de 2025, así que adelantaron la boda 6 meses antes de la mía. Eso ya no me molestó, porque no están tan cerca las fechas.

Pero ahora mi hermana está furiosa y dice que le arruiné la boda porque la ‘forcé’ a hacerla en invierno, a las prisas, y que “todo el mundo está de su lado” porque no existe ninguna ley de cortesía ni de sentido común, y que yo soy una celosa, codiciosa y dramática, por lo que ella tuvo que ser la “más madura” y mover su boda a diciembre. Según ella, yo debí haber cambiado la fecha porque “puedo permitírmelo”.

Le conté todo esto a mis amigos y a la familia de mi prometido, y están más enojados que yo. Todos opinan que mi hermana siempre ha sido una niña mimada, malcriada, y por eso no tiene ni idea de lo que es el sentido común ni la cortesía básica.

Ya me calmé porque al menos ya no será un mes antes y las bodas están separadas por medio año. Pero sigue siendo frustrante que mi hermana no entienda lo básico, y mi mamá tampoco ayude. Que hayan pagado varias veces a un chamán para que les diga lo que yo, su hija mayor, ya les había dicho con sentido común... Me hace pensar que a veces no encajo en esta familia.

Entonces... ¿Soy una mala persona por reclamarle todo esto?

¿Cómo responderías a la pregunta de la protagonista de la historia? ¿Qué consejo le darías para mejorar la relación con su hermana?

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