6 Motivos no obvios por los que los padres llaman a sus hijos igual que ellos
Cuando una pareja se entera de que va a tener un hijo, son muchos los pensamientos e ilusiones que se les vienen a la mente, entre ellos, el decidir el nombre que le pondrán al nuevo integrante de la familia. Pero esta decisión, más allá de las preferencias, puede influir en distintos ámbitos en la vida del niño y las relaciones que tendrá con sus parientes, especialmente si lo llaman con algún nombre ya presente dentro del clan familiar.
En Genial.guru nos encanta conocer la psicología detrás de las cosas simples de la vida, por lo que decidimos averiguar algunos de los principales motivos por los que se sigue dando la patronímica.
1. El nombre de un bebé lo integra en la familia
El hecho de llamar a un bebé como su padre o su madre hace que se mejore el sentido de relación o de pertenencia del nuevo integrante de la familia hacia esta, ya que los papás y otros familiares podrían sentirlo como más “suyo”. Además, al hacerlo público, se anuncia la fuerza de los lazos que unen al niño con sus parientes, haciéndolo instantáneamente más similar o familiar a ellos.
2. La influencia de las “culturas del honor”
Generalmente, la patronímica se encuentra presente en lugares en los que predominan las “culturas del honor”, en donde la sociedad le da mucha importancia a la reputación personal y familiar, buscando siempre defender su prestigio ante los demás. Es decir, el nombre de una persona, ya sea el de pila o el apellido, debe ser siempre cuidado y es digno de respeto, ya que representa a distintas generaciones en una misma familia.
3. El nombre del padre como una mirada al futuro del niño
Se ha demostrado que ponerle a un niño el nombre de su padre es un pronóstico de la calidad de la relación que tendrán ambos, lo que se verá reflejado en la cantidad de contacto y el grado de asistencia entre ellos. Además, también aseguran que los hijos con el nombre de pila de sus padres tienen menos problemas de conducta, como hacer rabietas o desobedecer a las autoridades, e incluso podrían tener la capacidad de aprender cosas más rápido.
4. Para los hombres, esta es una forma de asegurar la paternidad
Las madres siempre saben que un hijo es biológicamente suyo, a diferencia del padre, por lo que este suele buscar distintos medios para asegurar su paternidad y darse a sí mismo tranquilidad en todo lo que pueda. Una de las formas de lograrlo es llamar a sus hijos con su propio nombre o un derivado femenino de este en caso de que sea una niña.
5. Las madres desean que sus hijos se parezcan al padre
Según un estudio, es común que las embarazadas sueñen despiertas con que su próximo bebé se parezca al padre. Esto conlleva a que una gran cantidad de mujeres vean con mayor frecuencia el parecido del recién nacido, especialmente si es el primero de sus hijos, con su progenitor en lugar de con ellas mismas. Esta probabilidad de ver el parecido del bebé con su padre aumenta si es que al niño se le pone el nombre del papá incluso antes de nacer.
6. A los niños adoptados se les suelen dar dos nombres relacionados con sus familiares
Existe más probabilidad de que un niño adoptado, en comparación con uno que convive con sus padres biológicos, lleve no solo uno, sino dos nombres en honor a alguno de sus nuevos parientes. Esto se da especialmente en los varones, como una manera de fortalecer los lazos o el sentido de pertenencia de nuevo miembro de la familia.
Bono: cómo influye en un niño llevar el mismo nombre que sus padres
Cabe recordar que la decisión del nombre de un bebé va a influir en el bienestar de su vida futura. Es así como el llamar a nuestros hijos con nombres que podrían ser ridiculizados por considerarse muy infantiles, o por recordar a personajes históricos con una mala reputación, podría generar rechazo por parte de otras personas y grandes inseguridades en nuestros niños, así como un desbalance emocional o bajo rendimiento escolar.
Sin embargo, el nombrar a los hijos como los padres también puede ser muy positivo, porque como ya vimos, fortalece los lazos con sus parientes, reafirmando el sentido de pertenencia a su familia, entre otras cosas.
Y tú, ¿qué opinas sobre nombrar a los bebés como sus padres o algún familiar? ¿Llevas el nombre de alguno de tus papás? Cuéntanos en los comentarios.