Por qué la novia usa un vestido blanco para el matrimonio

Mujer
hace 3 años

En muchas culturas, el matrimonio es una forma de legalizar una relación entre dos personas, donde se visten con atuendos propios para la ceremonia. Pero el más famoso en el mundo es el vestido blanco, el cual ya se ha vuelto una tradición desde hace muchos años y sigue acompañándonos en las bodas actuales. Sin embargo esto no siempre fue así, y surgió por un propósito que está relacionado con marcar una tendencia.

Genial.guru investigó acerca de los orígenes del vestido de novia blanco, quién lo volvió una tendencia en los casamientos y cómo se extendió en diferentes partes del mundo.

El uso del vestido blanco para romper esquemas

Anteriormente, las novias escogían los colores del vestido de boda según su significado. Podía ser cualquiera excepto el negro, ya que simbolizaba el luto. Los primeros registros del uso del blanco surgieron del matrimonio de Felipa de Inglaterra en 1406 y María, reina de Escocia, en 1559, pero no llegaron a ser tendencia.

Recién en 1840, con el vestido de novia que la reina Victoria usó para casarse con el príncipe Alberto, generaría un cambio en la forma de vestir de las recién casadas. Y es que, para aquel entonces, se consideró un evento inusual debido a que lo normal sería que escogiese un traje de satén y seda de colores vivos.

Su traje tenía satén color blanco con encajes hechos a mano con motivos de flores de azahar, que simbolizan la pureza y fertilidad. Su velo medía unos 3,60 metros de largo y la cola del vestido tenía unos 5,5 metros, por lo que era llevada por sus damas de honor. También se adornó con joyas de diamantes turcos y un broche de zafiro que le regaló su esposo.

Atributos de pureza que se le dieron al vestido blanco

Luego de la reina Victoria, el uso del vestido blanco se popularizó en los matrimonios de la alta sociedad. En menos de una década, se difundió erróneamente por una revista de modas que el blanco representaba la virginidad, la pureza e inocencia de la juventud. Pero el concepto quedó por mucho tiempo y sigue optándose por el blanco, aunque también ya existen variantes como el marfil, crudo y demás tonos pasteles.

La evolución del vestido de novia blanco a través del tiempo

Tras el surgimiento de la fotografía, muchas mujeres comenzaron a usar vestidos de novia bien elaborados y acompañados de grandes celebraciones a inicios del siglo XX. En la década del 20 y 30, se decantaban por los tocados y usaban modelos ajustados al cuerpo, con escotes recatados.

En los 40, mandaba la sencillez y austeridad para ajustarse a la moda impuesta en la Segunda Guerra Mundial. Pero hubo un cambio en los 50, debido a que el diseñador Christian Dior revolucionó las bodas con trajes que acentuarían la elegancia y el glamour de las novias. Y entre los 60 y 70, se incluirían los tocados naturales, faldas largas y el retorno del clásico velo.

Cuando la princesa Diana se casó en 1981, lo hizo con un traje muy voluminoso hecho con veinticinco metros de seda y tafetán, tejidos de tul y lentejuelas de nácar y perlas. Su estilo era similar a las princesas de los cuentos de hadas y fue muy imitado por las mujeres que querían celebrar una boda de ensueño.

A partir de los 90, los trajes de casamientos serían más diversos, entre los que destacan el minimalismo. También existe la necesidad de buscar un estilo propio y, con el surgimiento de distintas marcas, es posible escoger modelos que reflejen nuestra propia personalidad.

El vestido de novia en la actualidad

Entre los 2000 al 2020 surgieron distintas tendencias marcadas por las famosas. Una de ellas es el vestido que la reina Letizia lució en su boda del 2004, cuyo modelo era un corte continuado y acompañado de bordados con hilos de plata y oro. Y en el 2011, Kate Middleton deslumbró con su traje nupcial que combinaba estilos clásicos y modernos, usando el tradicional corsé victoriano acompañado de encajes con motivos florales.

Aun cuando las famosas marcan tendencias en las bodas, existe una preferencia por usar diversos modelos según la ocasión. Por el momento, predominan los vestidos sin mangas o tirantes, aunque también están las que prefieran usar escotes altos y espaldas cubiertas. También las hay con faldas cortas y largas, según el gusto de cada una.

¿Seguirías la tradición de usar el vestido de novia blanco para tu boda o buscarías romper con lo habitual? ¿Cómo sería tu vestido?

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