Por qué las pupilas tienen diferentes formas y cómo esto afecta la visión

Animales
hace 1 año

La forma de la pupila de los animales está adaptada al estilo de vida que llevan. Por ejemplo, el margay y el tigre salvaje son felinos y, por lo tanto, parientes cercanos; sin embargo, sus ojos son distintos: al igual que las de muchos depredadores, las pupilas del margay son verticales, mientras que las del tigre son pequeños puntos redondos, similares a las de los humanos. Por otro lado, los animales que tienen la mala suerte de ser presa de algún depredador tienen las pupilas elongadas horizontalmente.

Casi todos estamos familiarizados más que nada con las fascinantes características del cuerpo humano; por eso nos sorprendemos cuando aprendemos cómo viven los animales y cuáles son las funciones especializadas que tienen las distintas partes de su cuerpo. Comprendiendo cómo es la anatomía y la capacidad de los ojos, podemos comprender mucho sobre la vida del animal, ya que la vista está adaptada a sus necesidades.

La pupila es la abertura del iris por la que entra la luz al ojo. Tiene una reacción especial ante la luz: se contrae en los ambientes brillantes y se dilata en los oscuros.

Si te miras en el espejo, verás que tus pupilas son redondas, al igual que las de un perro o un lobo. En cambio, las pupilas de los gatos son verticales, tal como las de los zorros o los cocodrilos. Se cree que la evolución y la adaptación a diferentes condiciones de vida han dado lugar a esta diversidad en la forma de las pupilas. Además, el estilo de vida también puede influir. La forma de la pupila puede revelar información sobre su propietario.

Qué formas de pupilas hay y qué afectan

Animales como perros, lobos y felinos grandes tienen pupilas redondas y son cazadores activos durante el día. La forma redonda de la pupila indica un campo de visión más limitado. Sin embargo, esto no representa una desventaja, ya que los grandes carnívoros no tienen que preocuparse por ser atacados. Lo más importante es tener una excelente visión de la presa que tienen enfrente.

Los animales con pupilas verticales, en forma de rendija, son expertos en cazar. Son depredadores que están activos tanto de día como de noche. Entre ellos se encuentran los gatos domésticos, los zorros e incluso los cocodrilos. A pesar de su forma vertical, estas pupilas se dilatan considerablemente en la oscuridad para permitir el ingreso de más luz.

En cambio, bajo una luz intensa, se estrechan en una rendija. Gracias a dicha característica, estos animales pueden tener una buena visión en diversas condiciones de iluminación y son capaces de cazar tanto durante el día como por la noche.

Los animales que son presa de depredadores se caracterizan por tener pupilas horizontales. Con luz intensa, estas pupilas se dilatan en forma de rectángulo. Es probable que hayas observado este tipo de ojos en las ovejas, las cabras o los caballos. Gracias a sus pupilas excepcionales, estos animales poseen una vista aguda y un amplio ángulo de visión de hasta 340° (en comparación, los humanos tienen un ángulo de solo 180°).

Eso significa que los animales con estas pupilas pueden examinar casi todo su entorno en busca de depredadores sin necesidad de girar la cabeza. En otras palabras, pueden alimentarse de pasto mientras se mantienen alerta para evitar sorpresas por detrás.

Existen varios animales con pupilas horizontales en forma de rendija, como los sapos, algunas serpientes y los pulpos. Estos animales también deben estar alerta para evitar convertirse en presa, y sus ojos les permiten detectar a los depredadores que se desplazan verticalmente. Además, sus pupilas tienen la capacidad de dilatarse y adaptarse tanto a la luz diurna como a la oscuridad.

Las mantarrayas, el pez platija y algunos bagres son ejemplos de animales que poseen pupilas semicirculares, que se asemejan a una media luna. Esta forma de pupila mejora el contraste, minimiza los efectos de distorsión en el agua y proporciona un amplio campo de visión para detectar presas y vigilar posibles amenazas.

Las sepias tienen una peculiar pupila en forma de W, aunque solo es visible en condiciones de luz intensa, ya que en la oscuridad se vuelve casi redonda. La forma de W permite que la luz del día ingrese a la pupila desde diferentes direcciones, lo que aumenta el contraste y le permite a la sepia tener una buena visión a larga distancia.

Algunas especies de gecos y peces han desarrollado pupilas que, bajo una luz intensa, se asemejan a cuentas pequeñas ensambladas en un hilo fino. Estos ojos les permiten a los animales percibir la distancia y cazar eficientemente en diversas condiciones.

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