Por qué no hay que asustarse si un niño tiene un amigo imaginario y qué pueden hacer los padres en ese caso

Los adultos estamos tan preocupados por lograr que los niños tengan una infancia feliz y sana que cuando vemos que hay algo que se escapa de nuestra razón, como un amigo invisible, ciertamente podemos entrar en crisis y pensar que hicimos algo mal. Pero de hecho, esas fantasías en los niños no tienen nada de raro ni de malo y puede ser toda una herramienta de aprendizaje para esas mentes pequeñas que están aprendiendo a interactuar con el mundo.

Genial.guru te explica las razones por las que estos amigos tan inventados como importantes en la infancia ayudan a los niños en el difícil proceso de crecer.

Antes que nada, que no cunda el pánico, los amigos imaginarios son más comunes de lo que crees

Debe ser un poco alarmante para un padre el regresar a casa y ver a su hijo “hablando solo” mientras dice que hay alguien más en la habitación que no se ve. Pero tranquilo, que los niños tengan amigos imaginarios es mucho más común de lo que parece, de hecho, es tan común que según un estudio el 65 % de los niños con alrededor de siete años han tenido un amigo imaginario.

El mismo estudio llegó a la conclusión de que los niños pueden tener más de un amigo en simultáneo y que algunos pueden ser juguetes u objetos a los que le dan una personalidad en particular. Con estos datos, si un día un niño te pide que tengas cuidado y no “pises” a su amigo, o que lo saludes, no te asustes, “esquiva” al amigo de fantasía y solo síguele la corriente con el saludo.

Los amigos invisibles ayudan al pensamiento abstracto

Los amigos imaginarios pueden ser muy beneficiosos para esas mentes fantasiosas, porque permiten fortalecer aspectos cognitivos y emocionales. En los aspectos ligados a las emociones, permite que el niño piense con “alguien” que lo hace sentirse cómodo, y así poner en práctica la resolución de conflictos sociales con un ser de fantasía que puede responderle o no, haciendo que tome conciencia de sus emociones y llegue a ponerles nombres a la “tristeza” y “alegría”, por ejemplo.

Esto permite que pueda desarrollar el pensamiento abstracto, el cual posibilita el pensar en situaciones que no se han vivido aún para anticiparse a soluciones.

Mejora la comunicación

El habla privada, según los profesionales, es muy eficaz para mejorar el rendimiento de los niños y la capacidad de planificación, y es una característica universal de los niños. Es muy común en los más pequeños que expresan sus pensamientos en voz alta mientras ejecutan una acción, a medida que crecen se manifiesta como un murmullo, lo cual sugiere un cambio de dominio general en sus capacidades para mediar verbalmente su comportamiento.

Tras un estudio que abarcó 148 niños, la mayoría de alrededor de cinco años de edad, se pudo notar que los niños que confesaron tener amigos imaginarios podían practicar el lenguaje privado encubierto, en comparación a otros niños que no tenían amigos imaginarios. También afirmaron que los amigos imaginarios podían ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y hablar de la misma manera que hablarían si se dirigieran a un adulto.

Es una compañía que le ayuda a acrecentar su creatividad

Al sentirse acompañado por un amigo con quién contará en todas sus fantasías y aventuras disparadas, que incluirán por ejemplo, vencer al monstruo del armario o no quedarse dormido mientras se espera a que el Ratón Pérez deje una moneda debajo de la almohada. Mediante estos juegos, el niño desarrollará su lado creativo y explorará nuevas ideas que lo llevarán a más aprendizajes.

Además, seguramente no llegará a estar despierto cuando le dejen la moneda debajo de la almohada, pero podrá descubrir cosas como que el monstruo del armario en realidad no existía sino que era un suéter enredado en la ropa.

Puede ser una fuente de consuelo

Como hemos mencionado, los amigos imaginarios son una creación normal en la mente de los niños, pero también puede ser un gran apoyo para ellos en acontecimientos traumáticos, para superar los miedos. Ese amigo incondicional, que sin duda es la mente del niño buscando salir adelante de un momento difícil, le ayudará a lidiar con la soledad y a notar que puede superar las situaciones adversas por su propia cuenta.

Tarde o temprano los niños se separan de ellos

Si acostumbrarte a este ser imaginario que no ves ni entiendes te resulta un dolor de cabeza, ten por seguro de que es solo una etapa. Según el estudio “los niños tratan a los compañeros imaginarios de la misma manera que cuando pierden interés en los juguetes u otras actividades”, así que cuando se aburren o ya transitan otra etapa, simplemente lo reemplazan por otra cosa y lo olvidan.

Aunque, seguramente, quiénes no lo olvidarán serán los padres que por un corto o largo tiempo tuvieron que adaptarse a ese nuevo integrante de fantasía en la familia.

Qué pueden hacer los adultos cuando un niño tiene un amigo imaginario

Si un niño tiene amigos imaginarios, mira esto como la oportunidad para conocer más de él. Hazle preguntas sobre su amigo, muchas respuestas sobre su “compañero de fantasía” puede ayudarte a saber sobre los intereses, deseos, temores o preocupaciones del pequeño. Coloca límites si es necesario, pero aprovecha esta etapa de fantasía del pequeño para seguirle el juego. Aunque, por supuesto, ante cualquier duda, no tengas reservas en recurrir a un profesional que te asesore.

¿Tuviste algún amigo imaginario en la infancia? De ser así, cuéntanos si tienes recuerdos de él y cómo se llamaba.