14 Maestros del buen humor que saben cómo no aburrirse en el trabajo

En Genial.guru explicamos por qué es mejor no privar a la nariz de su función principal.
Si respiramos por la boca, con el tiempo empezaremos a notar que nuestro rostro cambia su estructura y crece hacia delante y hacia abajo. Es más notorio en los niños, ya que su cara aún está desarrollándose. Al respirar por la boca, la mandíbula y las mejillas se estrechan. Eso, a su vez, provoca un cambio en la forma de la nariz.
Además, podemos desarrollar un labio superior y unas fosas nasales estrechas, así como una mordida abierta hacia delante.
Si respiramos por la boca, inconscientemente inclinamos la cabeza hacia delante y los hombros se hunden. Como resultado, adoptamos una postura encorvada que se desarrolla como una forma de abrir las vías respiratorias.
La respiración bucal afecta negativamente a la alineación de los dientes. Muchos niños que prefieren respirar por la boca desarrollan más tarde dientes torcidos y una mordida incorrecta. La postura del labio en reposo y la posición de la lengua también cambian. El tratamiento de ortodoncia se vuelve complicado, sobre todo cuando se trata de llevar brákets.
En el cuerpo entra menos oxígeno y más dióxido de carbono. Como resultado, queda afectada la mayoría de los sistemas de nuestro cuerpo. Además, es más probable que empecemos a roncar y a babear, así como a sufrir privación crónica de oxígeno y apnea del sueño. Incluso se recomienda taparse la boca con cinta adhesiva durante la noche para poder respirar por la nariz.
¿Respiras por la nariz o por la boca? ¿Qué otros efectos secundarios de la respiración bucal conoces?