Qué pasaría si la gente viviera dentro de la Tierra
No hace mucho tiempo, los astrónomos descubrieron un exoplaneta que recibió el nombre de UCF-1.01. Este está a unos 33 años luz de la Tierra, lo que lo convierte en nuestro vecino de al lado, en el esquema cósmico de las cosas, por supuesto. Honestamente hablando, el cuerpo espacial es solo un candidato a planeta, porque los astrónomos aún no han medido su masa. Pero tienen grandes esperanzas.
El aspirante a planeta es muy diferente de nuestra Tierra. A solo 2,7 millones de km de su estrella, completa su órbita en un día y medio. Es un mundo desértico y abrasador con temperaturas en la superficie que se elevan hasta 540 ˚C. Lo más asombroso es que ¡es probable que todo el planeta esté cubierto de magma! Incluso si UCF-1.01 (como sea) alguna vez tuvo una atmósfera, definitivamente ya se evaporó.
Pero entonces, la pregunta es: “¿Qué pasaría si la Tierra pasara una vez por algún evento catastrófico y dejara nuestro planeta en el mismo estado, hirviendo, con la superficie cubierta por una gruesa capa de lava? ¿Se las arreglaría la gente para adaptarse a tales condiciones y mudarse bajo tierra?”. Suena increíble, pero los expertos están seguros de que, con el tiempo, ¡los humanos se convertirán en gente topo saludable y bastante feliz!
Por supuesto que la vida sería muy diferente a la actual. No más atardeceres y amaneceres. No más viajes en avión y exploración espacial (a menos que las personas encuentren una manera de lanzar un cohete desde debajo del suelo). No más pícnics en el parque o tomar el sol a la orilla del mar. La gente tendría que construir una vasta red de túneles subterráneos que conectarían las principales ciudades. El transporte más probable en este nuevo mundo serían los trenes silenciosos de alta velocidad y los coches eléctricos.
Después de mudarse bajo tierra, la gente no solo tendría dificultades físicas, sino también psicológicas. Al principio, su nuevo hogar sería un lugar oscuro, árido, sin aire fresco y desprovisto de cualquier color. Para adaptarse a estas duras condiciones de vida, la gente tendría que hacer algunos cambios de diseño. Invernaderos, parques bien iluminados con árboles e ilusiones del cielo, aromas y sonidos familiares, todo esto ayudaría a las personas a adaptarse a su nueva vida.
Después de vivir bajo tierra durante varias generaciones, las personas comenzarían a verse un poco diferente. Pálidas debido a la falta de luz solar, con ojos grandes y sensibles adaptados a una iluminación más tenue y pulmones más desarrollados. ¡E imagina el olor! En cuanto a la posibilidad misma de vivir bajo tierra, bueno, escucha. Puedes imaginarte las profundidades de la Tierra como una enorme masa de roca sólida comprimida. Pero la realidad es diferente: esta masa está muy agrietada. El agua corre por las fracturas y grietas en la capa exterior del planeta, la corteza. Algunas de estas corrientes alcanzan una profundidad de muchos kilómetros.
En otras palabras, el subsuelo de la Tierra probablemente podría albergar vida vegetal y animal. Si la gente viviera bajo tierra, no tendría escasez de agua dulce. Sus reservorios en el interior del planeta contienen 100 veces más agua que todos los lagos, ríos y pantanos juntos. Además, esta agua gotea a través del suelo, el cual actúa como purificador. Pero la gente debería tener mucho cuidado para mantener intactas las fuentes de agua. De lo contrario, las ciudades subterráneas se inundarían y se convertirían en trampas gigantes llenas de agua.
También sería un gran desafío vivir sin luz solar. Las plantas no pueden sobrevivir sin la luz ultravioleta del sol. Es absolutamente necesaria para la fotosíntesis, porque la luz solar se usa para obtener nutrientes del dióxido de carbono y agua. Uno de los subproductos de este proceso es el oxígeno, sin el que la gente no puede vivir. Entonces, sin luz solar, no hay plantas, y sin ellas no hay oxígeno. La luz solar también es crucial para los humanos. Por ejemplo, ayuda a tu cerebro a liberar serotonina, una hormona que mejora tu estado de ánimo y te hace sentir concentrado y tranquilo. Gracias a la radiación ultravioleta B de los rayos del sol, tu piel produce vitamina D. ¡Es vital para un sistema inmunológico fuerte y huesos, dientes y músculos saludables!
Es por eso por lo que la gente tendría que encontrar un reemplazo para la luz solar. Afortunadamente, las lámparas LED que pueden emitir una longitud de onda ultravioleta podrían producir la luz que tanto anhelan los cuerpos humanos y las plantas. En el nuevo mundo subterráneo, no habría grandes campos iluminados por el sol. En cambio, habría invernaderos en expansión con luces LED brillando desde el techo. Máquinas especiales alimentarían plantas y cultivos con agua reciclada rica en nutrientes. En algunas áreas ubicadas en fallas subterráneas estrechas, la gente usaría algo como contenedores de envío en lugar de invernaderos. Estos estarían llenos de hileras verticales de plantas y bombillas LED azules y rojas.
En cuanto a las personas, tendrían que seguir una dieta rica en vitamina D. Significaría comer muchas yemas de huevo, queso, pescado, espinacas, soja, etc. Si estos alimentos no fueran suficientes, los suplementos de vitamina D harían el trabajo. Sin la luz del día, las personas tendrían problemas con el ritmo circadiano, el cual regula los patrones de sueño. Si estuvieras aislado en algún lugar sin un solo rayo de luz, dormirías fácilmente durante 48 horas seguidas. Es por eso por lo que las personas dependerían de luces artificiales para controlar su reloj interno.
No habría ningún problema con la electricidad, se produciría con la ayuda del calor interno de la Tierra. Este tipo de energía se llama geotermal (de las palabras griegas “geo” — tierra, y “therm” — calor). Puede extraerse del agua caliente y las rocas.
Nuestro planeta está formado por varias capas, como una cebolla. La parte más interna es un núcleo sólido de aproximadamente 2 400 km de ancho. Hecho de hierro, está rodeado por un núcleo exterior abrasador. Tiene hasta 2 250 km de espesor, y está compuesto principalmente de níquel líquido y hierro. La siguiente capa es el manto. Aunque mucha gente lo imagina como lava, el manto es en realidad roca. Pero esta roca está tan caliente que fluye, como el alquitrán de la carretera. La temperatura en el núcleo de la Tierra es tan alta como de 6 000 ˚C. Eso es casi 1 000˚ grados más que la superficie del Sol. El manto también es abrasador: desde 4 000 ˚C en el límite con el núcleo hasta 200 ˚C en sus partes externas. No es de extrañar que la gente no tenga dificultades para transformar todo este calor en energía eléctrica.
Pero debido a que el interior de nuestro planeta es increíblemente caluroso, la gente no podría construir ciudades demasiado profundas bajo tierra. Todas las áreas habitables probablemente permanecerían más cerca de la superficie.
La parte más externa de la Tierra, la corteza, es como la cáscara de un huevo duro. Está dividida en bloques gigantes llamados placas tectónicas. Cuando dos placas chocan, se forman montañas y aparecen nuevas fisuras en el lecho marino. Tienen diferente ancho: desde 40 km de espesor debajo de los continentes hasta 8 km de espesor debajo de los océanos. Estos bloques se mueven, flotando sobre el manto de la Tierra, lenta y casi imperceptiblemente. Significa que las ciudades subterráneas también se moverían, pero sería casi imposible notarlo.
Por cierto, la gente empezó a creer que podría haber otro mundo dentro de nuestro planeta en el siglo XVII. La teoría recibió el nombre de Tierra hueca. Afirmaba que la mitad del planeta estaba ocupado por su peso superficial. Debajo de la superficie, había un espacio vacío. Un pequeño sol colgaba en el centro mismo de esa cavidad, creando un ambiente tropical confortable en el lado interno de la superficie de la Tierra. Se podría entrar al interior de la Tierra a través de una de las aberturas cercanas a los polos sur y norte.
Se creía que una raza de humanos avanzados vivía dentro del planeta. Eran pacíficos y vivieron durante siglos. Bueno, obviamente NO eran humanos. Tenían tecnologías únicas, por ejemplo, vehículos voladores. Y dado que el clima dentro del planeta era mejor que el de la superficie, esta raza era mucho más fuerte y saludable.
Aunque esta idea suena a ciencia ficción, varios científicos famosos la apoyaron. Algunas personas todavía están seguras de que hay otro mundo dentro de nuestro planeta. Pero si la Tierra fuera hueca, no tendría un campo magnético. Y sin un campo magnético, los vientos solares liberarían a nuestro planeta de su atmósfera en un abrir y cerrar de ojos. Esto dejaría a nuestro verde mundo desierto e inhabitable, como lo está Marte. El campo magnético de nuestro planeta existe gracias a los procesos que tienen lugar en su centro, que no es muy hueco. Los metales líquidos se mueven constantemente en el núcleo exterior de la Tierra, generando corrientes eléctricas. Cuando el planeta gira alrededor de su eje, las corrientes eléctricas forman un poderoso campo magnético. El lado de la magnetosfera que da al sol es tan grande como 10 radios terrestres. ¡Y el otro lado se extiende en una cola magnética que tiene 200 veces el radio de la Tierra!