Qué pasaría si un kraken gigante viviera en el espacio

Historias
hace 1 año

Estás sentado en una cafetería de Marte con la cabeza baja, intentando no llamar la atención. Está lleno de personas. Muchos cantan, bailan y hablan en voz alta sobre la vida en este planeta. Tu bebida llega y le das un sorbo. De momento, nadie te reconoce. Llevas una capa con una gran capucha para cubrirte la cara y disimular. Alguien choca contigo por accidente y te reconoce. La música se detiene, ahora todos te miran. No tienes dónde esconderte o huir. Ignoras las miradas punzantes y sigues dándole sorbos a tu bebida. Un anciano con barba se sienta frente a ti, sorprendido de verte.

“Así que es cierto. Nadie creía que lo lograrías”, dice. Tú no respondes y sigues con tu bebida. Los demás se reúnen a tu alrededor. Otro hombre habla: “¿Y bien? ¡¿No vas a contarnos cómo escapaste de las garras del kraken espacial?!”. Todos están sorprendidos. Nadie había vivido para contar la historia del kraken... Excepto tú. Tu plan era encontrar a tu mensajera para que te llevara a una nave espacial lejos de este planeta. Pero, ahora que todos saben que estás aquí, es demasiado tarde. Dada la atención cayó sobre ti, la mensajera huyó. Te echas la capucha hacia atrás y les cuentas lo que pasó.

Estás con todo tu equipo, listo para emprender el viaje al espacio profundo. Tienes una nave diseñada para maniobrar a través de todos los obstáculos del espacio. Preparas el resto del equipo y cargas combustible. Todo el mundo te observa, saben que tal vez no logres volver. Pero el kraken lleva demasiado tiempo flotando en el espacio e interrumpiendo el transporte de mercancías. Una nave pequeña como la tuya puede pasar desapercibida por su agudo sentido del olfato y visión. En cambio, las naves más grandes siempre resultan destruidas. Tu misión es encontrar a este kraken y estudiarlo. Si aprendes más sobre sus costumbres y patrones, podrás averiguar cómo deshacerte de él.

Todos se despiden y despegas. Sabes que será un camino muy largo; es posible que debas pasar 3 días en el vacío del espacio. Has visto algunas grabaciones cortas, pero nadie sabe exactamente dónde duerme... si es que duerme. Pones algunas canciones y activas el control de crucero de tu nave. Tomas notas y enciendes la cámara para documentarte mientras preparas todo lo que necesitas. También tienes cámaras en el exterior que graban todo lo que se mueve, y hasta sensores térmicos para captar criaturas vivas que flotan en el espacio. Al cabo de unas horas, sales de las zonas seguras que rodean a Marte y te adentras en territorio hostil.

No tienes dónde esconderte, no hay nadie que pueda ayudarte. De vez en cuando pasan naves pequeñas como la tuya. Te observan mientras te acercas al kraken. Observas varios carteles flotantes, impulsados por máquinas, que te advierten sobre la criatura. Las cámaras comienzan a grabar y das inicio a tu diario de video, que transmite información a la red de Marte. Por ahora, nada. Todo está tranquilo y oscuro. Pasan las horas, sigues flotando en medio del vacío. Cada vez sientes más deseos de regresar, pero de pronto captas algo con los sensores. Ves un gran objeto vivo cerca. Apagas las luces y reduces la velocidad de tu nave.

Reanudas la grabación y sigues explicando lo que ves. El objeto se acerca cada vez más. Te apartas para evitarlo y te aferras a una roca flotante, pero sigues sin detectar nada. De pronto, ves unas criaturas brillantes, similares a las medusas, que avanzan en grupo. En tus sensores térmicos parecen objetos grandes, pero en realidad son solo pequeñas criaturas. Según tus estudios, estas criaturas son uno de los principales alimentos del kraken; es probable que estén huyendo de él. Al cabo de unos minutos, se alejan flotando. Tú te lanzas al exterior y vuelves a encender las luces.

Pasan unas horas más, sigues sin ver al kraken. De repente, un silbido sacude tu nave y te desvía ligeramente. Te das cuenta de que un objeto de gran tamaño ha activado tus sensores térmicos y se ha marchado. Sigues tu camino y revisas las grabaciones para ver si tus cámaras lograron captar algo. Buscas atentamente, es como si una ráfaga de viento hubiera pasado junto a ti; cosa extraña, ya que no hay viento en el espacio. Revisas los sensores térmicos y te das cuenta de que un gran objeto con forma de kraken ha pasado a tu lado a toda velocidad.

Todavía está por aquí, y es probable que haya captado tu olor. Tus sistemas obtuvieron algunas partículas de ADN y están estudiándolas. Después de unos momentos, revelan que la piel del kraken puede cambiar de color según su entorno. Su piel es gruesa y está hecha de un material fluorescente cósmico nunca antes detectado en otra criatura. El sistema sigue estudiándolo. Poco después, el kraken sale de tu radar y desaparece. Regresas sobre tus pasos con la intención de encontrarlo. La gente de Marte puede ver los datos y ya tiene información sobre su tamaño y la composición de su piel. Incluso ven algunas grabaciones que lograste reunir.

Mientras sigues conduciendo hacia él, enciendes los reflectores e intentas ver algo. Tus cámaras siguen grabando. De repente, el kraken cambia de color y aparece frente a ti. Sus grandes tentáculos parpadean y azotan los desechos espaciales cercanos. Su ojo, tan grande como un autobús, te mira fijamente. Abre su boca y ves capas de dientes afilados que dan vueltas como una trituradora. Tiene un gran pico capaz de destrozar tu nave sin problemas. Comienza a hacer que sus colores parpadeen como señal de advertencia. Expulsa un líquido para moverse en un entorno espacial libre de gravedad. Avanza lentamente, hasta que se proyecta a toda velocidad. Tu nave tiene un campo de fuerza automático a modo de protección, pero no puede contra el poderoso mordisco del kraken. Tras unos segundos, el escudo se rompe y tu nave se desploma hacia otro planeta. Te has estrellado en un terreno pantanoso. Tu nave ha sobrevivido, pero no puede despegar.

El análisis del kraken está listo. Revela que no necesita oxígeno para respirar, y su ADN está evolucionando. Ahora que logró morder tu campo de fuerza, puede adaptarse y crear un biocampo de naturaleza similar. Te has estrellado en un planeta que no conoces. Te pones el traje de seguridad y observas tus alrededores. La atmósfera está llena de nitrógeno y azufre. Sales a caminar por la zona; tiene una gravedad similar a la de la Tierra. A medida que te adentras por el pantano, comienzas a ver pequeñas partículas de piel similares a las que tu nave había detectado. El líquido debajo de ti es una sustancia extraña que parece estar deteriorando tu traje, por lo que decides planear. Los árboles son extraños, parecen vivir de la atmósfera. Fuera de eso, no hay señales de vida en ninguna parte. De pronto, ves un enorme cráter que conduce al núcleo del planeta.

Entras en él y ves algunas naves similares a la tuya; parece que el kraken las desvió de su curso y se estrellaron en este planeta. Muchas parecen estar intactas, mientras que otras están completamente destruidas. Tus sensores captan otra lectura. Detectas una criatura que vive en el núcleo. Intentas acercarte. Te esfuerzas por ser lo más sutil posible, pero sientes que el suelo tiembla. Te agachas con la intención de evitar las rocas que caen sobre ti. Un gran tentáculo sale de la nada, y luego otro, y otro. La criatura asoma y se arrastra hacia el exterior. Según los estudios de tu sistema, este kraken es 10 veces más grande, e incluso tiene un aspecto diferente.

No te ve, pero puede sentir que estás cerca. Comienza a inspeccionar el planeta con la intención de encontrarte. Derriba tu nave. Intentas hallar una manera de encenderla, pero le falta una pieza. Encuentras otra nave abandonada, tomas la pieza que necesitas y la instalas en tu nave. Tu traje tiene una función que te permite reparar cosas sin necesidad de herramientas. Tras unos minutos, la nave está lista para despegar. Si bien está dañada, logras encenderla y despegar. Escapas sin que el kraken te detecte. Todos en la cafetería guardan silencio. Muchos no creen tu historia. Dejaron de recibir transmisiones en directo antes de que el kraken espacial te derribara. De pronto suena una alarma: el kraken ha llegado. Todos salen corriendo, presas del pánico. Oyes una voz en tu cabeza. Son sonidos sin sentido, pero comienzas a tener visiones del kraken, que te habla. Sabe que estás aquí, y viene por ti.

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