¿Qué se esconde en este misterioso agujero gigante en Yemen?
Antiguo como el mundo, un enorme agujero sin fondo desprende olores repugnantes que invaden los alrededores. Extraños sonidos provienen de las profundidades de este misterioso pozo. La gente tiene demasiado miedo para pasear por las cercanías y hablar de él en voz alta. Si miras hacia abajo, no verás más que una oscuridad ominosa. Todo esto parece la trama de una película de terror. Pero es la realidad. Este espeluznante agujero existe de verdad, y viajaremos allí para averiguar qué es. Te subes a un avión y vuelas al suroeste de Asia. Después, vas al sur de la península arábiga. Te subes a un auto y conduces hasta el lugar conocido como pozo de Barhout. Nadie acepta ir contigo, creen que esta zona es muy peligrosa. Se encuentra en el desierto de la gobernación yemení de Al-Mahra. Para llegar allí, debes atravesar dunas y llanuras sin vida. Cuanto más te acercas al agujero, más silencioso se vuelve todo. Casi no hay vegetación y no ves animales, más allá de unos pocos pájaros que pasan volando. Tu GPS dice que estás por llegar.
Detienes el auto y te bajas. Un olor desagradable trepa inmediatamente por tu nariz. No entiendes qué es. Algunas personas creen que el agujero huele a huevo podrido. Te cubres la nariz con un pañuelo y avanzas. Sigues sintiendo el olor, incluso a través de la tela. Das unos pasos hacia adelante y finalmente lo ves... Un agujero gigante en medio del desierto. Tiene unos 30 m de ancho, lo que casi equivale a una cancha de baloncesto. Pero no es el tamaño lo que te asusta, sino la oscuridad: es tan negro que no puedes ver nada. Es como si alguien hubiera derramado una mancha de pintura negra en medio de la arena dorada. El sol brilla intensamente, pero el agujero absorbe todos los rayos del sol.
Algunas personas han sobrevolado este lugar en helicóptero. Los fotógrafos utilizaron las lentes más potentes para ver al menos algo, pero no captaron más que oscuridad. Es más: un dron especial pasó un buen rato sobre la fosa, pero tampoco pudo ver nada. Y la oscuridad es tan profunda que aún nadie ha logrado averiguar la profundidad exacta. Según cálculos aproximados, está entre los 100 y los 250 metros, casi la mitad de la altura del Empire State Building. Arrojas una piedra en el agujero y la oyes chocar contra las paredes. Con cada golpe, el sonido se vuelve más sutil. No puedes oír el momento en que toca el fondo. Decides pasar la noche en el auto, junto al agujero. Durante varias horas das vueltas en el asiento, no logras dormir. Finalmente lo consigues, y tienes una verdadera pesadilla: unos monstruos terribles salen del agujero y te rodean. Por suerte, los primeros rayos de sol te despiertan.
Los lugareños creen que este lugar es una prisión para algunas criaturas malignas que gritan y emiten un olor desagradable. Oyes sonidos extraños y aterradores, y no consigues explicar su naturaleza. El olor es tan repugnante que te da náuseas, así que te alejas unos metros hacia un lado. Por el momento, el agujero gigante de Yemen es una de las maravillas de la naturaleza menos estudiadas y más misteriosas. Los científicos aún no saben de dónde proviene, qué se esconde en su interior y qué antigüedad tiene. Muchos dicen que tiene millones de años. Tal vez se formó antes de la época en que los dinosaurios caminaban por la Tierra. Lo peor es que es casi imposible explorar el agujero. Hay muy poca ventilación en el interior, y casi no hay oxígeno, lo que hace que cualquier investigación sea peligrosa y costosa.
Los lugareños temen hablar en voz alta del pozo, creen que puede traerles mala suerte y problemas. Además, algunas leyendas dicen que el pozo de Barhout amenaza toda la vida del planeta y que podría traer el fin del mundo. Durante siglos aparecieron historias en las que unos espíritus malignos que viven allí abajo escapaban. Sin embargo, también existen hipótesis más científicas. Es posible que las obras de construcción hayan creado el agujero. Podría tratarse de una perforación del suelo o de una explotación minera; todo esto podría haber provocado vibraciones en el interior de la corteza terrestre y creado el profundo pozo. Los expertos afirman que la erosión de la piedra caliza o el movimiento de sales o salmueras geológicas podría haberlo creado. También hay una teoría científica similar a la leyenda del fin del mundo. Afirma que el gran agujero es la boca de un supervolcán inactivo. Podría despertar en cualquier momento y arrojar un millón de toneladas de lava y ceniza volcánica. Quizá las investigaciones futuras resuelvan el misterio.
Ahora iremos a otro agujero misterioso. Este no se encuentra en el suelo, sino en el agua. Después de las arenas calientes de Yemen, te sumerges en las aguas frías de la costa de Belice. Aquí visitaremos el Gran Agujero Azul. Estás a bordo de un barco. El agua que te rodea es azul, pero, en cuanto te adentras en el territorio del agujero, se vuelve más oscura. El enorme pozo negro se encuentra justo en medio del mar azul. Tiene 300 m de ancho y 120 m de profundidad. La Estatua de la Libertad podría caber fácilmente en su interior. Lo más interesante es que el agujero tiene una forma perfectamente redonda; es como si alguien lo hubiera creado artificialmente y lo hubiera utilizado como una enorme despensa. Durante mucho tiempo se creyó que había sido creado con tecnología del espacio exterior o por representantes de una antigua civilización desaparecida. A diferencia del pozo en medio del desierto, es posible bajar por este. Y algunas personas lo han hecho.
La teoría sobre el origen artificial de este agujero fue rechazada en 1971. En ese año, el famoso investigador Jacques Cousteau descendió y demostró que el gran agujero azul fue creado por la naturaleza. Ocurrió hace cientos de miles o quizás millones de años. Gracias a la estructura de las formaciones de estalactitas halladas en el interior, descubrió un fuerte terremoto que se produjo en el planeta hace unos 200 millones de años. Hubo un desplazamiento de la placa tectónica. Después, el suelo se hundió más y formó un embudo. Esto ocurrió al final de la glaciación, cuando el hielo comenzó a derretirse. Pero no se trata de una simple fosa profunda: hay muchas cuevas subterráneas en su interior. Es como un largo laberinto donde es fácil perderse. Para sumergirte en esta cueva submarina, necesitarás un gran suministro de oxígeno y un equipo de buceadores profesionales que conozcan bien estos laberintos.
Te pones un traje de buzo y dos tanques de oxígeno y te sumerges en el agua. Al principio, encuentras mucha vida marina: varias especies de tortugas, tiburones, pulpos y más de sesenta especies de corales. Mientras más desciendes, más vacío se vuelve el agujero. En las paredes lisas observas unas entradas a laberintos intrincados. Ves varias cuevas interesantes llenas de estalactitas y estalagmitas, pero no puedes arriesgarse a adentrarte mucho en ellas. Al igual que en el interior de las pirámides egipcias, algunas personas no lograron hallar el camino de regreso. Decides bajar hasta el fondo del agujero, pero no puedes hacerlo sin un vehículo especial. Tendrás que pagar mucho dinero y alquilar un submarino... o puedes sentarte en casa y ver el viaje al agujero en Internet. A finales de 2018, un equipo de científicos realizó una expedición al fondo del Agujero Azul e hizo una transmisión en vivo.
Consiguieron tomar nuevas fotos del interior y crearon el primer mapa en 3D del lugar. Más cerca del fondo, descubrieron nuevos tipos de estalactitas en forma de carámbanos. Estas estalactitas aparecieron aquí incluso antes de que el Gran Agujero Azul se llenara de agua. También encontraron una gruesa capa de ácido sulfhídrico en las profundidades. Esta sustancia absorbe completamente la luz solar; por eso te encuentras en una oscuridad absoluta. Y, en esta oscuridad, en la parte inferior de la fosa, los científicos encontraron restos de moluscos, tortugas y caracoles. A veces las criaturas marinas llegan hasta aquí, pero no logran salir por la falta de oxígeno. Sin embargo, lo más inesperado que los científicos encontraron pertenece a las personas. De alguna forma, una botella de plástico llegó a la parte más profunda del agujero.