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El paso del tiempo se nota en muchas partes de nuestro cuerpo, y una de las que más da cuenta de ello es el aspecto de la piel. En especial el rostro, a lo largo de la vida, va mostrando signos como líneas de expresión pronunciadas, manchas o irritación, que le dan un aspecto opaco y envejecido. Afortunadamente, hoy en día son muchos los productos de belleza disponibles para ayudar a recuperar la lozanía de la cara, y los sérums o sueros faciales son uno de ellos.
En Genial.guru decidimos averiguar de qué se trata ese líquido, así que a continuación te compartimos cuáles son sus propiedades y por qué podría valer la pena considerar incluirlo en nuestra rutina de belleza diaria. Recuerda que estas son recomendaciones y siempre debes consultar a un especialista.
Un sérum o suero facial no es lo mismo que una crema humectante, ni actúa de la misma forma que ellas. A diferencia de ese tipo de productos, que suelen contener agentes oclusivos como varios tipos de aceites, los sueros faciales son diseñados con una textura leve y formulaciones altamente concentradas, para penetrar la piel con todos sus ingredientes a una mayor velocidad y, de esa forma, potencializar sus beneficios.
En otras palabras, los sueros son un vehículo a través del cual los componentes activos viajan más rápidamente hacia la piel.
Existen distintos tipos de sérum faciales, y sus efectos varían, dependiendo del tipo de composición de cada producto. Algunos tienen solo un ingrediente, mientras que otros son una combinación de varias fórmulas. Por eso es importante primero definir cuál es el resultado que se espera obtener al usar un producto de estos y, a partir de allí, buscar en el suero los ingredientes que contribuirán a alcanzar esa meta.
Los sérum antiarrugas estimulan la renovación de la piel y la producción de colágeno. Generalmente, los de este tipo incluyen retinol. Por su parte, los sueros para proporcionar brillo a la piel contienen activos aclarantes como la vitamina C, el ácido glicólico o el ácido láctico. Otros, cuya finalidad es la de hidratar, pueden contener ácido hialurónico, y los que favorecen a las pieles sensibles y con acné contienen vitamina B3 y ácido salicílico.
La mejor forma de usar el suero facial es como base, antes de otros productos de belleza más espesos como una crema hidratante, el protector solar o el maquillaje. Puede ser aplicado una o dos veces al día, luego de limpiar y tonificar la cara, como el paso para seguir una vez que el rostro está libre de impurezas.
Los productos de belleza facial se deben poner en la piel empezando por el más ligero, hasta llegar al más pesado. Por eso, el sérum debería ser el primero, pero en caso de que su ingrediente activo deje la piel muy seca o irritada, puede ir encima de otro producto, con el fin de crear un efecto amortiguador.
También, la hora del día en que se usa cada tipo de suero es importante. Los que tienen características antipigmentación y antioxidante funcionan mejor si se aplican en la mañana. Así se protege la piel de los radicales libres y efectos adversos de la luz y el medioambiente.
Los sueros antiedad, por lo regular, proporcionan mejores resultados si se usan en la noche. Eso permite que sus ingredientes actúen durante ese momento del día, reparando y renovando las zonas en las que se ha aplicado.
Finalmente, aquellos cuya finalidad es la de hidratar pueden usarse dos veces al día, para ayudar al rostro a mantener su brillo a lo largo de la jornada.
¿Qué tipo de productos de belleza has incorporado a tu rutina últimamente, que consideras te han ayudado a verte más fresca?