Quería participar en el concurso de peinados de su escuela, y su mamá tuvo una idea brillante
En varios países existe una tradición escolar conocida como “el día de los peinados”. Allí todos los estudiantes deben ir a la escuela con un peinado llamativo, o algún tipo de adorno capilar. Es ese el momento donde entra a jugar la creatividad. Pero, ¿qué pasa si uno de los participantes no tiene cabello? Esto le ocurrió a Gianessa Wride y a su madre Daniella. Lee esta historia que no tiene desperdicio y nos enseña que la creatividad se potencia ante la falta, y la recompensa con creces.
Era el día de Año Nuevo cuando Daniella notó que a su hija de 7 años se le estaba cayendo el cabello en mechones del tamaño de una moneda de 25 centavos. Era de mañana y le estaba desenredando el cabello.
Tres semanas después, los mechones largos, dóciles y oscuros de Gianessa habían desaparecido por completo. Por entonces, la niña estaba cursando el primer grado en Salem, Utah. Al llevarla al médico recibieron una noticia alarmante: la niña padecía alopecia, una enfermedad autoinmune que probablemente impediría el crecimiento de su cabello y cejas para siempre.
“Fue molesto para ella”, compartió Daniella Wride, madre de Gianessa, en una entrevista, “y también fue difícil para mí, pero no por su apariencia. Me preocupaba más la posibilidad de que alguien intimidara a mi hija y no quería que se sintiera menos hermosa de lo que es”.
Fue entonces cuando Daniella descubrió que la escuela de Gianessa estaba organizando una competencia llamada “Día del cabello loco”, y tuvo una idea brillante: ¿por qué no decorar la cabeza de su hija y celebrar su calvicie? Gianessa no se sentía cómoda usando pelucas y las bufandas no se ajustaban adecuadamente en su cabeza, pero su madre dejó volar su creatividad.
Mientras curioseaba en una tienda de descuento de su zona, Daniella, se encontró con una amplia selección de joyas adhesivas, la solución perfecta para que una niña sin cabello, amante de las cosas brillantes, pudiera participar en el Crazy Hair Day.
Aunque Gianessa se sentía nerviosa al principio de que sus compañeros de la escuela primaria en Salem pudieran encontrar extraña su cabeza adornada, esas preocupaciones se desvanecieron en cuanto ingresó al aula. No solo a todos les encantó su nuevo aspecto, sino que también obtuvo el primer lugar en la competencia.
“En un principio me sentí triste cuando perdí todo mi cabello”, confesó Gianessa. “Pero ahora adoro tener la cabeza calva porque así puedo hacer cosas que otros niños no pueden”.
Desde siempre, Gianessa ha tenido una pasión por todo lo que sea “brillante, reluciente o resplandeciente”, y sueña con convertirse en diseñadora de moda en el futuro, según su madre, Daniella, que trabaja como enfermera y tiene otros dos hijos junto a su esposo Tyler.
“El hecho de colocarse joyas adhesivas en la cabeza se ajusta perfectamente a su personalidad”, asegura orgullosa su mamá. “Además, añade un toque divertido a lo que podría ser un momento estresante para una niña que ha perdido su cabello”.
Daniella tiene la esperanza de que la abrumadora respuesta positiva que ha recibido Gianessa contribuya a generar conciencia sobre la alopecia y motive a otros a aceptar y valorar más a las personas sin cabello.
“Lo que importa es tu esencia, no tu cabello”, eso es lo que sus padres le dicen amorosamente a Gianessa. ¿El deseo de la familia? Que su niña sea inspiradora, que pueda mostrar a otros niños que también son calvos, que pueden abrazar su calvicie y expresarse con cualquier estilo que deseen, de la manera que les haga sentir más cómodos y como puedan.
La alopecia es un trastorno que suele afectar más a los adultos, claramente. Será por eso que cuando le ocurre a un niño, nos sentimos tan sorprendidos como devastados, al igual que con cualquier otra dolencia que ataque a aquello que más queremos, nuestros tesoros más preciados.
Sin embargo, si esto ocurre y aunque creamos que no podremos, como padres, somos capaces hasta de convertirnos en superhéroes para ayudarlos a atravesar hasta las más fuertes tormentas, y salir ilesos.