Si me parece que un actor no está bien en una película, generalmente la película no me parece buena, no el actor. No se explicar.
Razones por las que la selección de actores para el cine contemporáneo rara vez es exitosa
Durante mucho tiempo existieron rangos en la actuación: un comediante no podía interpretar bajo ningún concepto un rol dramático, y viceversa. Y era simplemente imposible ver en el escenario a un Hamlet delgado o a una Carmen rubia. Ahora, el mismo Hamlet está cada vez menos asociado con el exceso de peso, y Carmen con el color de cabello oscuro, por lo que cualquiera puede interpretarlos. Y, a veces, tal elección de actores provoca una oleada de indignación pública.
Genial.guru ha averiguado por qué la selección de actores en el cine moderno a menudo no resulta exitosa.
Negación de las tradiciones y el deseo de vender la película de una manera rentable, en lugar de convertirla en un producto de alta calidad
Históricamente, los estudios de Hollywood han estado invitando a interpretar casi todos los roles a actores de ascendencia europea, incluso si el personaje tiene características de una raza diferente. A pesar de las fuertes críticas de la audiencia, esta tradición no parece tener intenciones de convertirse en cosa del pasado.
En 2015, se estrenó la película Pan: Viaje a Nunca Jamás. Cuando se supo que la estadounidense Rooney Mara había sido aprobada como la princesa india Tiger Lily, una oleada de indignación pública cayó sobre el estudio. La actriz, por cierto, admitió que comparte el enojo de la audiencia y lamenta haber interpretado el papel.
Una situación similar surgió cuando la gente vio la película de 2014 Exodus: Dioses y reyes. Los papeles de los egipcios en la película fueron interpretados por actores de origen no árabe, lo que hizo que su actuación fuera bastante difícil de creer.
La misma crítica alcanzó a los creadores de El llanero solitario, con Johnny Depp en el papel principal. El público estaba muy molesto por el hecho de que el estadounidense, aunque eminente, interpretara a un indio.
Tampoco se libró del problema la adaptación cinematográfica de un manga, Ghost in the Shell: Vigilante del futuro, donde Scarlett Johansson interpretó el papel principal. La audiencia estaba decepcionada de que el papel principal no fuera actuado por ninguna actriz japonesa. Pero los japoneses estaban muy satisfechos con la elección y no entendían por qué en Occidente la reacción había sido tan violenta.
La lista sigue y sigue: los espectadores no estaban satisfechos con Tom Cruise en Al filo del mañana (la película fue creada sobre la base de una obra de arte japonesa, por lo tanto, se suponía que el personaje principal tenía que ser japonés), con Analeigh Tipton en la película Mi novio es un zombie (su heroína en la novela era mitad etíope), con Angelina Jolie en la película de acción Se busca (el personaje era de ascendencia afroamericana) y así sucesivamente.
Pero ¿por qué la tradición no se hunde en el pasado? Los expertos lo explican por el hecho de que los estudios de cine prefieren actores con los que se sienten cómodos trabajando. Y, por lo general, es más cómodo trabajar con aquellos que tienen una experiencia y conocimientos básicos del mundo similares.
La búsqueda de actores y actrices famosos
El deseo de los estudios de cine de obtener para su película a un actor que acaba de aparecer en algún film popular es totalmente natural. Esto les permite conseguir más espectadores y ganar más dinero. Pero solo en teoría, ya que también puede suceder que un actor que ha interpretado un papel con increíble fuerza en una película parezca indefenso y débil en otra.
Por ejemplo, Emilia Clarke es conocida en todo el mundo porque interpretó a Daenerys Targaryen en la serie de culto Juego de tronos. Nos resulta difícil imaginar a la actriz en un papel diferente. Y ciertamente, no en el papel de Sarah Connor, de Terminator.
Recordemos la evolución de este personaje.
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En el primer Terminator, Connor es una chica común que, cuando se enfrenta a algo inexplicable y terrible, encuentra dentro de sí la fuerza para resistir.
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En la segunda parte (Terminator 2: el juicio final), Sarah ya es una mujer experimentada y dura que se convirtió en una verdadera arma contra las máquinas.
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Sarah Connor, interpretada por Emilia Clarke, no difirió en nada, excepto por el hecho de que ella es fuerte y valiente, pero no hay escenas en la película en las que estas cualidades alcancen su punto máximo y aparezcan con claridad.
La propia actriz remarcó que le había resultado difícil actuar, porque el trabajo en la película estaba muy mal organizado y el guion dejaba mucho que desear. Así que, cuando Terminator: Génesis fracasó en la taquilla, Emilia Clarke se sintió muy aliviada, porque eso significaba que no habría continuación.
La falta de coincidencia de los datos físicos del personaje con los del actor
El mejor casting es aquel en el que se selecciona a un actor en función del tipo de personaje que debe interpretar. Por ejemplo, no hay que tomar a un hombre con una altura de 170 cm para el papel de un jugador de baloncesto, y una mujer que pesa 50 kg no es adecuada para una heroína con sobrepeso. A veces los estudios violan estas reglas.
Tom Cruise es muy popular para los papeles de héroe de una película de acción, y rara vez las películas que cuentan con su participación se convierten en fracasos. Sin embargo, es difícil negar que en la película Operación Valquiria claramente no estaba a gusto. Basta recordar que el actor es 20 cm más bajo que el coronel a quien interpreta en este drama histórico (170 cm versus 191 cm).
Además, el coronel mencionado era alemán, lo que significa que el actor tenía que hablar con acento alemán, cosa que no se ve en absoluto en la película. Por supuesto, esto no escapó a la atención de los críticos y los espectadores. Sin embargo, el actor lo explicó de esta manera: “Lo principal es que el espectador esté involucrado en la trama, por lo que no veo ningún problema en la ausencia del acento”.
Una de las peores películas de superhéroes de nuestro tiempo es Ghost Rider: el vengador fantasma, protagonizada por Nicolas Cage. En lugar de encajar en la imagen de un tipo duro, Cage interpretó en la pantalla su propia versión de Blaze (el nombre del personaje principal): decidió hacerlo pensativo y extremadamente emocional.
La elección resultó ser incorrecta: como resultado, a los críticos y a los fanáticos no les gustó la película.
Incluso un actor como Keanu Reeves no pudo evitar las quejas. ¿Recuerdas su papel en Drácula, de Bram Stoker (1992)? Reeves interpretó a Jonathan Harker, uno de los personajes centrales.
La película fue concebida como gótica, oscura y espeluznante, pero en ella apareció un componente cómico, que casi arruinó todo el film. El problema era que Reeves carecía completamente de acento británico, pero el actor intentaba desesperadamente reproducirlo. Por cierto, el mismo reclamo fue dirigido por el público hacia Winona Ryder, quien interpretó en la película a la novia de Harker, Mina.
Sin embargo, los espectadores que no hablan inglés no han notado nada hasta el día de hoy.
Cuando un actor con una etiqueta establecida intenta cambiar esa etiqueta
Seguramente es difícil y aburrido para los actores interpretar los mismos papeles en las películas. El comediante quiere probarse a sí mismo en un papel dramático, y un actor dramático quiere probar el papel de un comediante. Desafortunadamente, a menudo ese enroque termina en un fracaso total, aunque hay excepciones agradables, por supuesto.
Si decimos “Elijah Wood”, ¿vendrá a tu mente la imagen de un matón? Claro que no. El mundo entero conoce a este actor por el papel de Frodo en El señor de los anillos, y nadie puede cambiar este hecho. Wood es bueno cuando encarna a personajes tiernos, inocentes y un poco torpes, pero llevar a ese actor a interpretar el papel de un gánster es pura locura.
Esto fue exactamente lo que hicieron los creadores de la película Hooligans — Defiende a los tuyos, en la que interpretó el papel de un estudiante que cayó en malas compañías y se convirtió en parte de una pandilla que aterroriza a la población local. Decir que Wood no fue convincente en este papel es no decir nada. Su participación le dio a la película un tinte de parodia, aunque la historia fue posicionada como dramática.
Denise Richards es recordada por muchos por el papel de Carmen Ibáñez en Invasión. Dos años después del estreno de esta película, se realizó una nueva entrega de James Bond, 007: el mundo no basta, con Richards en el papel de la Dra. Christmas Jones, la nueva novia de James Bond.
Según el guion, la heroína de Richards era una física nuclear en cuyo discurso abundaban términos altamente especializados. Como resultado, ningún espectador creyó en la interpretación de la actriz: su apariencia (top y pantalones cortos, que se parecen más a ropa interior) no era fácil de asociar con una doctora en física nuclear, y los monólogos semicientíficos provocaron más risas que confianza.
Como resultado, la Dra. Christmas Jones fue reconocida como la peor chica de James Bond.
Como mencionamos al principio del artículo, hay agradables excepciones a esta regla. Por ejemplo, Jim Carrey es un hombre reconocido en todo el mundo como uno de los mejores comediantes. Es difícil imaginarlo en un papel serio, ¿verdad? Sin embargo, el actor demostró que puede interpretar dramas tan bien como las comedias. Un gran ejemplo son las películas Eterno resplandor de una mente sin recuerdos y Número 23: La revelación.
Por supuesto que la abundancia de experiencias negativas no significa que se deban prohibir los experimentos con cambios de roles. Pero tal vez haya que elegir actores para los papeles correspondientes de una forma un poco más consciente.
¿Y tú tienes ejemplos de películas en las que, en tu opinión, los actores interpretaron personajes que no eran en absoluto adecuados para ellos?
Comentarios
Creo que la razón principal es vender, vender y vender