Ryan Gosling, a quien las burlas no le impidieron mostrar su talento y convertirse en el Ken de Hollywood
Muchas veces vemos a las celebridades disfrutar de la fama, pero solemos olvidar que detrás de los millones, muchas de ellas han tenido que superar dificultades, como cualquier otra persona. En el caso de Ryan Gosling, resulta difícil pensar que alguna vez sufrió de bullying y que fue subestimado por su bajo rendimiento escolar. El actor resultó ser un genio en su arte, pero le tomó varios años darse cuenta de que su lugar no estaba en un escritorio, sino frente a una cámara.
En Genial.guru amamos las historias que nos recuerdan que a pesar de las dificultades, es posible cumplir nuestros sueños. Por eso queremos contarte cómo Ryan logró superar las expectativas de la gente.
Ryan Gosling no creció imaginando el éxito que alcanzaría en la pantalla. Su vida escolar no era la mejor: sufrió de bullying e incluso llegó a creer que era menos inteligente que los demás. “No practicaba deportes. No sabía leer ni escribir. Era un mocoso, siempre estaba en problemas. Mis maestros pensaban que yo era tonto. Y yo también lo pensaba”, contó.
Por otro lado, el futuro actor siempre estaba metido en peleas, de ahí que su sobrenombre de aquel entonces haya sido “Trouble” (“Problema”). “Crecí como un niño solitario. No me iba bien en la escuela y la televisión era mi única amiga”, recordó el actor en una entrevista.
El pequeño Ryan comenzó a recibir clases especiales. Según sus palabras, batallar en la escuela lo afectó bastante: “Simplemente no podía recordar de qué estaban hablando los maestros. Sentía que parecía más fácil para todos los demás y que era más difícil para mí. Eso afectó mi autoestima”.
Nunca fue diagnosticado oficialmente con TDAH, y su madre se negó a darle medicamentos para ayudarlo a prestar atención. En su lugar, tomó la decisión de educarlo en casa por un año.
Desde muy joven, Ryan fue un bailarín y cantante talentoso. Solía cantar en bodas junto a su hermana. En una ocasión, un maestro lo vio bailar en la escuela y comenzó a hacer chistes sobre eso. Pero las burlas se acabaron, pues a los 12 años le llegó una oportunidad con la que todo niño soñaba en aquel entonces: formar parte de El club de Mickey Mouse. En ese programa apareció junto a estrellas como Britney Spears y Justin Timberlake. Sin embargo, al principio no todo fue como sacado de un cuento de hadas.
Cuando recién llegó al show, tuvo una experiencia un poco deprimente, porque se dieron cuenta de que él en realidad no estaba tan preparado artísticamente como los otros niños. “Recuerdo una vez que nos pusieron a cuatro de nosotros en una rutina de baile, pero yo estaba muy fuera de lugar. Yo estaba al final, así que acercaron la toma a los otros tres para que yo quedara fuera de cámara”, recordó.
Aun así, Gosling siguió dando pasos firmes hacia el estrellato. Dos años después se canceló el programa, pero el actor no tardó en conseguir nuevos papeles en la pantalla chica. Hasta que un día decidió que quería dar vida a más personajes y concentrarse más en el desarrollo de estos, por lo que comenzó a rechazar ofertas para series de televisión y a abrirse camino en la pantalla grande.
Aunque parecería que a los diecinueve años ya tendría una carrera labrada por su experiencia como actor infantil, en realidad, las cosas siguieron complicándose. Su agente lo dejó y le era difícil encontrar trabajo por ser considerado un actor para el público menor.
Pero su gran oportunidad llegó con la adaptación del libro de Nicholas Sparks, Diario de una pasión. Gracias al papel de Noah Calhoun, ganó mayor reconocimiento y su carrera despegó como un cohete.
Irónicamente, aunque Ryan es uno de los actores que roba suspiros por su apariencia, lo contrataron por la razón contraria. Él contó que el director lo vio y le dijo: “Quiero que interpretes este papel porque no eres como los otros actores jóvenes que hay en Hollywood. No eres guapo, no eres genial, solo eres un tipo normal que parece un poco loco”.
En 2011 comenzó una relación con Eva Mendes, poco después de que filmaran El lugar donde todo termina juntos. Tres años después, la pareja dio la bienvenida a Esmeralda, y en 2016 recibió a la más pequeña de la casa, Amada Lee. Hasta la fecha, han demostrado que no es necesario contraer nupcias para tener una relación sólida.
Para Ryan, su vida en familia se siente como un sueño. “Toda tu vida escuchas lo que es tener hijos, y todos los clichés son ciertos. Sentía que sabía que todo iba a ser diferente, pero hasta que experimentas eso, no hay manera de saber realmente lo que quiere decir la gente”, explicó. “Eva es una madre de ensueño, y ellas son las bebés de mis sueños”.
A pesar de haberse convertido en un rompecorazones de Hollywood y alcanzar el estatus de un actor respetado, en 2013 decidió tomarse un descanso de la actuación. Gosling aseguró que había perdido la perspectiva de lo que estaba haciendo y necesitaba evaluar cómo hacía las cosas.
Dicen que no hay que dudar del poder del descanso, y Ryan lo comprobó al volver con más fuerza que antes. Regresó con un papel protagónico en La gran apuesta, y al siguiente año volvió a usar sus dotes musicales en La La Land, interpretación que le trajo una nominación a los premios Óscar y gracias a la cual fue galardonado como el mejor artista del año en el Festival Internacional de Cine de Santa Bárbara.
Ha demostrado su talento en producciones exitosas como Blade Runner 2049 y First Man. Y en 2023 lo veremos dándole vida al guapísimo Ken en la película de Barbie. Él es un verdadero ejemplo, y gracias a su esfuerzo pasó de ser un actor subestimado a uno que se encuentra en lo más alto de las estrellas hollywoodenses.
¿Cuál es tu película favorita de Ryan Gosling? ¿Qué papel te ha parecido su mejor interpretación?