Según un estudio, si eres sarcástico también eres ingenioso y creativo

De todos los tipos de humor que existen, el sarcasmo es uno de los más polémicos. A muchos no les hace gracia la idea de decir una cosa que signifique totalmente lo opuesto o que una ironía pueda ser tan agridulce. Pero resulta ser que el sarcasmo te hace ser más creativo, y esto es lo que afirma un estudio de la Universidad de Harvard.

Genial.guru quiso indagar más al respecto para mostrarte las curiosas revelaciones de esta investigación, y quiere compartir contigo lo que encontró.

Sarcasmo: lo bueno y lo malo

“¡Guau! Ese florero que tienes está lleno de vida”, dice alguien sobre flores artificiales... ¿O qué tal un “¿por qué tanta prisa?” a alguien que camina muy lento? Esos son los comentarios que esperamos de una persona sarcástica, y, mientras que a algunos les parecen cómicos, a otros les resultan molestos e innecesariamente burlones.

Es muy difícil llegar a un acuerdo sobre el sarcasmo ya que no a todo el mundo le gusta, pero la mayoría ha reído alguna vez con un comentario sarcástico. Lo cierto es que esta forma de expresarse tiene ventajas y desventajas, tanto para quienes la usan como para quienes la escuchan.

Si te consideras sarcástico sabrás que hay dos cosas que pueden opacar esa actitud: la primera es tener que explicar lo que dices cuando alguien no comprende, y la segunda es que, muchas veces, se presta a malentendidos y confusiones que pueden molestar o incluso herir a otros. Es por esto que el sarcasmo funciona mejor cuando se utiliza entre personas cercanas, y el estudio del que hablaremos a continuación confirma esa afirmación.

Ser sarcástico te hace más ingenioso

La ironía tiene muchos enemigos, pero una investigación realizada en la Escuela de Negocios de Harvard salió a “defenderlo” alegando que “tanto la construcción como la interpretación del sarcasmo llevan a una mayor creatividad porque activan el pensamiento abstracto”.

La investigación tuvo el objetivo de estudiar los efectos psicológicos en el receptor y el emisor de un mensaje sarcástico, y fue realizado por Francesca Gino (Escuela de Negocios de Harvard), Adam Galinsky, el profesor Vikram Pandit (Escuela de Negocios Columbia), y Li Huang (Escuela Europea de Negocios INSEAD).

De hecho, se encontró que el sarcasmo beneficia no solo los procesos cognitivos de quien lo utiliza, sino también de quien lo escucha, ya que obliga a exponer contradicciones entre los significados pretendidos al ir más allá de lo literal. Así que, si eres de los que evita juntarse con personas sarcásticas, tal vez debas reconsiderar esa postura.

Esta relación entre ingenio y sarcasmo podría surgir debido a que el cerebro es forzado a pensar de manera creativa para comprender o transmitir un mensaje sarcástico, proceso que es facilitado por la abstracción. Este órgano debe distinguir entre el significado real y el irónico de las ideas que recibe, y, si lo logra con éxito, muy seguramente se deba también a la creatividad.

Sobre el estudio

Los 114 participantes del estudio tuvieron que participar en diálogos sarcásticos, sinceros o neutrales, y, después de ello, se les pidió que realizaran tareas para poner a prueba su creatividad e ingenio. El resultado confirmó la hipótesis de los investigadores: aquellos que participaron en una conversación sarcástica (y detectaron la ironía exitosamente), ya sea como emisor o receptor del sarcasmo, demostraron un mejor desempeño en las tareas.

De esta forma, el estudio sugiere que “el sarcasmo tiene el potencial de catalizar la creatividad en todos”, y también es posible que “las personas naturalmente creativas tengan más probabilidades de usar la ironía”.

Curiosamente, este no es el único estudio que muestra una relación entre la creatividad y otras cosas consideradas generalmente negativas. Por ejemplo, el ruido moderado genera una distracción que ayuda al cerebro a establecer asociaciones dispares.

Cómo usar el sarcasmo a tu favor

Usar el sarcasmo de forma indiscriminada podría causar muchos problemas. Hay que aprender a utilizarlo en la situación adecuada y con las personas correctas, ya que, de lo contrario, podría ser interpretado de forma negativa. El estudio también confirmó algo que probablemente ya imaginabas: el sarcasmo fluye mucho mejor cuando las personas implicadas en la conversación tienen confianza entre ellas.

De esta forma, la confianza, el tono y el contenido son los elementos más importantes en una conversación sarcástica. Si alguno falla, podría haber percepciones equivocadas, ya que la ironía es bastante fácil de malinterpretar.

¿Estás a favor o en contra del sarcasmo? ¿Has estado en alguna situación en la que la ironía haya causado algún problema? Cuéntanos en los comentarios.