Si fueras una salchicha y tuvieras mucha hambre, ¿qué harías?

Curiosidades
hace 1 año

Vaya, hace frío aquí. No puedes ver nada. Estás envuelto en plástico y no puedes moverte. De pronto, una la luz ilumina todo lo que hay frente a ti. Miras a tu alrededor y comprendes que estás dentro de un refrigerador. Y tu reflejo en el plástico te muestra que eres un hot dog. Recuerdas que te llamas Furt, Frank Furt. Hay productos enlatados y embotellados a tu alrededor. Una mano humana se extiende, toma un refresco y cierra la puerta. El mundo vuelve a oscurecerse. Todo está en silencio, con excepción del ventilador de refrigeración. No recuerdas cómo terminaste aquí.

Intentas escapar del plástico que te rodea, pero cortarlo es casi imposible. Miras a tu alrededor y encuentras un pequeño objeto afilado. Comienzas a frotar el plástico contra él para cortarlo. Por fin eres libre. Te acercas a la bombilla de la parte trasera del refrigerador y juegas con la luz hasta que consigues ver. Te das cuenta de que puedes sentir emociones y sensaciones, como la tristeza, la felicidad y la ira. Te frotas el estómago, se te antoja un sándwich de queso a la parrilla. Frente a ti hay queso cheddarpan. Pero, por alguna razón, ya no tienes hambre. De pronto, el refrigerador se abre. La mano se extiende y te agarra a ti y a unas cuantas cosas más. Te levanta por los aires y ves cómo la puerta se cierra. El humano te lleva a la mesa de la cocina y te deja junto a unos utensilios. Mientras prepara el pan, tú intentas levantarte, pero no lo consigues.

La persona voltea y se da cuenta de que estás moviéndote. Se detiene y te mira de cerca. “Oye, ¡no me comas! ¡Por favor!”. El humano se asusta y tira todo a su alrededor. Después, sale corriendo y te arroja a su cubo de basura en el patio delantero. Un camión pasa y recoge la basura contigo dentro. Nadas entre desechos y otras cosas asquerosas. Algunas cucarachas se arrastran por el lugar, y varios objetos se estrellan contra ti. Te arrojan a un vertedero con aún más basura. Despiertas junto a una lata de refresco tallada por fuera. Ruedas junto a ella y te metes dentro a modo de traje. Por ahora estás a salvo. Encuentras una muñeca de plástico con extremidades desmontables. Ruedas hacia ella y encuentras una manera de unir esas extremidades a la lata. Bum, ya estás listo.

Ahora puedes moverte en tu funda protectora. Das tus primeros pasos con cuidado hasta que te acostumbras. Caminas y descubres que no estás muy lejos de la ciudad. Miras por encima de ti y ves varias gaviotas volando. Se dan cuenta de que te mueves y se abalanzan sobre ti para comerte. Corres a toda velocidad y esquivas todo tipo de obstáculos. Atraviesas las tuberías y pasas por debajo de chatarra, mientras los pájaros están atentos a cualquier movimiento. Sabes que no es seguro allí arriba, así que decides refugiarte bajo un enorme montón de basura. Recoges algunos materiales y construyes un arpeo con un clip y bandas elásticas.

El olor es insoportable. Parece que un grupo de ratas y ratones tiene hambre y está buscando comida. Intentas esconderte, pero es demasiado tarde, ya están al acecho. Con tus extremidades de plástico y tu traje de aluminio, te abres paso zigzagueando por el basurero. Subes, bajas y te desplazas de izquierda a derecha, hasta que logras salir del montón de basura y regresar a la superficie. Ves otra pila de desechos cerca. Los pájaros vuelven a detectarte y se abalanzan una vez más para comer. Mientras tanto, las ratas salen de debajo de la basura y te persiguen. Disparas tu arpeo hacia el otro extremo y te lanzas. Escapas de las ratas y los pájaros y aterrizas en otro montón de basura. Sabes que tus enemigos son más rápidos, así que los esquivas y saltas a una pila de latas para camuflarte. Los depredadores pasan frente a ti y se alejan.

De pronto, el suelo comienza a moverse y, al mirar a tu alrededor, te encuentras en un gran barco que traslada toda la basura a una isla. Utilizas el arpeo y lo lanzas en dirección a la ciudad. Caminas y caminas, hasta que te das cuenta de lo cansado que estás. Pero no tienes tiempo para descansar: antes de que te des cuenta, unos gatos hambrientos te persiguen. Corres por la ciudad y entre piernas de humanos. Encuentras la tapa de una lata de atún y la usas como tabla de snowboard para deslizarte por la acera como un atleta olímpico.

Los gatos te están alcanzando, así que te lanzas a la calle, esquivando autos y motos. Algunas personas ven un hot dog que se desliza dentro de una lata y piensan que debe ser un juguete. Tras perder a los gatos, terminas en un parque. Es de noche y encuentras un pequeño agujero donde puedes refugiarte. Comienza a llover, tu agujero se llena de agua. Sales y buscas otro refugio. Por suerte, tu traje de lata te mantiene seco. Caminas por el lodo húmedo y terminas en la parte trasera de un supermercado. Está abierto, así que entras discretamente y caminas a la sección de toallas. Te secas y encuentras otro lugar donde descansar. Explorando la zona, terminas en una sección con salchichas iguales a ti. Trepas hacia ellas y descubres que no están vivas.

Hay algunas personas cerca, así que te agachas y avanzas al fondo del estante para esconderte. Una vez allí, descubres una comunidad de comida viva: salamis, brócolis, palitos de pan y otras cosas. Te dan la bienvenida y te muestran el lugar. Te explican que eres un alimento desechado que no estaba a la venta, y alguien te compró por accidente. Tú no recuerdas nada, pero ellos saben quién eres.

Te enseñan los alrededores y te cuentan cómo funciona la comunidad. Cuando el supermercado cierra, todos salen de su escondite y recorren los pasillos principales. Se maravillan con tu traje de lata y tus extremidades de plástico. Compartes tu historia alrededor de una pequeña fogata, les cuentas cómo sobreviviste al basurero y a la ciudad. Muchos de ellos nunca han salido del supermercado, pero tú sabes que ahí afuera hay una mejor opción que esconderse en las sombras. Les adviertes de los pájaros y los gatos, pero están tan entusiasmados que no pueden esperar para explorar el mundo exterior. Reúnes todos los alimentos desechados y les das un discurso inspirador sobre la búsqueda de un nuevo hogar.

Momentos después, la mayoría de los alimentos llevan trajes improvisados para protegerse y moverse correctamente. Como el supermercado está cerrado por fuera, conduces al grupo hasta la oficina del gerente, donde encuentras una llave de repuesto colgada cerca de la percha. Tus nuevos amigos y tú se apilan unos encima de otros, toman la llave y se dirigen a la puerta principal. El ojo de la cerradura está demasiado alto, así que recogen algunas latas y construyen una pirámide. Finalmente, logras abrir la puerta y salir a la calle. El resto de la pandilla te sigue. Sienten el aire fresco por primera vez. Los conduces a las afueras de la ciudad. Montan un campamento en un campo de golf, y más tarde siguen su camino hasta que llegan al campo. Encuentran un pequeño arroyo y crean un asentamiento adecuado, donde todos los alimentos puedan vivir libres y cómodos. Desarrollan un buen sistema subterráneo para evitar cualquier cosa que aceche en la superficie en busca de comida.

Estás haciendo una pequeña excursión y buscando recursos para el campamento, cuando ves a un hombre con un traje antirradiación que persigue a la comida de tu asentamiento. Te agachas y te escondes, pero un científico te ve desde arriba y te encierra en una bolsa para muestras. Te meten en una camioneta y emprenden su camino.

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