22 Regalos postparto que las nuevas mamás pidieron con desesperación y nadie se esperaba


Tener una mejor amiga puede ser como tener una hermana, tanto por el amor y la lealtad, como por el respeto y la presencia. Sin embargo, hay ocasiones en las que lo que pensábamos que era una amistad verdadera, nos damos cuenta de que solo era una farsa muy bien encubierta. Puede que eso sea lo que sintió la narradora de la siguiente historia cuando vio a la hija que su “mejor amiga” dio en adopción.

Hace 25 años estaba en la sala de partos con mi mejor amiga, mientras daba a luz a una niña preciosa, a la que terminó dando en adopción, en una adopción abierta.
Pasan 16 años, y la hija busca a su madre biológica, mi amiga. Mi amiga me muestra una foto de la chica... de la nariz para arriba, veo a mi ahora exesposo en esta foto. Así que le pregunto directamente a mi amiga. ¿Estuviste con... en su día? Ella admite que sí, pero que la niña no es de mi exesposo.

Avanzamos 9 años. La chica, ahora una mujer joven, sigue apareciendo en Facebook como una persona que podría conocer. Por curiosidad, hago clic en su perfil y en la foto actual... es como si estuviera mirando una versión femenina de mi exesposo, así como una versión femenina de mi hijo, a quien comparto con mi exesposo. También de la misma edad. Embarazada al mismo tiempo.
Hice las paces con mi exesposo hace mucho tiempo. Es un gran padre, ama a sus hijos (tenemos 2 hijos) y nos llevamos bien cuando estamos en un espacio compartido (generalmente cuando uno de nuestros hijos tiene algo).

A esta “amiga”... la corté hace un tiempo, solo por ser mala. Eso es todo un libro en sí mismo.
Pero mi exesposo no sabe sobre esta niña, que yo sepa. (Lo confronté cuando la chica tenía 16 años, y se quedó de piedra ante la idea de una posible hija que no conoce por ahí. Le encantan sus hijos). Sé que hace un tiempo, esta chica quería saber quién era su padre.
No sé cómo proceder aquí.


Desde el punto de vista de la paternidad no conocida, el hecho de que un hijo biológico se revele tarde puede generar una crisis de identidad tanto en el padre como en el adulto adoptado. La ausencia de un padre, aunque sea involuntaria por ignorancia, puede dejar al hijo con un “vacío” emocional, según indican las investigaciones. Esto suele aparecer como inseguridad, baja autoestima y dificultades para formar vínculos afectivos estables.
En lo que respecta a la narradora, el descubrimiento se entrelaza con dos traiciones: la infidelidad y la traición de una amiga. Normalmente, según los psicólogos, el proceso de superar una infidelidad implica un estado de vigilancia emocional y dificultad para confiar nuevamente. Si esta situación persiste, puede dar lugar a resentimiento y fatiga.
Finalmente, el contexto de la adopción abierta añade un grado de complejidad emocional. El Consejo General de la Psicología de España respalda que la búsqueda de los orígenes en el adulto joven es un proceso natural. Es imprescindible abordar la historia con sensibilidad y apoyo, destacando que las reacciones empáticas y sinceras son cruciales para el bienestar emocional del adoptado.
¿Qué harías tú en el lugar de la narradora de la historia? ¿Qué historia de adopción conoces?
Este artículo tiene fines meramente de entretenimiento. No garantizamos la integridad, exactitud, fiabilidad ni seguridad del contenido. Cualquier acción que se tome con base en la información de este artículo es bajo el propio riesgo del lector. No asumimos ninguna responsabilidad por pérdidas, daños o consecuencias derivadas del uso de este contenido. Se recomienda a los lectores que ejerzan su propio criterio, tomen las precauciones necesarias y busquen asesoramiento profesional si intentan reproducir cualquier parte del contenido.











