Texto sincero sobre qué puede motivar a la gente a pedir el divorcio incluso si vive feliz con su pareja
Tengo una relación desde hace unos años y las cosas van bien, pero periódicamente pienso que podríamos romper. No hay razones objetivas para ello, solo la sensación de que, en algún momento, lo correcto sería tomar caminos distintos. Y si yo pienso en ello, ¿cuán a menudo surgen esas dudas en aquellos que han estado casados durante muchos años?
Para los lectores de Genial.guru, y para mí también, decidí averiguar por qué se divorcian incluso las parejas que han sido felices durante años.
En primer lugar, recurrí a las estadísticas y noté un extraño patrón
A veces parece que hoy en día la gente espera años para casarse. Un conocido llevaba 5 años de relación, pero la boda nunca se llevó a cabo. Terminaron separándose porque él era muy casero y a ella le gustaba un estilo de vida activo. Parece poca cosa y es posible encontrar un punto medio, pero ¿por qué descuidar tus intereses y hacer algo a la fuerza?
Las estadísticas han confirmado mis pensamientos, pero de una manera bastante inesperada. El número de divorcios disminuye cada año. En Estados Unidos, por ejemplo, el número promedio de matrimonios por cada 1000 personas ha disminuido 1,3 veces, mientras que el número de divorcios se ha reducido 1,5 veces. En los países europeos las cifras son aún más bajas.
Más cantidad de relaciones se registran en Lituania, Letonia, Hungría y Chipre. Lituania y Letonia encabezan la lista en cuanto al número de divorcios. Esto significa que las personas se divorcian con menos frecuencia solo porque no se apresuran a registrar su relación.
Un estudio sobre la edad del matrimonio lo confirma. En 1965, la edad promedio de los novios era de 23 años y la de las novias, de 21. En 2018, las mismas cifras fueron 30 y 28, respectivamente.
Investigué ejemplos de las celebridades y obtuve la opinión de los expertos
Hace un par de días, me enteré de que los padres de mi compañera de clase se van a divorciar. No sé exactamente cuántos años tienen, más o menos entre 45 y 55. La pregunta que me surgió de inmediato fue: “¿Por qué?”. ¿Qué motiva a divorciarse a personas que han criado a dos hijos y han vivido media vida juntos?
O el famoso caso de la ruptura del matrimonio de Melinda y Bill Gates, que fueron marido y mujer durante 27 años. Los psicólogos dicen que un matrimonio así puede terminar en divorcio por varias razones:
- Infidelidad
- Cuestiones financieras
- Falta de comunicación
- Síndrome del nido vacío
- Asuntos no resueltos del pasado
- Crisis de la mediana edad
- Ruptura intelectual o espiritual
- Necesidad de autorrealización
Los tres últimos puntos son los que me interesaron más. Durante la crisis de la mediana edad, uno tiende a hacerse preguntas filosóficas: “¿Cuál es mi propósito?”, “¿Para qué vivo?”, “¿Estoy con la persona adecuada?”. Como resultado de tal introspección, uno puede llegar fácilmente a la conclusión de que su pareja ya no lo comprende, y darse cuenta de que nunca tuvo tiempo de realizarse como individuo.
Channing Tatum y Jenna Dewan, que anunciaron su separación en 2018, cortaron su relación tras 9 años de matrimonio. Según ellos, la decisión no fue fácil, pero en algún momento se dieron cuenta de que debían tomar caminos distintos. Al mismo tiempo, mantuvieron su amistad para ser un buen ejemplo para su hija. Jenna dijo que, por muy difícil que fuera este paso, era importante darlo para conocer a su nuevo yo, para sentirse feliz y volver a disfrutar de la vida.
Luego de las celebridades, me miré a mí misma y a mi entorno
Los jóvenes de hoy en día parecen no tener prisa por casarse debido a su deseo de autorrealización. Llevamos 2 años y medio juntos, yo no quiero casarme en absoluto, y mi novio dice que no tiene claro en qué momento le va a hacer clic en la cabeza. Queremos hacer una carrera y solo vivir y disfrutar de lo que tenemos ahora.
Sin embargo, su madre piensa que yo simplemente no admito mi deseo de casarme y que todas las chicas quieren una boda lo antes posible. Esto demuestra perfectamente cómo han cambiado los valores y las prioridades a lo largo de las generaciones. Antes, no casarse o divorciarse era una vergüenza, pero ahora es diferente. Una amiga compartió su historia conmigo.
- Me di cuenta de que quería el divorcio cuando quedé embarazada. Nunca olvidaré esa conversación con mi exmarido:
—Pero vas a recibir una paga por maternidad, ¿verdad?
—Sí. ¿Por qué?
—Es que lo pensé y me di cuenta de que tener una esposa, y además un hijo, es costoso. Pero si tendrás dinero para la familia, entonces está bien. También habrá un subsidio, ¿no? No vas a depender de tu marido, ja, ja.
Y esto me lo dijo el hombre con el que teníamos presupuestos separados y al que no le había pedido ni un centavo en 5 años de matrimonio. Pedí el divorcio la misma semana, y luego tuve al bebé. Vivo sola con mi hijo y soy feliz. Al principio mi madre lloraba y se lamentaba de que yo no pudiera hacerlo sola. Me va muy bien, me va mejor que antes.
Por un lado, todos los estudios citados han confirmado mi idea de que las parejas son ahora más conscientes de su enfoque del matrimonio y se casan cuando están realmente preparadas. Pero por otro lado, sigo viendo ejemplos de decisiones impulsivas.
Hace menos de una semana, mi ex le propuso matrimonio a su nueva novia. Cuando me enteré, me quedé boquiabierta. Y eso que llevan poco más de un año de relación. La empezó en gran parte para superar su historia anterior. No esperaba que se casara en los próximos años. Y no está claro si fue una decisión impulsiva o si las cosas se desarrollaron realmente tan rápido. ¿Tendrá esta historia un final feliz o no durará mucho tiempo?
Mis conclusiones
Mientras trabajaba en este artículo, llegué a una conclusión interesante: los divorcios ya no nos sorprenden. Hace unos 10 años, muchos pensaban que no había vida después del divorcio, y que todos mirarían y pensarían: “¿Quién se casaría con una divorciada?”. Pero ese tipo de pensamiento es definitivamente cosa del pasado.
Recuerdo que una vez nos enteramos de que los padres de mi compañera de clase se iban a divorciar. Todos se quedaron boquiabiertos y surgieron preguntas: “¿Por qué? ¿Y ahora qué?”. Ahora, si me entero de que alguien que conozco se está divorciando, incluso siento una especie de alegría. La gente ha sido capaz de decidirse, ha sido capaz de entender y aceptar la necesidad de separarse. No serán infelices por el resto de sus vidas: es solo que una historia ha terminado y ha comenzado otra, tal vez más feliz.
¿Crees que es correcto terminar la relación si solo quieres seguir tu camino y ser libre? ¿O uno debe aferrarse a su matrimonio hasta el final?