Tras el ataque con ácido de su expareja, Katie Piper renació como un ave fénix de sus cenizas
En marzo de 2008, Katie Piper fue víctima de un ataque con ácido. El ácido le dejó la cara gravemente quemada, pero no dejó que esta tragedia definiera su vida. Ahora Katie se ha convertido en una mujer reconocida y ha tenido una carrera de gran éxito en la televisión desde el horrible incidente. Conozcamos mejor a esta mujer fuerte: su vida pareció quebrarse en un instante, pero nunca se ahogó en un charco de lágrimas y tristeza.
Una relación online convirtió en una pesadilla la vida de Katie
En febrero de 2008, Katie comenzó una relación con un hombre llamado Daniel Lynch. Ella y Daniel llevaban un tiempo enviándose mensajes en una red social antes de conocerse finalmente.
Pero esta relación pronto se convirtió en una auténtica pesadilla para la desprevenida chica. Un día, Lynch ordenó a un amigo que llevara a cabo un horrible ataque con ácido. El cómplice de Lynch esperaba fuera del apartamento de Katie y le arrojó ácido sulfúrico a la cara. El ácido causó graves quemaduras en la cara de Katie y la dejó ciega del ojo izquierdo. La llevaron al hospital y la dejaron en coma inducido durante 12 días y tuvieron que hacerle injertos de piel.
A día de hoy, Katie Piper se ha sometido a más de 250 operaciones para curarse de sus lesiones. Y lo que es más, las necesitará el resto de su vida.
En una de sus entrevistas, Katie expresó lo que sentía por el atentado: “Nadie se prepara para eso. Fue como si mi vida diera un vuelco en cuestión de segundos. A la gente le pasan muchas cosas diferentes y lo que me ha pasado a mí es obviamente más visual, pero todos experimentamos traumas en distintos grados. El trauma es un hecho de la vida, pero no tiene por qué ser una condena perpetua”.
Katie tuvo que empezar de nuevo toda su vida y lo ha afrontado brillantemente
Después de que su proceso de recuperación le diera sus primeros resultados positivos, Katie realizó un documental titulado Katie: My Beautiful Face (Katie: Mi bello rostro). En él contó con franqueza de lo que le había ocurrido, de su motivación y de cómo se sentía tras la terrible tragedia.
Explicó: “La reacción de la gente fue lo que me motivó a hacer el documental, porque al principio tenía un aspecto muy distinto del que tengo hoy: llevé una mascarilla durante dos años, tenía la cabeza rapada y un aspecto muy morado/rojizo. La gente reaccionaba pidiéndome que saliera de las tiendas y gritándome por la calle. No era famosa, no era conocida, y la gente no entendía por qué llevaba una mascarilla”.
Katie añade: “Quería explicar a la gente por qué tenía ese aspecto, educar a la gente, liberarme de ese aislamiento. No soy contagiosa, no tengo algo que signifique que deba ser apartada de la sociedad”.
La madre de Katie, Diane Piper, describe lo que Katie tuvo que pasar.
Dice: “Toda su carrera, todo su futuro, se centraba en su rostro, y ese rostro quedó dañado para siempre. Es como cuando un pianista pierde los dedos, ¿no? Piensas, bueno, vale, sigue aquí, sigue viva, gracias a Dios, pero en realidad no podías ver lo que iba a pasar después de que saliera del hospital”.
Esta mujer fuerte se convirtió en una inspiración para el mundo entero
Desde que reconstruyó por completo su vida tras el atentado, Katie Piper es ahora una autora internacional superventas, oradora inspiradora, presentadora de televisión y fundadora de organizaciones benéficas. Viaja por todo el mundo y comparte su inspiradora historia, motivando a la gente para que nunca se rinda.
Es autora de numerosos libros e incluso fue galardonada con la Orden del Imperio Británico en la lista de Honores de Año Nuevo de la Reina en reconocimiento a su labor benéfica y a los supervivientes de quemaduras.
Katie tiene ahora su propio programa de desayunos en ITV, que comenzó en agosto de 2022.
Katie está felizmente casada con el carpintero y constructor Richard James Sutton. Tiene dos hijas, y parece que ahora su vida le recompensa por todo lo que tuvo que pasar.