15 Personas que nunca podrán olvidar lo que pasó en su infancia

En ocasiones, una broma no es tan inocente como lo pensamos. Justo así lo descubrió el hombre de esta historia, quien decidió reírse a costa de su esposa en varias ocasiones, aun cuando ella le pidió que no lo hiciera. Él, pensó que era solo un juego, pero cuando ella le pagó con la misma moneda, de repente el juego ya no era tan divertido...
“Yo tengo 33 años y mi esposa 32. Tuvimos un desacuerdo y ella lo manejó con poca madurez. Ahora no sé cómo hacer para que respete mis sentimientos. Verán, soy muy bromista y me gusta hacer travesuras de vez en cuando. Un par de veces le hice una broma donde fingía estar engañándola. Ella me dijo que no le gustaban ese tipo de bromas, pero se la volví a hacer y no debí.
Bueno, mi esposa se desquitó y me hizo una broma de infidelidad. Me dolió mucho. Ahora puedo entender por qué ella decía que estas bromas no eran divertidas. Pero me duele que ella supiera lo hirientes que son y aun así me lo hiciera a mí. Ella dijo que, obviamente, yo soy el tipo de persona que solo aprende a las malas, pero eso no es cierto. Nunca lastimaría intencionalmente a mi esposa. Cuando hice las bromas, no sabía lo graves que era... pero ella sí lo sabía y aun así lo hizo.
Amo a mi esposa y nuestro matrimonio es fantástico. Estamos pensando en tener un bebé, pero esto hirió mucho mis sentimientos...”
Historias como estas suelen tener mucha tracción en redes sociales. Por lo general, siempre se forman bandos sobre quién estuvo en lo correcto y quién no. Pero en esta ocasión todas las personas estuvieron de acuerdo: él se lo buscó.
Acá te dejamos algunas de las reacciones de la gente:
Casos como estos, aunque increíbles, son más comunes de lo que pensamos. Hay gran variedad de bromas, y aunque la intención de fondo tal vez no sea ofender o hacer sentir mal a alguien, a veces es inevitable que suceda. Lo importante en estas situaciones (además de reconocer tu error, si eres quien hizo la broma) es poder comunicar nuestro malestar y ser asertivos. Acá te dejamos unos cuantos consejos más:
Si bien es cierto que hacer bromas entre parejas puede ser una forma de mostrar afecto, o que incluso puede fortalecer la relación, si no tenemos conciencia del tipo de broma que hacemos, no solo podemos herir los sentimientos de la persona que amamos, sino también poner en riesgo nuestra relación. Esta historia es una muestra de ello y de la importancia de los límites. Lo que puede parecer inofensivo para unos, para otro no lo es tanto.
Y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Crees que ella hizo bien al responderle con la misma moneda? O crees que pudo haber hecho las cosas de otra manera.