La conmovedora historia de salvación entre una nutria y un hombre que llegó a Disney

Uno de los fenómenos más extraordinarios y enternecedores en el mundo, sin duda, es la conexión que se crea entre humanos y animales, sin importar su especie. En muchas ocasiones, estos vínculos pueden ser tan significativos que nos cambian la vida. En las Islas Shetland, un hombre de 57 años y una nutria tuvieron la fortuna de encontrarse cuando más lo necesitaban, y su amistad terminó marcando la vida de ambos para siempre.

Esta historia comienza en marzo de 2021, cuando Billy Mail, quien atravesaba un momento difícil debido a la pandemia y a la reciente pérdida de sus padres, halló una cría de nutria cerca de su hogar, en el archipiélago de las Islas Shetland.

Billy narra que tras haber encontrado al pequeño animal, “le picó la curiosidad” y decidió acercarse a él. De inmediato pudo percatarse de que algo no andaba bien, pues la nutria se sentó a su lado para comer a su presa, cuando en una situación similar, una nutria salvaje habría huido en ese momento.

“Estaba muy delgada y demacrada, pero no estaba enferma, solo estaba hambrienta”, explicó el hombre.

En ese momento, Billy recordó que tan solo días atrás, una nutria había sido encontrada sin vida en la zona, haciéndolo suponer que aquella cría había quedado huérfana, por lo que supo de inmediato que debía ayudarla. Tras conversarlo con su mujer, Susan, ambos decidieron que se harían cargo de ella, con la guía de un santuario de vida silvestre.

Fue así que Molly, como nombraron a la pequeña nutria, junto con la border collie de la familia, se convirtió en un miembro más de los Mail, y cuya llegada, dicho en palabras del matrimonio, “fue un soplo de aire fresco”.

“Ocurrían muchas cosas en aquel entonces, y Molly apareció justo en ese momento”, declaró Billy, quien también describió esta experiencia como “una distracción encantadora”.

Sin embargo, no todo fue tan sencillo. Susan, que desde el inicio sintió miedo al no haber interactuado antes con un animal salvaje, compartió que tuvo un comienzo agridulce con Molly, pues acostumbraba a revolcarse en sus macetas y debía perseguirla cuando Billy no estaba en casa.

Pese a esto, a medida que se desarrollaba la relación entre el hombre y la nutria, la mujer se volvió testigo de la transformación que ambos estaban viviendo; el estado de ánimo de Billy había mejorado, y Molly, confiaba más en él.

“Cuanto más observaba y aprendía, más veía que no era agresiva”. “Ver que la alegría regresaba a él por ayudar a un animal que lo necesitaba fue increíblemente emotivo y conmovedor”, comentó Susan sobre los cambios en su esposo.

La transformación fue tal, que la mujer confesó que en ocasiones llegó a sentirse como “la mala” de la relación, pues Billy ponía mucho empeño en los cuidados de Molly, a quien más tarde le construyó una piscina con pequeñas pelotas de plástico y una casita miniatura, que equipó con una cámara, wifi y fotos de la familia Mail.

La amistad de Billy y Molly llega a la pantalla grande

La historia pronto llegó a los oídos del productor y fotógrafo de National Geographic, Charlie Hamilton James, y conmovido por la inusual conexión entre estos dos entrañables amigos, decidió llevarla a las salas de cine.

Aun con la indecisión de la pareja sobre la propuesta de Hamilton, finalmente Billy decidió aceptar, y fue así que en marzo de 2024 la película documental se estrenó en el festival de cine South by Southwest, en Texas, EE. UU., misma que actualmente puede disfrutarse en servicio de streaming a través de Disney+.

El largometraje tocó millones de corazones, y fue tan bien recibido que obtuvo seis nominaciones a los Critic’s Choice Awards, entre ellos, los de mejor documental, mejor fotografía y mejor narración. Sin embargo, para Billy lo más importante fue haber podido salvar a Molly.

Pero esta historia no termina aquí. Para el verano y gracias al cuidado de los Mail, Molly logró engordar lo suficiente para sobrevivir al invierno y aprendió a cazar peces por su cuenta, no obstante, continuó visitando a la familia que la había rescatado hasta que en noviembre la pequeña nutria ya no regresó.

Hacia la primavera, Molly reapareció con una extraordinaria sorpresa. ¡Estaba embarazada! Aunque sin duda se trataba de una maravillosa noticia, Billy también comprendió que había llegado el momento de dejar ir a su querida amiga para asegurarse de que sus crías crecieran desapegadas de los humanos. “Fue una gran decisión, pero se sintió bien”, dijo Billy al respecto.

Así, una mañana, Billy remó hacia el mar junto con Molly, a quien después de darle un último adiós, vio deslizarse y desaparecer en el agua. Ahora, la nutria que un día apareció en la vida de Billy y Susan, y que trajo consigo la alegría que sus vidas habían perdido, vive junto con sus cachorros en el Ártico, pero aún visita la residencia de los Mail de vez en cuando.

“Molly llegó a mi vida cuando más la necesitaba. Ella me cambió, me volvió a abrir los ojos a las maravillas del mundo y despertó en mí esa fascinación y alegría que tan a menudo perdemos cuando nos hacemos mayores”, expresó Billy.

Sin duda, la increíble amistad entre Billy y Molly, nos recuerda la magia de los lazos inesperados. Esta es una historia de confianza y conexión con la naturaleza que todos deberían conocer, por eso, comparte este artículo con tus familiares y amigos, amantes de los animales y deja que más personas se cautiven con este conmovedor relato.