Un médico abrió una clínica familiar que cuenta con gatos y videojuegos como terapia

Historias
hace 4 años

Imagina cómo sería asistir a la consulta con tu médico y encontrar en la sala de espera a dos hermosos gatos a los que puedes acariciar. Luego miras a tu alrededor y ves una máquina arcade con la que puedes jugar si te apetece. Todo objeto presente en el lugar está relacionado con los videojuegos y los felinos, sin contar que recibirás la mejor atención médica posible. No, no es un sueño. Ese lugar realmente existe, y se llama Powers Family Medicine.

Genial.guru le parece que la idea de unir la atención médica con gatos y videojuegos es sensacional, por lo que quiere compartir contigo todo lo que investigó acerca de este fantástico lugar.

La historia del Dr. Powers

El Dr. William J. Powers es un médico clínico familiar, fanático de los videojuegos y de los gatos, quien vivía junto con su esposa (quien también es doctora) y sus gatos, Arcturus, Cygnus y Sirius, en una linda casa. De hecho, dos de sus mascotas eran poseedores de los récords Guinness al gato más alto y al de la cola más larga del mundo. La fama de los mininos fue de gran ayuda para recaudar dinero y colaborar con un refugio de felinos de la ciudad.

El doctor crió a estos animales desde que eran cachorros con un alimento diseñado por él, y fue gracias a eso que obtuvieron sus cualidades. Sin embargo, todo cambió un trágico día de 2017, cuando el hogar de esta familia se incendió por completo. Los amados gatos murieron, y el doctor sufrió graves heridas.

Al hombre le tomó un año recuperarse física y emocionalmente. Cuando decidió regresar al trabajo, se dio cuenta de que no quería vivir igual que lo había hecho en el pasado. Quería ser feliz y disfrutar de lo que le gustaba: los gatos y los videojuegos.

Un sueño hecho realidad

Entonces, con el apoyo de su esposa, decidió abrir una clínica apta para todo público que ofreciera, como parte de la terapia, lo que a él lo hacía feliz.

Sin embargo, los amigos y colegas dudaban de la idea de Powers. Le decían que los pacientes preferirían un lugar aséptico y que luciera profesional antes que el suyo. Pero, a pesar de esas recomendaciones, la clínica abrió sus puertas, y su éxito fue total.

A seis meses de la inauguración, más de mil pacientes ya acudieron a esta, y ya hay una lista de espera para atenderse allí. Tanto es su éxito, que la clínica está en el primer puesto en práctica familiar.

Una terapia nada convencional

¿Cuál es el secreto del éxito? La terapia de Powers se basa en sus propios intereses. Toda la clínica está decorada como si fuera un gran videojuego. Además, allí se encuentran los gatos Phoenix, Hyperion y Polaris, de raza savannah y bengala.

Los tres carecen del gen que produce alergia en las personas, por lo que son hipoalergénicos, y todo el mundo puede acariciarlos sin temor. Cada uno tiene sus días y horarios de “atención”.

Clínica apta para todo público

Desde el primer momento, Powers quiso que su clínica fuera inclusiva. No se le niega la atención médica a nadie, no importa su condición sexual, etnia, religión o antecedentes. “Todos son atendidos y tratados con respeto”, afirma el doctor.

La privacidad también es importante allí. Cuando un nuevo paciente llega a la clínica, se registra solo con sus iniciales. Entonces, se le da un muñeco de colección (Amiibo). Si la persona no conoce al personaje, puede encontrar su nombre impreso debajo. Cuando llega su turno de ser atendida, la secretaria la llama por ese nombre, por ejemplo, “¡Pikachu!”.

La popularidad de la clínica es tanta que no necesita de publicidad. A cambio, cada paciente que refiere a otro pone su nombre en una caja y, al final de cada mes, el Dr. Powers saca un papel y le regala al ganador del sorteo una consola Nintendo o una 3ds XL.

El ambiente de la clínica es distendido, pero sin dejar de ser profesional. Allí se respira amabilidad y tranquilidad. Los gatos son cariñosos y amigables, y están listos para ser acariciados. No hay lugar para el aburrimiento porque siempre hay a la mano un entretenido videojuego para pasar el rato. Los pacientes salen del lugar con una sonrisa, algo fundamental para que su tratamiento, cualquiera que este sea, dé buenos resultados.

¿Te gustaría visitar la clínica del Dr. Powers? ¿Crees que su terapia realmente funciona? Comparte tus pensamientos con nosotros en la sección de comentarios a continuación.

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