Una psicopedagoga nos expone qué preguntas no deberíamos hacerle a los niños

Psicología
hace 1 año

La educación de los niños es importante, y hay cosas que uno como adulto debe de abstenerse a hacer frente a ellos, o incluso formulamos preguntas que no son las mejores y es mejor callar. Muchas de estas se deben a que pueden afectar el crecimiento de los niños. La licenciada en psicopedagogía María del Carmen Aceretto nos explicó por qué estas preguntas no son aptas para los niños y cómo terminan perjudicándolos.

¿Cuál crees que es la enseñanza más grande que dan los niños? ¿De qué solías hablar con tus padres cuando eras niño?

1. Preguntar sobre el padre favorito

La psicopedagoga María del Carmen Aceretto explica que preguntar sobre el padre favorito, o incluso, el clásico “¿me quieres?”, no es bueno. Al hacer esto se pone al niño en un lugar incómodo al elegir efectivamente cuando no está en condiciones de hacerlo. Uno compromete al niño a tomar una postura difícil.

Lo ideal sería reforzar los vínculos con ambos padres. De esta manera se van a sentir protegidos por sus adultos, quienes son los que deben de cuidar de él. La licenciada también explica que realmente no es necesario que el niño elija un favorito, sino que disfrute de ambos.

2. Dar un beso a alguien

Muchos padres, principalmente en Latinoamérica, suelen forzar a sus hijos a saludar de besos a las tías, tíos, y a veces a sus amiguitos de sexo opuesto en manera de diversión “inocente”. Pero la licenciada advierte que no hay que forzar las muestras de cariño ni el contacto físico. Lo que se tiene que hacer es enseñarles que las muestras de cariño deben llegar hasta donde ellos quieran, aprendiendo a respetar su cuerpo desde pequeños, enseñándoles que nadie tiene derecho a pasarse del límite que ellos pongan.

3. Decidir qué cenar

El adulto en la familia no debe de preguntar a los niños “¿qué quieren cenar?”. La licenciada Aceretto explica que no es bueno realizar esa pregunta porque le otorgas un rol de adulto en las decisiones que no tienen ni están aptos para ejercer. El adulto debe de ser la persona que guía, orienta y dirige la actividad en la casa, no el niño.

Lo que se podría hacer es dar opciones sobre la comida: “¿qué prefieres, milanesa de pollo o carne?”. Al darle estas sugerencias, el padre o madre sigue ejerciendo su rol. No significa darle al niño el poder de la decisión, ya que no es capaz de tenerlo y de asumirlo. La asimetría en el vínculo tiene que estar, porque necesitan del sostén del padre; darle el “poder” de decisión implicaría la ruptura de la asimetría y autoridad en la función de padres.

4. Comenzar una pelea

La licenciada dice que no tiene caso preguntar “¿quién empezó la pelea?”, porque es algo que no implica una verdad absoluta, no sirve la confrontación, pues cada uno tiene su propia verdad.

Lo importante sería ver cómo actúan en adelante, tratando de gestionar el conflicto, buscando posibles soluciones a partir del diálogo, y buscar ponerse en el lugar del otro, provocando la empatía.

5. Hacer las cosas por él

La pregunta “¿quieres que lo haga yo?” no es la mejor opción, porque le estamos demostrando que no lo hace del todo bien y que nosotros lo haríamos mejor. Una opción viable sería “si necesitas ayuda, puedes pedírmela”, brindando confianza y generando autonomía. También le estás dando la enseñanza de que no está mal pedir ayuda.

6. Cuestionar sobre relaciones amorosas

Generalmente, les hacen preguntas sobre relaciones amorosas cuando todavía son niños. “¿Tienes novio/novia?”, la cual no se debería de hacer, aunque sea en forma de “chiste inocente”. La licenciada explica que no es bueno poner a los niños de modo que se vean entre ellos de otra manera. En la niñez, las relaciones son puramente de amistad.

7. Tener curiosidad por su aprendizaje

Es normal tener curiosidad por lo que los niños están aprendiendo y ver sus avances. Pero no es bueno preguntarles sobre lo que aprendieron en el día. La psicopedagoga Aceretto explica que al hacer esto es una forma de hacerles sentir que obligatoriamente “tiene” que aprender algo, como una imposición. Es mejor preguntar “¿cómo fue tu día de hoy? ¿Hay algo que me quieras contar?”, de esta manera dejan abierta la puerta de diálogo.

8. Socializar

“¿Hiciste amigos?”, es una pregunta que no es buena hacer a los niños, según explica la especialista. Esto es porque pareciera que las relaciones de amistad están forzosamente impuestas; por lo tanto, lo mejor sería preguntar “¿cómo te gustaría que sea tu amigo? ¿Qué cualidades tendría que tener?”.

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