Una pareja refugió a una perrita callejera y ella les devolvió el favor esa misma noche

En más de una ocasión los animales han demostrado ser una gran compañía. Por eso, cuando una pareja en Tuxtla supo que una perrita era maltratada por vivir en la calle, no dudaron en darle refugio cada vez que podían. Sin esperar que una de esas noches, la perrita cambiaría su vida.

Débora es una perrita que, por desgracia, como muchos otros animalitos, se encontraba sin hogar, viviendo en la calle. Solía vagabundear por las calles de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en busca de algún cariño o algo para comer, usualmente, sin mucho éxito.

En una de estas calles por las que solía pasar, una pareja tiene un local de abarrotes. Los dueños de la tienda solían ver a Débora pasear sin rumbo por su colonia. Se percataron que aunque no hacía ningún mal, había vecinos que se molestaban por su presencia y no la trataban bien, llegando incluso a maltratarla.

Por esa razón, cada vez que podía, la pareja daba resguardo temporal a la perrita, para que por lo menos tuviera dónde pasar la noche y la dejaban dormir dentro de la tienda. Aunque los dueños lo hacían para evitar que la perrita la pasara mal, jamás imaginaron que demostraría su agradecimiento con creces.

En una de esas noches que decidieron darle resguardo. Un sujeto se acercó y prendió fuego al local. Débora, que estaba durmiendo ahí, se dio cuenta de inmediato que algo sucedía y comenzó a ladrar de un lado a otro, hasta que logró despertar al dueño y llamar su atención. El dueño se percató de lo que ocurría y afortunadamente pudo llegar a tiempo a apagar el incendio.

Gracias a sus ladridos, Débora salvó a dos personas y otros tres perritos de una posible tragedia. Los dueños quedaron tan sorprendidos de la heroica acción de la noble perrita. Ahora, como agradecimiento, la pareja adoptó a Débora como parte de su familia.

Aunque durante algunos días Débora tuvo que estar en el veterinario por el humo inhalado durante el incidente, se encuentra bien y además no volverá a pasar noches en la calle. Gracias a su valentía y su lealtad con quienes le ofrecieron refugio, ahora tiene una familia para toda la vida.