Una joven pasaba por una difícil enfermedad, pero su amor la esperó sin importar el tiempo
En la vida nos vamos encontrando con diferentes experiencias, a veces lindas de recordar y otras más difíciles. Muchas veces no tenemos control sobre estos sucesos, pero siempre podemos escoger qué actitud tomar ante lo imprevisto. Viktoria es una joven que se ha enfrentado a una dura enfermedad. Aunque su recuperación ha sido lenta y su camino es complicado, ahora comparte su historia para motivar a otros y demuestra que el amor sobrevive a los obstáculos.
Un diagnóstico que cambió su vida
Viktoria es una joven estudiante de Illinois a la que le gustaba salir con su novio y sus amigos. Ocasionalmente, sentía algunos malestares en su cuerpo, como episodios de fiebre, cansancio extremo y dolor en las articulaciones. Ella no imaginaba que estos síntomas serían el inicio de un largo y duro trayecto.
En 2016, dos años después de no encontrar respuestas sobre su salud, Viktoria fue diagnosticada con lupus. Esta enfermedad provoca que el sistema inmunitario ataque las células sanas del cuerpo. Es difícil de diagnosticar porque los síntomas suelen ser muy diferentes en cada persona.
Viktoria luchaba contra su padecimiento con la mejor actitud posible. Pero en 2019, a sus 23 años, sufrió una necrólisis epidérmica tóxica, una reacción a los medicamentos que causa daños en la piel y en los órganos. La joven tuvo que ser inducida a un coma y pasó un mes sin despertar.
Ella cuenta que en ese tiempo soñaba mucho y escuchaba la voz de su madre y la de las enfermeras que le hablaban todos los días, aunque no podía entender por qué no la escuchaban a ella. Viktoria despertó sin noción del tiempo y muy sedienta. Había perdido mucho peso, el cabello y no se reconocía en el espejo.
La promesa de estar juntos
Ella estaba confundida y casi no podía moverse, pero la consolaba que Nick, su novio, siempre estuviera pendiente de ella. Un mes después de que Viktoria despertó, Nick tomó la decisión de proponerle matrimonio para demostrarle que no se movería de su lado. La joven aún estaba muy débil y no podía hablar, pero lentamente le dijo sí con la cabeza y estiró la mano para recibir su anillo de compromiso. Con las pocas fuerzas que tenía, se extendió para abrazar a quien ahora era su prometido.
El amor fue la clave
La mamá de Viktoria, su familia, sus amigos y su pareja estuvieron siempre cerca para rodearla de amor en los difíciles momentos que pasaba. Había despertado del coma, pero el camino hacia su recuperación aún era largo. La joven estuvo alrededor de 240 días internada en diferentes hospitales, donde pasó por múltiples cirugías y tuvo que volver a aprender a caminar, hablar, comer y moverse.
Viktoria dice estar más agradecida que nunca por las cosas más pequeñas. Ahora aprecia poder bañarse, cambiarse sola o salir a caminar. “Hay cosas que damos por sentadas y no sabemos cuán importantes son hasta que no las tenemos más”.
Tres años de espera
Después de mucho esfuerzo y fortaleza, Viktoria ahora está mucho más sana. Su cabello volvió a crecer, recuperó peso y en agosto de 2022, tres años después del difícil episodio, Viktoria y Nick al fin pudieron cumplir la promesa que se hicieron. Vivieron su ansiada boda con sus seres queridos, celebrando la unión de sus vidas y la salud y la recuperación de Viktoria.
Compartiendo su historia
Viktoria dice que, aunque su proceso ha sido difícil, también es una motivación poder compartir su historia. Para ella tener una red de apoyo que le brindaba ánimos y amor fue vital para poder sanar, pero entiende que no todos tienen ese privilegio, y por eso ahora en sus redes sociales habla sobre su enfermedad y su recuperación. “Quiero estar para ellos. Al compartir mi historia, espero que la gente encuentre consuelo y sepa que no está sola en su lucha”.
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