¿Y si los milpiés tuvieran el tamaño de un auto (y sí lo tuvieron)?
Así que, estás en un restaurante comiendo cuando de pronto oyes gente gritando. Miras por la ventana y ves a todo el mundo huyendo de algo. Sigues comiendo. Pero empiezan a formarse ondas en tu sopa, y cada vez son más amplias. Las alarmas de los carros suenan y los cristales se rompen. El suelo retumba. La televisión pierde la señal. Espera... ¿sin televisión? Sueltas la cuchara y sales al exterior. Ves unas grandes figuras oscuras que se arrastran y se dirigen hacia ti. Tu corazón late con fuerza. Te tiemblan las piernas. Sin embargo, te quedas quieto y no intentas huir como los demás.
9 años después. Te ha crecido una impresionante barba y ganaste un montón de músculos. Has conducido una moto todo este tiempo, ayudando a la gente a cambio de comida y refugio. No tienes un hogar permanente desde que emergieron los insectos. Conduces por el campo, donde la vegetación se ha apoderado de la arquitectura urbana. Todos los carteles publicitarios de la época anterior a la aparición de los bichos están descoloridos y cubiertos de enredaderas. Las fábricas abandonadas junto a la carretera son ahora nidos de crianza para los insectos. Pasas por ahí durante el día, sin preocuparte de nada, ya que los milpiés son criaturas nocturnas y limpian los desechos de la Tierra. Pero estos insectos gigantes son peligrosos y agresivos con los humanos, a quienes atacan al verlos.
Está oscureciendo y no tienes ningún lugar donde quedarte. Tu única opción es conducir hasta encontrar otro asentamiento que pueda acogerte. El sol se está poniendo, y puedes oír a los bichos arrastrándose hacia el exterior. Sabes que ya pueden olerte. El camino es rocoso y fangoso. No tienes más remedio que seguir adelante. Ya está oscuro y solo puedes ver lo que tienes delante gracias a la luz led de tu moto. Oyes los crujidos de los milpiés al despertarse con el sonido de tu moto. Se lanzan contra ti, pero tú los esquivas. Algunos salen del subsuelo e intentan llevarte con ellos, pero consigues escapar con un daño mínimo en tu moto.
Derrapas y te adentras en el espeso bosque como atajo hacia la carretera principal, protegida por vigilantes. En el bosque hay otros insectos enormes que se han apoderado del mundo, como escarabajos y cucarachas gigantes, y siempre tienen hambre. Sales del bosque y llegas a la autopista. Los milpiés son lentos, pero las cucarachas son rápidas. Corren detrás de ti y, de repente, una trampa sale disparada por los lados y captura a una. Los otros insectos que te persiguen se asustan y huyen. Los vigilantes atan una cucaracha del tamaño de un autobús y la llevan a la ciudad. Te recompensan con algo de comida y un lugar para dormir durante el tiempo que necesites. Entras en el pueblo, que solía ser un centro comercial, y encuentras un lugar de descanso. Después de cenar, te diriges a las literas e intentas dormir. Das vueltas en la cama, pero no consigues dormirte.
Vuelves al restaurante donde empezó todo. Pero esta vez, cuando sales, todo está cubierto de bichos: los edificios, las aceras y todas las tiendas del interior. Eres el único que está de pie y no encuentras la forma de escapar. Incluso las personas se han transformado en insectos. Los bichos pululan a tu alrededor, pero te despiertas en la litera chorreando sudor. Fue solo una pesadilla más. Las has tenido desde que los insectos subieron al poder. Al día siguiente, ves a todo el mundo reunido alrededor de la plaza del pueblo. Todos murmuran para sí mismos. Te diriges al centro y ves una gran pata que pertenece a algún insecto monstruoso. Tiene la longitud de una alberca olímpica. ¡Su cuerpo debe ser 10 veces más grande! Te dicen que pertenece a un escorpión. Está enojado y quiere vengarse. Así que antes de que ataque la ciudad por la noche, unos cuantos de los más duros de la ciudad van a cazarlo durante el día, donde busca refugio en una cueva.
Te equipas y preparas todo lo que necesitas para el viaje. Eres solo tú y otros 3 voluntarios lo suficientemente hábiles para esta misión. Te subes a tu moto y sigues al equipo hasta el lugar. Los escorpiones pueden vivir en casi todas las condiciones, y este se esconde en una gran cueva que en su día fue un popular centro turístico de pícnic. Conduces por el campo y la región montañosa. Tu cerebro reproduce algunos recuerdos de los días en que disfrutabas de esos lugares sin preocuparte de ser comida para insectos. Después de un par de horas, llegas al destino y ves el hueco donde debe estar escondido el escorpión. Todos se bajan de sus motos y se ponen los lentes de visión nocturna para entrar.
Está húmedo y pegajoso. Incluso con las gafas, es difícil saber por dónde vas. Estás siguiendo al equipo que ya se encontró con este escorpión. Se la están viendo negras tratando de alcanzarlo. El mayor problema es que el escorpión está constantemente cavando nuevos túneles. Por lo tanto, el lugar donde originalmente lo encontraron está vacío. Es demasiado tarde para volver atrás, así que la única solución es seguir adelante, con la esperanza de encontrar al escorpión. Los túneles son profundos, pero el grupo trajo equipos de rapel para descender por ellos. Te pones el tuyo y bajas. Apenas hay oxígeno, así que el grupo trajo algunas botellas con este para continuar la misión.
Estás en territorio hostil. Los túneles son pequeños y estrechos, solo suficientemente grandes para que una persona camine a la vez. Mientras el equipo sigue avanzando, no puedes evitar preguntarte quién ha podido cavar estos ductos. El escorpión es demasiado grande, así que tiene que haber algo más en estas cuevas y túneles. Miras a tu alrededor e intentas encontrar alguna pista, pero los ductos están limpios. Sigues avanzando y te das cuenta de que algunos túneles se dividen en muchas direcciones: por encima y por debajo de ti. Nadie sabe a dónde ir. Por suerte, colocaste una cuerda al principio. La ataste a uno de los miembros de la tripulación para que cualquiera pueda volver sobre sus pasos fácilmente. ¡Pero te das cuenta de que alguien o algo la cortó! Los ductos empiezan a retumbar. Algunas rocas caen, y corres de vuelta al principio. De pronto, te encuentras cara a cara con una hormiga gigante del tamaño de un perro grande. Sus incisivos pueden cortar una sandía por la mitad.
Solo tienes una opción: correr tan rápido como puedas. Las hormigas te persiguen, pero dejas caer algunas cosas para distraerlas. Son inteligentes y te huelen como el gran premio. Llegas a un callejón sin salida y miras a tu alrededor. Los insectos vienen directamente hacia ti, pero se detienen por alguna razón. Sus antenas empiezan a parpadear e inmediatamente huyen. Las sigues y ves que se reagrupan cerca de su reina. Parece que este nido de escorpiones se ha convertido en un hogar para hormigas del tamaño de un perro. Miras a tu alrededor y te das cuenta de que perdiste a tus compañeros. No puedes abandonarlos ahora, así que la misión se convierte en una de rescate. No puedes usar los walkie-talkies porque llamarías demasiado la atención. Así que te arrastras tratando de acercarte a la reina. Está rodeada por miles de hormigas obreras y soldados que la protegen y siguen todas sus órdenes.
La buena noticia es que ves a tu equipo. La mala es que parecen estar capturados por las hormigas y listos para ser servidos a la reina para el almuerzo. Sacas tu megáfono y haces sonar una frecuencia aguda para desorientar a los insectos. Todos corren enloquecidos. Tu equipo consigue escapar y te localiza. Mientras se dirigen hacia ti, el escorpión gigante irrumpe en los túneles profundos y se cuela en la fiesta. Todas las hormigas se ponen en modo de defensa antes de atacar: miles de hormigas del tamaño de un perro contra un escorpión del tamaño de un transbordador. No hay forma segura de ver este épico enfrentamiento, así que tú y el equipo escapan de vuelta a la seguridad de la luz del día. Una cosa es segura: el escorpión destruyó el nido de hormigas, y las hormigas se deshicieron del escorpión. Ninguno volverá a ser una amenaza para la comunidad.
En el camino de vuelta a casa, ves a unos pacíficos insectos explorando el terreno y comiendo algo de vegetación en los campos cercanos. Le dices al equipo que vuelva a la base. Detienes la moto en un acantilado y observas el atardecer. Una sombra se acerca a ti por detrás. Te giras y ves a un humano transformado con rasgos de insecto que se acerca como un zombi. Hay docenas de ellos. Corres al pueblo para avisar a todos.