10 Series icónicas creadas por mentes brillantes; te contamos cómo nacieron

Arte
hace 3 años

Aunque el nuevo siglo nos ha traído joyas inolvidables como Gladiador y Golpes del destino, los años 2000 giraron la balanza hacia el lado de las series de televisión, que pasaron de tener audiencias fieles a generar auténticos fanáticos. Las superproducciones de Hollywood ya no se limitaban a la gran pantalla, las series de culto habían llegado para quedarse.

En Genial.guru, sabemos que las series no solo forman parte del ocio de nuestros lectores, sino que algunas han unido amigos, llenado silencios incómodos en el ascensor o incluso inspirado nombres de mascotas (¿quién no conoce a una “Khaleesi”?). Es por esto que hemos investigado el origen y la elaboración de diez de las mejores series del siglo XXI, y creemos que los detalles te sorprenderán.

1. Los Soprano

Era imposible no tenerle miedo y, a la vez, lástima a Tony Soprano. Un gánster implacable que acudía a terapia por ataques de pánico, un capo despiadado y, al mismo tiempo, un niño traumatizado por su madre. Con el patriarca de los DiMeo llegó la década dorada del antihéroe a la pequeña pantalla.

Inicialmente, David Chase concibió la idea de Los Soprano para una película, pero tras consultarlo con su representante, decidió adaptar el concepto para una serie de televisión. El escritor confesó haber trasladado su dinámica familiar a la casa de los DiMeo, incluyendo la relación con su madre y la figura de su propia psiquiatra.

Si bien Chase basó el tejido emocional de la serie en su propia historia, el enfoque criminal lo adoptó, en su mayoría, de la familia DeCavalcante. La trama de Los Soprano era tan realista que las familias mafiosas de la época llegaron a sospechar que alguno de los suyos estaba compartiendo información privilegiada con los escritores de la serie.

David Chase y el productor Brad Grey presentaron el proyecto de Los Soprano a varias cadenas sin éxito, pero, finalmente, fue la productora HBO la que decidió financiar el piloto en 1997. Lo más probable es que la cadena nunca se arrepienta de apostar por esta peculiar idea que encabeza la lista de los 100 mejores programas de televisión de todos los tiempos elaborada por la revista Rolling Stone.

2. Mad Men

Mentiras, luchas de poder, ambición y triángulos amorosos en la élite neoyorquina de los años sesenta. Con esta descripción, bien podríamos pensar que se trata de una telenovela, pero para Mad Men tiene mucho de documental: el diseño de la decoración, el vestuario y las costumbres de la época hacen de esta serie una de las más fieles a su período histórico.

La historia de esta serie demuestra lo pequeño que es el mundo. En el año 2000, Matthew Weiner escribió el guion para el piloto de Mad Men. Dos años después, el manuscrito llegó a manos de David Chase (sí, el creador de Los Soprano), a quien le gustó tanto, que contrató a Weiner para escribir la quinta y sexta temporadas de esta última. Esto supuso una gran oportunidad profesional para el escritor, pero, ¿qué pasaba con su proyecto?

El guion de Mad Men circuló por las manos más selectas de Hollywood durante siete años, y aunque las cadenas apreciaban la elegancia de la trama, no estaban dispuestas a invertir dinero en ella. Un día llegó a manos de Rob Sorcher, quien, inicialmente, tuvo la misma reacción que sus colegas de profesión: “Es lenta. No da para más. Es la peor idea de la historia”.

Pero Sorcher tenía una ventaja: en ese momento no le importaban los índices de audiencia. Solo buscaba un proyecto de calidad para producir una serie original que le aportara prestigio a la cadena AMC, por lo que decidió arriesgarse con Mad Men. Así comenzó una aventura de 92 capítulos que Rolling Stone calificaría de “el mejor drama televisivo de todos los tiempos”.

Ególatra, mujeriego y de pasado oscuro, el personaje de Don Draper está basado en el icónico publicista Draper Daniels, cuya viuda llegó a admitir las similitudes entre ambos. Un último dato curioso: aunque la serie se desarrolla en Nueva York, se grabó casi por completo en Los Ángeles.

3. 24

El productor Joel Surnow tenía la idea de una serie de acción con una temporada de 24 capítulos, cada uno de una hora, que en total narrarían el transcurso de un solo día en la vida de sus protagonistas. Cuando la compartió con su colega Robert Cochran, su respuesta fue: “Nunca funcionaría y es demasiado difícil”. Afortunadamente para millones de espectadores, la discusión no acabó ahí.

24 marcaría un hito en la historia por su uso del concepto de “tiempo real”, que creaba en el público una sensación de urgencia sin precedentes. El objetivo de los creadores era que los espectadores se sintiesen en una carrera contra el reloj, por lo que decidieron que un minuto suyo equivaldría a un minuto en la vida de los protagonistas. Cada capítulo transcurría bajo la estricta supervisión de un temporizador en cuenta regresiva, siempre presente en la pantalla.

Aquí viene lo realmente sorprendente: la hora de duración del episodio incluía las pausas publicitarias. El guion estaba diseñado al milisegundo, indicando dónde debían insertarse estos descansos y la duración de los mismos. Así, los eventos “mundanos”, tales como los desplazamientos de los personajes, se producían en un lapso de tiempo que tenía lugar en el descanso publicitario; y las pantallas divididas permitían mostrar las vivencias de varios personajes a la vez.

De esta forma, “la peor idea que Robert Cochran había escuchado jamás” ganó 20 premios Emmy y dos Globos de Oro. En 2005, el Instituto Estadounidense del Cine la consideró entre las diez mejores series del año. 24 ha cambiado el rostro de la televisión una hora, un minuto, un segundo a la vez—, es una obra maestra de la narración”, afirmaron los jueces.

4. Dr. House: Diagnóstico Médico

Con Dr. House: Diagnóstico Médico, David Shore nos demostró que no es necesario escribir sobre crimen o mentiras para crear un antihéroe memorable. También puede ser insultantemente honesto y dedicar su vida a salvar la de los demás. Pero Shore no fue pionero en construir un héroe que nadie invitaría jamás a una fiesta, se inspiró en el detective más famoso de la historia.

Los parecidos entre Gregory HouseSherlock Holmes son más que notables. Aunque la labor de ambos es admirable, ninguno la practica para ayudar a los demás, sino que lo toman como un reto intelectual que resuelven aplicando el razonamiento deductivo. Puede que, ahora que lo hemos mencionado, encuentres otras similitudes entre ambas historias. ¿O acaso no te recuerda a alguien el Dr. Wilson, único amigo de House? Elemental, querido Watson.

La serie, que nos muestra el día a día de una reputada unidad de diagnóstico, se concibió en sus inicios como una novela tipo policíaca donde la enfermedad era el crimen y los médicos debían resolverla con los síntomas como única pista. La productora Fox la compró con una condición: querían “una historia de ciencia médica, sin batas blancas corriendo por el pasillo”.

Si había algo que los productores de la serie tenían claro era que el papel de Gregory House debía interpretarlo el hombre americano por excelencia. En aquel momento, Hugh Laurie se encontraba en Namibia filmando su película El vuelo del fénix, por lo que tuvo que improvisar una grabación en el baño del hotel (el único lugar con suficiente luz) utilizando un paraguas para simular el característico bastón de Dr. House.

Cuando el productor ejecutivo Bryan Singer vio la grabación de Laurie, supo que había encontrado a House: “Ves, eso es lo que quiero, un hombre americano”, afirmó Singer. Alguien había olvidado mencionarle que Laurie es, en realidad, inglés. No es de extrañar que el actor fuera nominado seis años consecutivos al Globo de Oro por mejor actor en una serie de televisión, haciéndose con dos estatuillas.

5. Los Simpson

Aunque esta serie comenzó antes del año 2000, es una de las más longevas de la historia, y al día de hoy, se sigue emitiendo tras más de treinta años. Los Simpson ha visto crecer a dos generaciones, y es otra demostración de que los protagonistas de las series no deben ser perfectos para conquistarnos.

El fenómeno televisivo nació cuando el productor James L. Brooks quiso incluir pequeños sketches animados antes y después del descanso publicitario en el programa en el que trabajaba, El show de Tracey Ullman. Brooks era un entusiasta del cómic La vida en el infierno y le pidió a su creador, Matt Groening, que le presentara una idea basada en este proyecto.

Cuando Groening supo que crear una serie animada de La vida en el infierno implicaría rescindir los derechos sobre el trabajo de toda una vida, rechazó la oferta. Ante la insistencia de los productores, el ilustrador propuso una nueva idea entorno a lo que podría considerarse una típica familia estadounidense, con la salvedad de que era completamente disfuncional.

Groening cuenta que esbozó la idea y los personajes en el recibidor de la productora Fox, mientras esperaba a ser llamado para su presentación. Los nombró como a los miembros de su propia familia, cambiando su nombre por el de Bart (anagrama de la palabra brat, “niño malcriado” en inglés). El personaje más polémico desde sus comienzos, Bart fue nombrado por la revista TIME como una de las “personas” más influyentes del siglo XX. Fue el único personaje ficticio en aparecer en la lista.

6. Stranger Things

Los hermanos Matt y Ross Duffer son los padres de Stranger Things, además de un auténtico ejemplo de perseverancia. Su guion fue rechazado por más de quince cadenas en 2015, bajo la opinión común de que una trama para adultos alrededor de personajes infantiles nunca funcionaría. Los animaban a que la convirtieran en una serie infantil. A finales de ese mismo año, Netflix decidió apostar por el formato original, y el resto ya es historia.

Los Duffer encontraron su inspiración en la película La sospecha, que relata los tormentos de un padre ante el secuestro de su hija. Decidieron extender esta agonía por ocho capítulos, añadir pesadillas infantiles, algo de escenografía ochentera y terminar con una pizca de teorías conspiratorias sobre la Guerra Fría. La receta perfecta.

Los Duffer se habían inspirado en una película y querían un producto cinematográfico, pero eran conscientes de que no podían crear un largometraje tan extenso, por lo que concibieron Stranger Things como una miniserie que acabaría con la muerte de Eleven. Afortunadamente para ella y sus miles de seguidores, Netflix les hizo cambiar de idea. Tras el estreno de la cuarta temporada, la serie alcanzó una audiencia de 41 millones en tan solo cuatro días, batiendo el récord de Netflix.

7. La teoría del Big Bang

La teoría del Big Bang tuvo dos inicios. En palabras de Chuck Lorre: “Hicimos el piloto de Big Bang [...] y fue un fracaso... pero había dos factores que funcionaban a la perfección, y esos eran Johnny y Jim”. Los únicos personajes que habían causado simpatía en las encuestas del primer piloto fueron Leonard Hofstadter (Johnny Galecki) y Sheldon Cooper (Jim Parsons), por lo que se reemplazó al resto del elenco.

Mientras algunas producciones resaltan por su veracidad histórica o la autenticidad de su lenguaje, La teoría del Big Bang lo hace por su contenido científico. Cada guion era revisado por David Saltzberg, doctor en Física y Astronomía, quien proporcionaba las ecuaciones y diagramas que vemos en pantalla. También fue asesora Mayim Bialik, quien, como su personaje Amy Farrah Fowler, es doctora en neurociencia.

Tras doce años de emisión ininterrumpida, esta aventura terminó en 2019 con diez premios Emmy, (cuatro de los cuales fueron para Jim Parsons) y el título de comedia más vista en Estados Unidos.

8. Desaparecidos

No te preocupes, no la hemos olvidado. En mayo de 2010, “la reina de las maratones” mantuvo despiertos a más de 13,5 millones de espectadores por todo el mundo. Era el último capítulo tras 6 años de acompañar a 70 personajes mientras trataban de sobrevivir en un paraíso maldito (realmente, eran 71, si contamos al perro).

Lo que puede que algunos no sepan, es que los creadores de Desaparecidos no contaron sus verdaderas intenciones para la serie cuando la presentaron ante la cadena ABC. En concreto, prometieron que la serie no sería muy dramática, que cada episodio podría entenderse sin necesidad de ver el anterior, y que no habría un “misterio final” que resolver en la trama.

Cualquiera que haya visto Desaparecidos diría que sus creadores fallaron en todos sus propósitos, pero lo cierto es que sus planes eran otros desde el principio: “Aunque fuera nuestra intención incumplir todo lo dicho, necesitábamos ponerlo en el documento”, confesó Damon Lindelof, uno de los creadores de la serie. Tras comprobar los índices de audiencia del primer capítulo (18,5 millones), ABC decidió perdonarlos amablemente.

9. Breaking Bad

En su entrevista con el autor del libro Script Tease, Vince Gilligan recuerda una conversación que mantuvo con su amigo Thomas Schnauz en 2005. Se quejaban de la situación de Hollywood, y bromeaban a cerca de la escasez de proyectos interesantes. “Mientras hablábamos, la idea de este personaje simplemente apareció en mi cabeza, fue como una epifanía”.

El escritor quería llevar al extremo la temática del antihéroe. Si bien el público ya conocía a protagonistas de “luces y sombras” como Tony Soprano o Don Draper, el personaje de Walter White se trasladaría del blanco al negro, comenzando como protagonista en la primera temporada hasta convertirse en antagonista en la última. “Queremos que la gente se cuestione sobre a quién apoya realmente y por qué”, afirmó Gilligan.

Y así, a partir de una simple broma entre amigos, se concibió la obra que batiría el récord Guinness como la serie mejor calificada de todos los tiempos, no sin antes haber sido rechazada por múltiples productoras.

10. La casa de papel

Durante dos décadas, las series de televisión nos han enseñado a “encontrar el lado bueno de los malos”. La casa de papel nos trae a protagonistas de moral discutible, a quienes se les da tan bien robar como sentir. Sus dramas familiares, sus historias de supervivencia y su carisma nos han cautivado a todos, por lo que nos cuesta creer que la serie fracasase en sus inicios.

La casa de papel es la historia de un fracaso”, afirma Javier Gómez Santander, guionista de la serie, en el nuevo documental de Netflix La casa de papel, el fenómeno. La serie se estrenó en 2017 en la cadena de televisión española Antena 3 y, aunque en un principio registró buena audiencia, las cifras bajaron tanto en la segunda temporada que la cadena decidió cancelar la serie.

Aun así, Netflix decidió comprarla y la incluyó en su catálogo internacional. Poco después, se convirtió en la serie de habla no inglesa más vista de la plataforma, y en 2020 alcanzó el puesto de serie más demandada en el mundo.

Cada año se estrenan centenares de series nuevas y, lamentablemente, no podemos incluirlas todas en un solo artículo, por lo que te preguntamos: ¿cuáles habrías elegido tú?, ¿conoces detalles curiosos sobre su origen? Cuéntanoslo todo sobre tus series de culto en la sección de comentarios.

Comentarios

Recibir notificaciones

Allí faltó "Friends". Para mí es el mejor sitcom de todos los tiempos

-
-
Responder

Lecturas relacionadas