9 Actores para quienes actuar es mucho más que seguir ciegamente un guion

Arte
hace 2 años

Amamos a los actores por su apariencia, talentocarisma, pero a menudo no nos preguntamos por qué se convirtieron en los más exitosos entre cientos de otros actores talentosos y encantadores. El secreto es que, por el bien de un rol, están dispuestos a llegar muy lejos, y no solo a seguir métodos y prácticas comunes de la actuación.

En Genial.guru siempre hemos respetado a estos actores, pero ahora entendemos mejor por qué están en el primer escalón y no en el segundo.

Johnny Depp — Capitán Jack Sparrow

Depp hizo el andar tambaleante característico de Jack no porque el héroe estuviera en un estado inconveniente, sino porque en un barco debes desplazarte de esta manera; de lo contrario, puedes caer por el constante balanceo. Sparrow, como marinero experimentado, no puede abandonar este hábito ni siquiera en tierra. El propio actor aportó este toque y muchos otros matices al personaje. Sin embargo, el estudio Disney inicialmente consideró su actuación demasiado excéntrica, lo que casi se convierte en un gran error, porque el personaje de Depp ahora es uno de los símbolos de la empresa.

Alan Rickman — Hans Gruber

A pesar de que el papel en Duro de matar fue su debut, Alan mostró un alto profesionalismo. Él sugirió que, en vez de utilizar un uniforme militar, vistieran a su personaje con un traje elegante, y que además agregaran una escena en la que fingiera ser un rehén. Al principio, sus ideas fueron rechazadas con rudeza, pero luego el guion fue reescrito. Rickman no interpretó a un bandido severo, como los creadores querían que fuera, sino a uno carismático, ingenioso y astuto. Quizás por eso la película es relevante incluso hoy, aunque fue filmada hace más de 30 años.

Jennifer Aniston — Justine

Para darle vida al personaje de la desafortunada Justine en Una buena chica, la actriz se animó a someterse a una transformación física. Su rigidez se sentía literalmente en todo: pasos pequeños, rostro abatido, brazos flácidos colgando... Para lograr este efecto, tuvo que andar durante casi un mes con mancuernas atadas a sus muñecas. La película no se hizo popular, pero Jennifer demostró que también podía hacer este tipo de papeles.

Jake Gyllenhaal — Louis Bloom y el detective Loki

Jake es uno de los actores más atrevidos de su generación: a menudo asume papeles muy complejos y no estándar. En el guion de Primicia mortal encontró cierto parecido entre su personaje y un coyote, y lo plasmó en la pantalla. Gyllenhaal creó a un héroe ajeno a la empatía, alguien a quien lo único que le preocupa son las ganancias. Cuando ve la oportunidad de ganar dinero o al hablar de ello, sus ojos se iluminan y deja de parpadear por completo. Esta técnica, que se le ocurrió al actor, inspira miedo: Bloom, en tales escenas, parece un verdadero psicópata.

Curiosamente, el mismo año, Gyllenhaal interpretó un papel opuesto: el detective Loki en La sospecha. El personaje resolvía todos sus casos, pero cuando llegó a un callejón sin salida en busca de unas muchachas, se puso muy nervioso. Y Jake decidió volver a jugar con sus expresivos ojos: parpadeaba seguido y apretaba los párpados con fuerza. Al principio, los realizadores incluso pensaron que se trataba de una característica del propio actor, pero no era así.

Anthony Hopkins — Hannibal Lecter

El personaje de Anthony en la película El silencio de los inocentes resultó ser el más impactante, aunque apareció en la pantalla solo durante 20 minutos. En parte, su mirada hipnótica tuvo éxito porque el actor jugó magníficamente con sus ojos. Existe la opinión de que él no parpadeaba en absoluto, pero esto no es cierto. A Hopkins se le ocurrió hacerlo cuando quería. Parpadeaba raras veces, y lo hacía lentamente, como si Hannibal estuviera haciéndolo por su propia voluntad, saboreando el momento. Es posible que Gyllenhaal se haya inspirado en la imagen creada por Hopkins mientras trabajaba en Primicia mortal.

Sandra Bullock — Annie

Para su papel en Máxima velocidad, no bastó con que Sandra aprendiera a conducir. Ella obtuvo una verdadera licencia para manejar autobuses, la cual le dieron por pasar el examen en el primer intento. Sin embargo, en algunas escenas estuvo involucrado un especialista, quien se sentaba en el techo, donde había un segundo volante. La película fue un gran éxito y popularizó a la actriz.

Henry Cavill — Brujo Geralt

Después de la aprobación de Henry para el papel, oleadas de indignación de los seguidores de los libros y juegos cayeron sobre él y los creadores de la serie. Pero esto no le molestó en absoluto. El propio actor es un fanático de este universo, por lo que entendía perfectamente al personaje. Cavill no solo cambió su propia voz, imitando a quien doblaba al brujo en los juegos, sino que tampoco dudó en hacer otros ajustes, lo que causaba horror al equipo de filmación.

“Antes de filmar, les dije que necesitaban más suciedad, pero ellos se me acercaban con esta pequeña cosa con maquillaje. Eran como unos calcetines enrollados en una bola con un polvo adentro. Esto no era suficiente; yo caminaba bajo la lluvia y me revolcaba en charcos”, contó el actor. Cavill también siguió de cerca todas las discusiones de la serie en Reddit y tuvo en cuenta los comentarios que le parecieron razonables.

Danny DeVito — Lórax

Algunos actores pueden interpretar sus personajes en varios idiomas a la vez. Esta es una especie de táctica de marketing, porque las personas quieren escuchar las voces originales de sus ídolos, pero estos no siempre conocen el idioma. Danny DeVito fue mucho más allá en este asunto. Él hizo la voz de Lórax, de la película animada homónima, no solo en su inglés nativo, sino también en ruso, español, italiano y alemán, a pesar de no hablar ninguna de estas lenguas. El propio Danny decidió dar este paso y consideró que esa experiencia era un desafío interesante.

Viggo Mortensen — Aragorn

Resulta que Viggo Mortensen también lee libros, y los trata con respeto. Por lo tanto, en el caso de la trilogía El hobbit, el actor no solo no aportó algo nuevo al personaje, sino que no participó en absoluto. Antes de empezar a filmar, le pidieron que regresara al universo de Tolkien, y él respondió: “¿Saben que en El hobbit, Aragorn aún no se ha convertido en Aragorn, y que hay una diferencia de 60 años entre los libros?”. No volvieron a contactarlo.

¿Crees que vale la pena dar todo por el bien de los roles o basta con actuar con métodos estándar?

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