Cómo comprar y cocinar los alimentos para dejar de tirar comida podrida

hace 5 años

Todos hemos experimentado, al menos una vez, el arrepentimiento de tirar a la basura medio paquete de leche o un limón que hemos olvidado hasta que se llenara de moho. Cada año, en los países desarrollados, un promedio de 105 kg de productos alimenticios por persona se pudre y se tira.

Para que ya no sufras más por los productos descartados, Genial.guru ha compilado una lista de consejos simples que te ayudarán a dejar de “alimentar” el tacho de basura.

1. Usa una lista de compras

Dado que el 70,5% de las compras espontáneas recaen en alimentos, no sería superfluo ahorrar en ellos una parte significativa del presupuesto. Haz una lista de antemano, a medida que se van utilizando los productos. También divídela en otras más pequeñas: por las tiendas donde sueles comprar o por el tipo de alimentos (frutasverduras, productos congelados, dulces y bollería, etc.).

Para compilar listas, es muy cómodo recurrir al uso de una aplicación para teléfono inteligente, como, por ejemplo, Remember the Milk.

2. Más seguido y menos cantidad

Más a menudo, en la basura se quedan frutas, verduras y las sobras de comida hecha. Además, el top 10 de los productos más tirados incluye café, leche, manzanas, pan, papas y pasta. Y estos son los productos que uno podía comer mientras estaban en casa.

Por lo tanto, es más conveniente abastecerse de productos no perecederos, como fideos, productos enlatados o granos 1-2 veces al mes. Y comprar todo el resto calculándolo para 2-3 días. De esta manera no olvidarás qué se encuentra en el refrigerador, y los alimentos se comerán a tiempo. Además, cocina se es posible para 1-2 comidas, porque no solo no es lindo comer el mismo plato durante una semana, sino también puede provocar intoxicación.

3. No hagas muchos experimentos

Un menú variado es una muy buena opción, pero no te dejes llevar por las nuevas recetas. Como regla general, requieren la compra de productos adicionales, los restos de los cuales no se utilizan. Por lo tanto, es mejor limitarse a 2-3 recetas nuevas por semana.

4. Revisa el refrigerador

Así sabrás lo que hay y lo que se ha terminado. Además, mantén a la vista los alimentos perecederos y las sobras para que no te olvides de ellos. Los recipientes transparentes de vidrio o plástico “mejoran la memoria”: de inmediato se ve qué hay en ellos.

5. Mantén los alimentos frescos por más tiempo

  • Las bayas no se cubrirán pronto con moho si las lavan con agua y unas gotas de vinagre.
  • Envuelve la carne que estás a punto de congelar con papel de aluminio. De esa manera protegerás la capa superior de la formación de exceso de humedad y secado en el proceso de congelación.
  • Añade desecantes a la caja de verduras. Para hacer esto, puedes usar toallas de papel, bolsas de arroz crudo o soda, comprar cristales adsorbentes especiales como los que se ponen en cajas con zapatos. También puedes agregarlos a los productos almacenados en paquetes bien cerrados para que no tengan un olor a humedad.
  • Congela los huevos frescos, mezclándolos con sal o azúcar, para platos salados y dulces, respectivamente. De esta forma, se pueden almacenar en el congelador hasta por 1 año.
  • Congela la leche. En este estado, se puede almacenar hasta 3 meses y es ideal para cocinar o incluso para beber. Lo único, al descongelarlo puede volverse no uniforme, por lo tanto, debe mezclarse bien.
  • Congela cualquier comida preparada que no tengas tiempo de comer.

6. Decide qué vas a hacer con las sobras

Antes de cocinar, decide qué vas a hacer con las porciones de alimentos no utilizados. Por ejemplo, la mitad de la remolacha se usará para la sopa, la otra mitad servirá para las chuletas o ensalada; la mitad de un frasco de crema de leche la vas a usar para el hígado, y la mitad restante se queda para hornear o para panqueques para el desayuno.

7. Prepárate para los platos de ayer

Si a menudo te quedan restos del almuerzo, y no te gusta comer siempre lo mismo, en este caso, siempre puedes cocinar algo nuevo de ellos. Por ejemplo, de verduras, arroz o fideos se hace una sabrosa cazuela si se agrega un huevo. Cualquier trozo de carne se puede usar para hacer carne picada para albóndigas, y se puede hacer crutones de pan.

8. Reemplaza los productos con los que ya tienes

  • Para hornear: reemplaza 2 huevos por 1 banana y 1 cucharadita de polvo para hornear o 1 huevo con 3 cucharadas de mayonesa.
  • Pan rallado puede ser remplazado por avena o migas de pan secas.
  • Ensalada de verduras: apio por repollo fresco cortado en pedazos pequeños.
  • Salsa: 1 taza de kétchup por 1 taza de pasta de tomate + 2 cucharadas de vinagre + 2–3 cucharadas de azúcar.
  • Cualquier plato donde esté permitido: pollo por ternera, cerdo e incluso atún.

9. Congela porciones de los platos hechos

Algunas amas de casa prefieren cocinar cada 1-2 semanas, de modo que durante el resto de tiempo no tengan ni que acercarse a la cocina. Si no puedes dedicar un día completo para la cocina, siempre puedes usar técnicas especiales preparando la comida para 2 o 3 días.

  • Utiliza recipientes pequeños para que los productos conserven mejor su estructura cuando se congelan.
  • Además de los contenedores, abastécete con bolsas para congelar y papel film. Esto te permitirá congelar incluso el caldo: pon la bolsa en el recipiente y vierte el caldo en él, y después de que el líquido se congele, sácalo y guárdalo solo en la bolsa. Además, si envuelves el contenedor con papel film, los productos se conservarán mejor.
  • Trata de dividir los platos en porciones para una comida: así será más cómodo calentarlos.
  • Si el tamaño del congelador no permite poner muchas cosas, puedes preparar productos semielaborados: corta el repollo fresco para guisar o pela las zanahorias y guárdalas en un recipiente en el refrigerador.
  • Las papas cambian ligeramente la textura y el sabor cuando las congelas, pero esto no significa que no se puede congelarlas. Pero no se recomienda experimentar con jaleas, salsas y cremas: perderán su estructura y uniformidad.

10. Comparte la comida

Si compraste más productos en oferta de los que puedes comer antes de la fecha de vencimiento, o si cocinaste demasiados platos, compártelos con otros. Como algunos padres que dan a sus hijos adultos pasteles o mermeladas, puedes dar el yogur extra a un colega o amigo.

Por otra parte, puedes también compartir con extraños. Por ejemplo, en varios países puedes utilizar la aplicación OLIO.

¿Cómo guardas los productos?

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