8 Cosas que ocurren al dormir que nos abren los ojos a lo que ocurre mientras soñamos

Salud
hace 2 años

Se dice que, mientras dormimos, nuestro cuerpo puede estar aprovechando la oportunidad para repararse, lo que indica que esta actividad tiene una función rejuvenecedora. También es posible que nos sirva para simular eventos y amenazas que podríamos evitar y, aunque, en general, olvidamos lo que ocurre en este estado, algunas personas dicen tener el control sobre ellos.

En Genial.guru, preparamos una lista de datos acerca de dormir y de lo que ocurre mientras soñamos.

1. Es posible controlar los sueños

De repente, todo parece perfecto, nuestra piel luce increíble y estamos en un lugar al que siempre habíamos querido ir. ¡Estamos soñando!, y ya al darnos cuenta, se abre la posibilidad de tener cierto control sobre ellos.

Se conocen como sueños lúcidos y, para conseguir tener uno, los expertos recomiendan seguir algunas técnicas como meditar y empezar a tomar notas que ayuden a la mente en el proceso de recordarlos. También se afirma que repetir frases antes de quedarse dormido, como “Tengo el control de mis sueños”, es otra de las formas en las que se puede ayudar a soñar lúcidamente.

2. Si duermes poco, es posible que quieras comer más

Las personas que duermen menos de 7 horas pueden tener un índice de masa corporal más alto y ser más propensas a la obesidad en comparación con aquellas que duermen más. Asimismo, luego de una noche de dormir poco, la falta de energía puede hacer que aumente el hambre, los antojos por ciertos alimentos y el tamaño de las porciones de comida.

3. Sentir que estamos cayendo mientras dormimos indica que estamos cambiando de fase del sueño

Mientras soñamos, es posible sentir una sensación, similar a la que experimentaríamos si acabáramos de tropezar con algo, conocida como sacudida hípnica. Esto se considera normal, ya que simplemente es una señal de que comenzaremos a soñar y nuestro cuerpo se está apagando poco a poco. La extraña percepción se puede dar en la primera etapa del sueño, que ocurre a partir del momento en que nos dormimos.

4. Las noches de insomnio pueden afectar la resolución de conflictos de la pareja

El humor de una persona se puede ver afectado por la falta de sueño, lo que influye en la forma con la que interactuamos con el otro. No es de extrañarse, en ese sentido, que se afirme que la resolución de conflictos de pareja ocurre más cuando ambos han descansado bien.

5. Realmente tenemos un reloj biológico, y es el responsable de que tengamos más sueño en la mañana y a media tarde

Los seres humanos tenemos dispositivos de tiempo naturales, o relojes biológicos, en los tejidos y los órganos. Estos regulan en un periodo de 24 horas los cambios físicos, mentales y conductuales de una persona.

El del sueño y la vigilia se conoce como reloj circadiano, y es el responsable de que, por ejemplo, cada día, entre 1,5 y 2 horas antes de despertar, la temperatura corporal caiga a su nivel mínimo y nuestro desempeño cognitivo también se encuentre en su punto más bajo. Si eres de las personas que siente un nuevo bajón de energía en la tarde, en realidad estás sintonizado nuevamente con este reloj que programa un segundo periodo de somnolencia máximo a media tarde, independientemente de si se ha ingerido o no un almuerzo.

6. La fase lunar podría influir en la cantidad de sueño

Hay evidencia de que la gente se queda despierta hasta más tarde y duerme menos antes de una luna llena, cuando hay más luz natural después del anochecer. Por otro lado, si hay luna nueva, la duración del sueño podría ser en promedio de 50 minutos más y es posible que la persona vaya a la cama media hora más temprano.

7. Los dispositivos electrónicos pueden quitarnos el sueño aunque no estén siendo utilizados

La luz artificial que emiten las pantallas de algunos dispositivos electrónicos puede ser la responsable de que entremos en una fase de alerta antes de dormir y desfasemos el reloj biológico. Pero, además, tan solo la presencia de dispositivos multimedia en el dormitorio (incluso sin usar) podría hacer más probable que se tenga una mala calidad de sueño y luego una somnolencia diurna excesiva, que quizás esté relacionado con todo el contenido estimulante al que se tiene acceso.

8. Podemos pasar alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo (o intentando hacerlo)

Dormir es tan necesario que podemos dedicarle en promedio un tercio de nuestra vida. Es decir, una persona que viva 75 años, habrá pasado 25 años en la cama. Además, se cree que todos tenemos entre 3 y 6 sueños cada noche que duran entre 5 y 20 minutos, lo que significa que serían, en promedio, más de 6 años soñando.

¿Cuál ha sido el sueño más extraño que has tenido y por qué lo recuerdas aún?

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