20+ Situaciones ocurridas en salones de belleza que nos hicieron pensar “¿Qué fue eso?”

Las vacaciones en la playa sirven para tonificar y fortalecer el cuerpo, mientras que la natación nos pone en forma de una manera saludable. Pero, al mismo tiempo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento supone una de las tres principales causas de accidentes mortales en el mundo.
Genial.guru quiere recordarte la necesidad de tener en cuenta las normas de seguridad al estar en la playa, al objeto de saber a qué atenerse y evitar así cualquier tipo de peligro.
Es peligroso darse un baño solo, ya que incluso un atleta experimentado puede sufrir accidentes en el agua. La razón más común de un ahogamiento es que este sucede de manera silenciosa y casi imperceptible.
Si quieres nadar un rato, es mejor buscar compañía para ponerse de acuerdo y mantenerse ambos dentro del campo de visión uno del otro. De este modo, te podrán ayudar en caso de que sea necesario y viceversa.
En un lugar desconocido, entra al agua poco a poco desde la orilla y sin prisa alguna. Esto es especialmente recomendable cuando se visitan lagos o ríos en los cuales no puedes ver el fondo.
El agua del mar transparente también puede ocultar algunos peligros debido a la refracción de la luz. Te puede parecer que la profundidad es suficientemente segura para sumergirte de un salto, pero comprobar esa distancia con tu propio cuerpo es siempre una mala idea.
Las consecuencias del sobrecalentamiento (hipertermia) son dolores de cabeza, náuseas y mareos que pueden no aparecer de inmediato, pero sí de una forma muy inesperada, sorprendiéndote cuando estás nadando.
Cuando el calor aprieta, un salto al agua desde una plataforma o trampolín puede desencadenar un síncope termodiferencial (parada cardíaca por inmersión) debido a un choque emocional o a un brusco cambio de temperatura. Esto provoca una muerte clínica, por lo que la persona acabará en el fondo del mar.
Nadar haciendo carreras o aceptar retos que aparentemente resultan divertidos, pueden terminar en tragedia. La adrenalina excesiva y la sensación de excitación dificultan que se evalúen de manera adecuada las circunstancias. Además, al esforzarte para ganar una carrera, puedes acabar lejos de la orilla y sintiendo una total impotencia.
Incluso bromeando, no debes bucear pasando por debajo de las personas, sujetarlas por las extremidades ni sostenerlas. El sujeto puede entrar en pánico inesperadamente y hundirse, o bien, golpearte sin querer mientras intenta liberarse.
Para evitar espasmos musculares, tendrás que hacer un poco de ejercicio antes de entrar en el agua. Si aun así sufres un calambre dándote un baño, lo más importante es no entrar en pánico.
Con más frecuencia, los espamos se producen en los músculos de los gemelos. Sujeta los dedos del pie que ha sufrido el calambre y tira de ellos hacia ti con fuerza, estirando el talón hacia delante. Con la otra mano, mientras tanto, masajea los músculos de la pierna afectada.
Si deseas contemplar el fondo marino, su flora y fauna, utiliza tubos para respirar en el agua. La respiración frecuente y profunda, así como mantenida por mucho tiempo, pueden causar apnea, mareos e incluso pérdida de conciencia.
El tiempo que podemos pasar debajo del agua no depende tanto de la cantidad de aire inhalado en los pulmones, sino de los niveles de dióxido de carbono en la sangre. Cuanto más aumenten, más rápido el cerebro envía una señal al tórax e involuntariamente empezamos a respirar.
Bucear y nadar bajo el agua siempre se deben hacer en dirección hacia a la orilla.
Mientras más temprano tus hijos aprendan a nadar sin ningún tipo de ayuda, más seguros se sentirán en el agua cuando crezcan. Por no mencionar el beneficio general que esto supondrá para sus cuerpos.
Muchas personas encuentran que el baño nocturno es emocionante, inusual y, por lo tanto, atractivo. No existen prohibiciones estrictas sobre este pasatiempo, pero no debemos olvidar que nadar en la oscuridad supone más riesgos que hacerlo durante el día.
En primer lugar, los socorristas no están en las playas por la noche. Si necesitas ayuda, no habrá nadie para prestártela.
Y, en segundo lugar, puedes salir lastimado al pisar algo que simplemente no viste. Por ejemplo, un erizo de mar. O bien toparte con una bandada de medusas a las que les gusta cazar cerca de la orilla por la noche.
Parece obvio, todos lo saben, se recuerda constantemente... Pero, sin embargo, casi la mitad de los accidentes en el agua están relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
Es importante recordar que por muy equipada que esté la playa y por muchos socorristas que presten servicio en ella, solo tú eres el responsable de tu vida.
Quiérete y cuídate.