Cómo hablar con tus hijos sobre temas complicados sin perder tu autoridad

Crianza
hace 3 años

Entre los tres y seis años de edad, los niños comienzan a interesarse por cuestiones relacionadas con la existencia humana. El amor, la muerte, el dinero: parece que estos pequeños filósofos se preocupan por estos temas incluso más que sus padres. Algunas preguntas pueden parecer demasiado francas, llegando incluso a sonrojar a mamá o papá, pero responderlas resulta importante. Después de todo, al enfrentarse a acontecimientos relacionados con el nacimiento de un hermano, la muerte de una mascota o el divorcio de los padres, el niño se siente confundido y, aquí, los adultos, deben estar para disipar sus temores y aclarar todas sus dudas.

Genial.guru te cuenta hoy cómo afrontar de forma correcta esos problemas complejos para hablar de ellos sin llegar a ser un pesado que suelta largos sermones.

1. ¿Por qué me dices que soy hermosa cuando en la escuela se burlan de mí?

Con el inicio de la etapa de la adolescencia, lo que opinen los padres ya no es tan importante para los hijos. Y no importa cuántas veces le digas a tu hijo que es hermoso, no funcionará. Lo más probable es que los comentarios ofensivos relacionados con su apariencia por parte de un compañero de clase pesen más para él. Para un adolescente, resulta de primer orden pertenecer a un grupo de personas con ideas afines. Por eso, el rechazo de sus iguales se convierte en una verdadera tragedia.

Bajo ningún concepto digas "No les prestes atención". Esta es una respuesta que se antoja indiferente. Enfatiza la subjetividad de la percepción de aquel que ofende. Al final, es su opinión personal. Puedes expresar tus ideas sobre las posibles causas de tal comportamiento en el agresor: tal vez no se sienta seguro de sí mismo o trate de destacar en su círculo de compañeros de clase. Asegúrate de buscar soluciones juntos para esta situación. Tal vez valga la pena buscar nuevos amigos en otros círculos y no perder tanta energía en una relación destructiva. Recuerda siempre: solo los padres pueden enseñar a sus hijos el respeto por uno mismo y la amabilidad, así como infundir confianza en ellos y ayudarlos a desarrollar mecanismos de resistencia frente al acoso.

2. ¿Somos pobres o ricos?

Sorprendentemente, hablar de cuestiones económicas con los niños es igual de difícil para los padres que hablar de la vida sexual. Según una investigación, el 69 por ciento de las familias evita hablar sobre sus finanzas, pero se hace en vano. Que no hables con tus hijos acerca de tus ingresos y recursos económicos no implica que ellos no estén interesados ​​en la cuestión. Quizás tú mismo has cerrado este tema de una vez por todas en algún momento soltando la frase típica de "Esto no es asunto tuyo". En realidad, tienes la oportunidad de enseñar al niño a tratar correctamente los asuntos relacionados con el dinero, explicarle el valor del trabajo y la necesidad de invertir de manera adecuada sus ahorros.

  • Dale al niño la oportunidad de tener sus propios ahorros. Esto le enseñará a manejar el dinero por su cuenta y riesgo.
  • Ayuda a los pequeños a aumentar el contenido de su alcancía. Para los más pequeños, puedes hacerlo recompensándolo por la realización de trabajos adicionales en el hogar, y para los adolescentes, con una especie de trabajo a tiempo parcial.
  • Enseña a tus hijos que el dinero no es la panacea que cura todos los males. Este es solo un instrumento a través del cual se puede alcanzar la prosperidad.

3. ¿A quién quieres más: a mamá o a papá?

Cuando tu hijo te pregunta: "Mamá, ¿a quién quieres más: a mí o a papá / hermano / hermana?", él no espera una respuesta por tu parte del tipo "Los quiero a todos por igual". En su libro, Hermanos, no rivales. Ayudar a los niños a convivir para poder vivir mejor, las autoras Adele Faber y Elaine Mazlish sostienen que los niños son por naturaleza egoístas y sobre todo quieren oír hablar de su singularidad y de los sentimientos que los padres tienen hacia ellos. Y la igualdad en la relación hacia estos menosprecia su importancia.

Es importante explicar que el amor entre los padres es completamente diferente al amor que se siente por el niño. Por lo que no supone una amenaza para él, más bien al contrario: es una garantía de una vida larga y feliz en familia.

4. ¿Por qué los demás pueden pelearse y yo no?

El mundo de los niños puede ser bastante cruel. No son extraños los casos en los que los conflictos se resuelven con la ayuda de la fuerza: es mucho más fácil golpear al ofensor que resolver la disputa pacíficamente. Esto responde a que los niños aún no cuentan con mecanismos sociales establecidos porque la comunicación es un arte que se desarrolla a lo largo de toda una vida. Los padres con sentido común enseñan a sus hijos a no pelearse, no ofender ni humillar a las personas. Pero entonces al niño puede surgirle la pregunta: "¿Por qué yo no puedo pegarle a quien me ofende, mientras que otros, sin pensárselo dos veces, resuelven la misma situación por la vía de la fuerza?".

Explícale al niño que los métodos basados en la fuerza revelan debilidad interior. Contra los ofensores, se puede luchar. Los psicólogos citan algunas maneras con las que se puede sofocar un conflicto: ignorar, una rotunda expresión de descontento ("No me gusta, para") y, al final, recurriendo a los adultos.

5. ¿Por qué no tengo papá?

Es triste, pero la cantidad de familias en las que al niño lo educa solo uno de los padres crece cada año. Según la Oficina de Estadísticas de EE.UU., casi el 30% de los hijos son criados en familias monoparentales y la mayoría de ellas son madres solteras.

Por supuesto, la pregunta del niño sobre "¿Por qué no tengo papá?" surgirá, tarde o temprano. Los psicólogos señalan que no hay respuestas inequívocamente desacertadas. Sí, puedes contarle que su papá es capitán de un buque perdido en el océano rescatando animales al objeto de crear una imagen heroica.

Algunos padres prefieren demonizar la imagen de la pareja ausente. Pero todas estas opciones tienen desventajas sin duda tangibles. La única forma de salir bien parado de esta situación es contar todo con clara honestidad. Por supuesto, nadie dijo que fuera fácil. Pero también aquí no es necesario detenerse en detalles exhaustivos, simplemente, en la forma adecuada para el niño, cuéntale lo ocurrido. Independientemente de su edad y de la composición de la familia, el niño debe saber que es querido. Recuerda: tus hijos dependen solo de ti y la tarea de crear condiciones psicológicas cómodas recae siempre sobre los padres.

6. ¿Por qué necesitas a otro hijo si ya me tienes a mí?

Con el nacimiento de un hermano o hermana, casi todos los niños comienzan a preocuparse por si tendrán menos amor y atención hacia ellos. Esto acaba haciéndolo dudar de sí mismo, lo que puede conducir incluso a un comportamiento agresivo. Es cierto que los psicólogos aseguran que la manifestación externa de esta agresividad es positiva, ya que así sabrán los padres con certeza de la existencia del problema. Pero, ¿cómo resolverlo?

No debes sentirte culpable ante tus hijos mayores tras haber decidido volver a ser padre. Sorprendentemente, los remordimientos por el hecho de que el primogénito ahora cuente con menos tiempo de sus progenitores, le quitan el sueño a la mayoría de los padres. Por eso, es necesario mantener la autoconfianza en el niño de cualquier manera: alaba sus éxitos y logros personales, pasa más tiempo libre junto a él. Con más frecuencia, pídele a tu hijo mayor que te ayude, esto le permitirá sentirse parte del equipo, notando su participación en la causa común.

7. ¿Dónde está nuestro gato?

El fallecimiento de una mascota es una verdadera tragedia para toda la familia, especialmente para los hijos. La mayoría de los padres evitan los temas relacionados con la vida y la muerte porque temen asustar al niño. De ahí surgen las historias de que el hámster decidió mudarse a otra ciudad o el perro se escapó para vivir en plena naturaleza. Pero los niños no necesitan ese tipo de "protección", por el contrario, requieren de respuestas sencillas y entendibles. Permite que tu hijo se despida de la mascota, exprese su dolor y hable sobre lo ocurrido.

8. ¿De dónde vienen los niños?

Hablar con los niños sobre el lado íntimo de la vida es, tal vez, un tema complicado para cualquier padre. El tiempo en que los niños creían que los hijos "los traía la cigüeña" ha pasado ya hace mucho e Internet siempre está dispuesta a dar el máximo de información sobre cualquier tema de interés. Pero, detente por un segundo y pregúntate a ti mismo: "¿De verdad quieres que tu hijo aprenda cosas tan importantes a través de las redes sociales o de sus amigos?". Lo más probable es que no.

Los psicólogos recomiendan renunciar a la timidez porque el hecho de que tu hijo acuda a ti con estas inquietudes íntimas revela que en el seno de su familia reina la confianza. Debes ser sincero, pero evita dar sermones: es poco probable que una conferencia de tres horas sobre el sistema reproductivo le interese a tu hijo.

¿Qué preguntas difíciles te hacen tus hijos?

Ilustradora Anna Syrovatkina para Genial.guru

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