13 Personas que se encontraron en situaciones tan incómodas que incluso Mr. Bean se quitaría el sombrero

hace 2 años

Apostamos a que cada uno de nosotros al menos una vez en la vida se encontró en una situación que le da vergüenza recordar. Y, en estos casos, las personas se dividen en dos tipos: los que repiten el momento incómodo en su cabeza durante años y amarían poder borrar su memoria con tal de olvidar semejante vergüenza, y los que tienen suficiente sentido de la autoironía y están felices de compartir sus historias cómicas con todo el mundo.

Genial.guru sabe por experiencia propia que el humor es una excelente manera de lidiar con los sentimientos de vergüenza. Y te invitamos a tomar de ejemplo a los protagonistas de nuestra selección, que no dudaron en contar algunas situaciones embarazosas de su vida.

  • Al perro de mi compañero de cuarto le encanta sentarse en mi regazo mientras trabajo. Una vez, durante una videollamada, mi jefe dijo: “¡Oh, por favor, preséntanos a ese lindo bebé!”. Me puse feliz, encendí el sonido y dije: “Se llama Evie”, pero resultó que mi jefe estaba hablando con otra colega, que estaba sentada con un bebé de verdad en sus brazos. © Coll3enG / Twitter
  • Mi tía se iba a casar, y en su invitación se decía que el tema de la boda estaba relacionado con el deporte y había que llevar la playera favorita de cada uno. Cuando llegué al lugar de la celebración, sospeché que algo andaba mal, porque no vi ni a una sola persona con ropa deportiva. Resultó que me había equivocado. Las playeras estaban destinadas a la fiesta, pero para la ceremonia en sí era necesario vestirse con normalidad. Así que todos los invitados de la boda llevaban trajes y vestidos festivos, y solo yo estaba con una playera. © The_Comanch3 / Reddit
  • Trabajaba hasta tarde y la empresa me pagaba un taxi. Pedí un coche, salí, lo vi estacionado. Comprobé la marca y las placas y me subí. El conductor me miró estupefacto, yo no entendía por qué. Le dije: “Bueno, vamos, ¿por qué no nos movemos?”. Entonces, una mujer salió corriendo de una tienda cercana y comenzó a gritar: “¡Me alejo unos metros y ya subes mujeres al auto!”. Comencé a comprender que algo estaba mal, y en ese momento un coche de la misma marca y color se detuvo cerca, ¡e incluso tenía los mismos números en la placa, con diferencia de una letra! Salté del auto y me metí en el otro con un silencioso “lo siento, me equivoqué”. Espero que ese hombre se encuentre bien. © SanyaINOK / Pikabu
  • Estaba conociendo a mi futura suegra y estaba terriblemente nerviosa. Cuando nos encontramos, ella de repente se inclinó hacia mí. Pensé que me iba a dar un beso en la mejilla. Decidí responderle de la misma manera, así que me acerqué a ella, con los labios fruncidos, y la besé en el cuello. Todavía ardo de vergüenza al recordarlo.
  • Estaba en una cafetería tratando de encontrar un baño. Entré en una habitación donde había entre 15 y 20 chicas. No le di mucha importancia, pensé que solo había mucha gente en el baño. Pero luego alguien me preguntó si todo estaba bien y lo encontré un poco extraño. Entonces una chica se volvió hacia mí y dijo: “Esta es una fiesta privada”. Resulta que no estaba en la fila para ir al baño, sino que había irrumpido en el evento de alguien y, además, había confundido el baño con la sala VIP. © Staciebailey / Reddit
  • Estaba haciendo fila en un correo. Una mujer estaba haciendo copias de unos documentos y había una bolsa a sus pies. La mujer terminó y se fue. ¡Pero había olvidado su bolso! Salté de mi lugar, agarré el bolso y corrí hacia la salida. Pero una anciana saltó frente a mí y tiró la bolsa hacia ella, abriendo mucho los ojos de asombro e ira. Resultó que era su bolsa, y yo estaba tratando de salir corriendo con ella frente a todos. ¡Qué vergüenza sentí! Incluso ahora estoy escribiendo esto y me pongo roja... © NoFrame / Pikabu
  • Estaba en un autobús. En la parada, subió un chico guapo y se paró a mi lado. De repente sonrió y dijo: “¿Y, cómo está el estado de ánimo de una chica hermosa hoy?”. Me quedé atónita, me sonrojé y declaré: “¡Ahora está mejor!”. Él me miró con disgusto y golpeó con el dedo su auricular, y luego continuó la conversación: “Estaré allí en unos 20 minutos. Besos”. Después de eso, viajó durante varias paradas a mi lado en silencio, y todo ese tiempo quise golpearme la cabeza contra el vidrio por mi estupidez.
  • Un amigo que trabajaba en una escuela me contó que una vez una mujer joven que era profesora de baile fue a trabajar allí. Su taller se hizo muy popular de inmediato, especialmente entre las chicas. Después de un tiempo, el director la llamó y le dijo:
    —Luz, necesitamos crear un coro en la escuela.
    —Está bien, pero ¿qué tengo que ver yo con eso?
    —¿Cómo que qué tienes que ver? ¡Eres nuestra coreógrafa! © feldkurat / Pikabu
  • En mi primer día de universidad, conocí a un chico llamado Sócrates. Pensé que era una especie de broma, me reí y dije: “Ajá, y yo soy Agamenón”. Pero él no estaba bromeando, su nombre realmente era Sócrates. Quería que la tierra me tragara. © bionix90 / Reddit
  • Todavía me avergüenzo al recordar este incidente. En ese entonces vivía en Asia y tenía que regresar al Reino Unido para visitar a mis parientes. Fui al aeropuerto en taxi. El conductor era delgado y bajito, tenía un corte de pelo hípster de moda, sienes afeitadas y flequillo largo.
    En el camino, comenzamos a conversar. Me contó que era de un sitio conservador del campo, que vivía en la ciudad con sus hermanos, le gustaba el fútbol y estaba soltero. Yo sabía que, según las costumbres locales, los jóvenes suelen buscar novias en sus lugares de origen. No sé por qué, pero le hice una pregunta muy personal:
    —¿Estás pensando en encontrar una chica aquí en la ciudad, o buscarás novia en tu tierra natal?
    —¿Perdón? —dijo.
    Traté de reformular la pregunta, sabiendo que mi conocimiento del idioma local no era perfecto:
    —¿Estás buscando una mujer aquí en la ciudad, o en tu pueblo natal?
    En ese momento, el tiempo se congeló. El conductor parecía estupefacto. Lentamente volvió su rostro hacia mí. Su voz se hizo más alta y gritó enojado:
    —¡¿Buscando una mujer?! ¡Yo soy una mujer!
    Y en ese mismo segundo, de repente vi sus largas pestañas y sus labios carnosos. ¡Me sentí tan avergonzado! ¡Habría dado cualquier cosa por tener una habilidad de teletransportación en ese momento! © Craig Kelly / Quora
  • Los amigos de mi novio nos invitaron a una cena. Yo todavía no los conocía. Todo iba bastante bien, pero solo hasta que decidimos irnos. Todo el grupo estaba sentado en un gran círculo. Mi novio se levantó para despedirse de ellos. De repente, entré en pánico y por alguna razón decidí que tenía que hacer lo mismo, de lo contrario ofendería mucho a los chicos. Así que seguí a mi novio en un círculo y comencé a darles la mano a todos y a decir que estaba feliz de conocerlos. Y así 15 veces o incluso más. Como resultado, cuando ya nos íbamos, los amigos de mi novio se reían a nuestras espaldas. Pasó hace 5 años, pero todavía me da vergüenza recordarlo. © Fiendish-little-fox / Reddit
  • El momento más embarazoso de mi vida fue cuando, a la edad de 9 años, mi madre, mi hermana y yo fuimos a un complejo hotelero. Por la noche hubo un concierto en el que se realizó el sorteo de un pastel helado con billetes de lotería. Mi hermana soltó antes de eso que todos los sorteos eran falsos, y decidí fingir que había ganado para conseguir el pastel. Dijeron el número, salté y grité que había ganado, corrí al escenario, todos aplaudían, y luego un anciano, el verdadero ganador, gritó que yo era una mentirosa. Durante el resto de la semana, todo el mundo me miraba mal en el restaurante del lugar. © Oídoporahí / VK
  • Recuerdo que me pasó un incidente en la escuela. Fui a hacer una práctica, vi a una chica parada frente a la hoja con el horario, era bonita, bajita, con coletas. Bueno, me acerqué a ella, comencé una conversación. Resultó que era de nuestra escuela. Tuvimos una charla amena, quise averiguar en qué grado estaba y dije:
    —¡Eres tan genial! ¿Por qué nunca nos vimos antes? ¿Cuántos años tienes?
    —Veintisiete. Soy su nueva profesora de química. © Oídoporahí / VK

¿Puedes recordar algún momento incómodo después del cual no sabías si reír o arder de vergüenza? Cuéntanos en los comentarios.

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