15+ Personas que no entienden las indirectas hasta que les dicen las cosas en la cara

Gente
hace 2 años

Las insinuaciones son un asunto delicado, sobre todo en cuestiones de amor. A veces la gente tiene miedo de parecer intrusiva y ser rechazada, y por eso utiliza todo tipo de insinuaciones. A veces las notan, pero a menudo esas señales se pasan por alto. Y luego tienen que usar insinuaciones más obvias.

En Genial.guru, conocimos las historias de 17 personas que posiblemente se prometieron a sí mismas: ¡no vuelo a insinuar nada!

  • Conocí a una chica. La acompañé a su casa y nos quedamos en la entrada. Me ofreció pasar a tomar un café. Yo me negué, dije que no quería café por la mañana. Entonces me invitó a tomar el té. No bebo té. Me ofreció un poco de zumo. Dije que no quería. Entonces ella dijo: “¡Al menos toma un poco de agua!”. Lo hice. Como resultado, ya va el segundo año de nuestro matrimonio© VinniPuh77 / Pikabu
  • Era joven, tonta y estaba enamorada de un hombre. Era simpático, pero yo no podía determinar si le gustaba o no. Un día, en un concierto, se acercó corriendo y me abrazó. Luego me llevó a dar un paseo, donde misteriosamente dijo: “Me pregunto a qué sabe tu brillo de labios”. Murmuré: “Fresa”, y seguí caminando. En resumen, yo no lograba entender todas sus indirectas. Tuvo que preguntarme directamente sobre mis sentimientos. © Michelle Steele — MAD PIRATE QUEEN / Quora
  • Rara vez los hombres captan las indirectas. Me enteré de mi primer y esperado embarazo, estaba de 8 semanas. ¿Cómo podía decírselo a mi marido de forma creativa? Compré una bonita caja y metí un Kinder Sorpresa. Le saqué el juguete y puse el primer ultrasonido en su lugar, y lo volví a armar prolijamente. Llevé a mi marido al paseo marítimo y se lo entregué. En sus ojos había incomprensión. Lo convencí para que lo abriera. Y entonces mi marido dijo: “Cariño, falta un juguete y han puesto la ecografía del riñón de una persona”. En general, mi marido es muy inteligente, pero no es muy bueno con las indirectas. © Güzel Ezer / Facebook
  • Después de 4 años de vivir juntos, empecé a insinuar que quería el anillo. Miraba las fotos delante de mi novio, enseñándoselas, diciendo: “Mira qué bonito, ¿verdad?”. Lo hacía para que él no tuviera problemas para elegir el anillo. La relación era genial, y yo sentía que él también lo quería. Acabó regalándome un anillo espantoso para la fiesta. Y eso fue todo, ¡ninguna propuesta! Dijo: “No, ¿qué?, si solo querías un anillo”. © Oídoporahí / Ideer
  • En la escuela, una chica me pidió que instalara algunos juegos en su computadora. Fui, lo hice y le enseñé a jugar. En un momento dado, me di cuenta de que no estaba mirando el juego, sino a mí, y se estaba acercando mucho. Le dije: “Mira, aquí viene un momento complicado, recuérdalo” y le señalé la pantalla. De todos modos, la comprensión llegó mucho más tarde. © Zinzigopi / Pikabu
  • Hace unos años, salí con un chico del trabajo. Antes de la relación, le hacía cumplidos y le insinuaba que estaba interesada en él. Cuando se dio cuenta de que estaba coqueteando con él, me preguntó inocentemente si hacía mucho que había empezado esto. © LurkingMyLurkum / Reddit
  • En la escuela, en la clase de inglés, me sentaba con una chica que me gustaba mucho. A menudo ella se sentaba muy cerca y ponía sus pies sobre mí. Pero era una animadora, una chica popular, e incluso mayor que yo. Así que asumí que era por accidente. Se graduó en la escuela secundaria, y no nos vimos durante 13 años. Cuando empezamos a comunicarnos de nuevo, me dijo que todo eso en la escuela habían sido insinuaciones. Llevamos 23 años de casados. © Jack Brennen / Quora
  • Una colega me halagaba a menudo, me alababa de todas las maneras e insinuaba que debía invitarla a salir. Solo cuando renunció, otros empleados me abrieron los ojos al hecho de que estaba coqueteando conmigo. © Original-Childhood / Reddit
  • Fue en la universidad, me gustaba mucho un chico que era un año mayor que yo. Vivíamos en la residencia, y empecé a visitarlo con el pretexto de que me ayudara con mis trabajos de clase y otras cosas. Él siempre me ayudaba, pasábamos horas uno al lado del otro en la computadora. Yo le hacía cumplidos, lo alagaba, admiraba su inteligencia y sonreía afectuosamente. Ya me estaba desesperando cuando de repente me pidió una cita. Luego, meses más tarde, admitió que sus compañeros de cuarto habían insistido en que me invitara a salir. Le hablaron de mis indirectas. Él se sorprendió mucho, dijo que nunca lo hubiera imaginado. © NoFrame / Pikabu
  • En la escuela secundaria me pasó esto. Una chica guapa de mi clase iba caminando hacia mí y fingió tropezar. Al parecer, pensó que se caería sobre mí y que yo la atraparía. Pero yo la esquivé y seguí mi camino. Fue vergonzoso. © James Liu / Quora
  • Mi esposa y yo tenemos hijos ya mayores de 30 años, e igual a veces aún sucede. Ella me preguntó: “¿No quieres tomar el té?”. Yo dije: “No”. Y ya está, se enojó. Al día siguiente, resultó que ella quería que yo fuera a comprar algo dulce. Así es como insinúa. © OlegIvanov22 / Pikabu
  • Me gustaba un colega. Le horneaba galletas y escribía mi número de teléfono en la caja, diciéndole que podía llamar en cualquier momento, también lo invitaba a visitarme. Hicieron falta dos meses de insinuaciones aún más obvias antes de que entendiera el mensaje. Llevamos 18 años juntos desde entonces. © Mental_Vacation / Reddit
  • Mi marido me regaló una mesa de café para mi cumpleaños. ¡Una mesa! Durante todo un mes antes, había insinuado de todas las formas posibles que quería un teléfono, y no uno cualquiera, sino un modelo muy concreto que tenía el precio equivalente a esta mesa. ¿De dónde sacó que yo quería una mesa? Nunca dije nada sobre una mesa. ¡Una mesa! © Oídoporahí / Ideer
  • En resumen, le insinué a mi chico que hacía tiempo que no tenía flores en casa. Él se fue a casa de su madre, y yo me quedé feliz y confiada en que me traería flores. A su llegada, escuche el crujido de algo. Mi sonrisa se estiró hasta mis orejas, y entonces resultó que lo que crujía era una bolsa. Trajo un tarro de 5 litros de compota. © znaykinshar / Twitter
  • Mi tía me contó cómo tuvo una cita con su novio, que por cierto ahora es mi tío. Al final de la cita, le dijo a su novio que tenía ganas de tomar algo, con la esperanza de que pudieran ir a comer algo y pasar más tiempo juntos. Pero, en cambio, mi tío dijo: “Sí, yo también, así que vamos, apúrate, te llevaré a tu casa”. © Jason_Grace13 / Reddit
  • Soy un campeón olímpico en no entender las indirectas. Cuando por fin nos juntamos, mi novia me contó todas las insinuaciones que se me habían escapado. Hablábamos por teléfono una hora al día, me escribía cartas casi a diario, me abrazaba e incluso se quedaba a dormir. Por algún milagro, logré no darme cuenta de nada... © Eivind / Quora
  • Me gustaba un compañero de clase, pasábamos tiempo juntos todo el tiempo, le insinuaba encuentros, lo invitaba al cine, coqueteaba con él, pero él no me hacía caso y lo dejé en paz. Han pasado 5 años. Estoy casada, criando hijos. De repente, este mismo compañero me escribió: “Estuve revisando los mensajes y descubrí que me coqueteabas”. © Oídoporahí / Ideer

¿Qué anécdotas has tenido en las que tus indirectas hayan pasado desapercibidas?

Imagen de portada VinniPuh77 / Pikabu

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