Una joven chilena construye casas para animales callejeros con cajas de jugo, ayudándolos y reduciendo la contaminación

Gente
hace 4 años

Las cajitas de jugo son una práctica forma de resolver las meriendas para llevar. Sin embargo, están hechas de cartón, polietileno y aluminio, lo cual las ha convertido en un gran problema ambiental, ya que son casi imposibles de reciclar y suelen terminar en la basura. No obstante, una joven llamada Constanza Osorio Zaldivia ingenió una forma de darles un nuevo uso y, de paso, salvar a los animales sin hogar de mojarse durante las lluvias.

Genial.guru entrevistó a esta chica para conocer su historia y cómo, con ayuda de muchos niños, logró construir casitas impermeables para ayudar a los animales callejeros.

Green Box House

Constanza Osorio Zaldivia es Ingeniera en Prevención de Riesgos y Medioambiente. En sus propias palabras, su inquietud comenzó cuando tomó consciencia de que los temas medioambientales no son una prioridad en Chile. Por esto, siempre le llamó más la atención desarrollar la prevención desde esta perspectiva. Así nació Green Box House.

Constanza tuvo la idea después de sacar la cuenta de cuánta basura producían ella, su hermana y su pareja en casa. Su preocupación por el ambiente y también su amor por los animales la llevó a buscar una solución para ayudar a las criaturas sin hogar y también reducir la cantidad de residuos. Afirma que “todo fue muy rápido. Terminé una casa, le saqué fotos, la publiqué en un grupo de rescate de perritos de Facebook con la intención de donarla a una fundación, y rápidamente se viralizó por las redes sociales”.

Lo más sorprendente fue darse cuenta de que muchas expresiones de apoyo y cariño provenían de Chile, pero también de otros países. Muchos voluntarios incluso la ayudaron con donaciones para que pudiera comprar más cinta adhesiva, indispensable para pegar y recubrir las casitas.

Las manos amigas

Cinco personas han sido sus principales colaboradoras para la recolección de cajas de jugo:

  • Su hermana, Romina, quien diariamente le da cajas recolectadas del hospital donde ejerce su profesión de matrona.
  • Su amiga, Macarena Quiroga González, quien creó lazos con una profesora de la Escuela Especial Antukuyen, donde estudia su hija, y juntas se encargan de recolectar las cajitas que utilizan los niños para la merienda.
  • Su pareja, Stefany Martínez Oyanedel, quien es profesora en el colegio Chilean Eagles College y, junto con sus colegas, recolecta cajas con los niños y niñas de las diferentes aulas de primer y cuarto grado de primaria.
  • Su colega, Yennie Sánchez Contreras, quien realiza talleres de medio ambiente donde se utilizan estas cajas, las cuales después le entrega a Constanza.

Por qué las cajas de jugo

Los conocimientos de esta joven le sirvieron para darse cuenta de que este material era el más adecuado para darle refugio a los animales callejeros, especialmente en días de lluvia.

Es muy importante que las cajas sean del tipo Tetra Pack, ya que están compuestas por dos materiales principales: en su parte de afuera, cartón, que es renovable, y en su interior, polietileno, un polímero muy útil para proteger de la humedad exterior. Es muy difícil separar estos materiales para el reciclaje, por lo que esta idea se convirtió en una excelente solución para evitar que estas cajas lleguen a un relleno sanitario.

Cómo las construye

Para que cada casita vea la luz, Constanza sigue este proceso:

1. La recolección

Este es el paso más simple, de acuerdo con esta chica. Considerando que cada niño puede llevar hasta dos cajas para su merienda diaria, en un solo curso de 30 niños se obtienen, al menos, 60 cajas cada día. Al multiplicar eso por dos escuelas y los múltiples cursos donde trabajan sus aliadas, este número crece significativamente.

2. La selección

Una vez que recibe las cajas, es momento de escoger las que sirven y las que no. Si están muy aplastadas, rotas, llenas de hongos o es difícil que vuelvan a su diseño normal, lamentablemente hay que descartarlas. Deben estar lo más enteras posible. Por otro lado, los popotes que vienen con las cajas se separan y se llevan directamente a un punto de reciclaje.

3. El lavado

Para removerles los residuos de líquido les corta una punta que facilita poder lavarlas y secarlas de la manera correcta. Por ahora, Constanza es prácticamente la única que se dedica a este proceso, por lo cual es el paso que le toma más tiempo. Cuando ya están limpias, las cajas se ponen a secar entre uno y dos días para evitar que la humedad produzca hongos en su parte interna.

4. El armado

Este paso tiene varias etapas (y se utiliza mucha cinta adhesiva):

  • Lo primero es pegar nuevamente las puntas que fueron cortadas para lavar las cajas. Deben quedar como si fuesen nuevas.

  • Una vez que están completas, es momento de juntar cajas que sean de forma y tamaño similar para que queden lo más compactas posible.

  • Con cinta de embalar, que además sirve para impermeabilizar, se van uniendo las cajitas para dar forma a las paredes.

  • El techo debe tener una inclinación para que escurra la lluvia.

5. El producto final

Así quedan estas casitas impermeables para que los animales callejeros puedan protegerse del agua y estar muy cómodos.

Además, la dulce gatita de Constanza, Haze, fue la modelo perfecta para lanzar este prototipo a las redes.

El futuro de Green Box House

Aunque su propósito inicial era ayudar a los animales callejeros, esta iniciativa ha ido creciendo con el tiempo y ha encontrado otros usos. Esto es muy positivo, ya que permite reducir aún más el desperdicio de estas cajas.

De acuerdo con la joven ingeniera, el próximo paso será encontrar un sustituto a la cinta plástica que recubre las cajas, reemplazándola por un material que sea 100 % ecológico y permita revertir aún más el daño ambiental que producimos los seres humanos.

Por otro lado, aunque se han implantado leyes contra el maltrato animal en Chile, aún queda mucho camino por recorrer para que sean cumplidas, por lo que esta es una ingeniosa solución a corto plazo para este problema. Dueños de mascotas y refugios de animales aprecian enormemente esta iniciativa, por lo que es probable que, eventualmente, la Ingeniera Constanza Osorio Zaldivia reciba más ayuda para continuar con este proyecto.

¿Qué opinas de esta ingeniosa idea? ¿Qué otra cosa construirías con estas cajas? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios!

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Solo hace falta ingenio y creatividad para reciclar y crear cosas geniales

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