¿Qué nos pasaría a nosotros y a nuestro planeta si este llegara a ser tan grande como el Sol? El diámetro de la Tierra es de 12 874 km. Cruzarlo es como conducir de ida y vuelta a través de los EE. UU. 3 veces. Eso no suena como mucho, ¿verdad? Bueno, ¿qué tal repetir este viaje 305 veces más? Imagínate los gastos de gasolina. Ese es el diámetro del Sol: aproximadamente 1 392 082 km. Comparado con nuestra Tierra, el Sol es inimaginablemente grande. Entonces, ¿qué nos sucedería si nos volviéramos de su tamaño? Hay cuatro escenarios posibles, dependiendo de lo que queramos decir con “el tamaño del Sol”.
Es ampliamente conocido que los cierres ajustables son utilizados para asegurar los pañales al cuerpo del bebé. No obstante, a pesar de su uso común, muchas madres desconocen el propósito específico de las cintas adhesivas que hay en la parte trasera de los pañales autoajustables.
Hay personas que al ver un local de ropa y objetos usados, voltean la vista avergonzadas. Pero existen otras que tienen muy presente que la basura de algunos es el tesoro de otros, por lo que encuentran en las profundidades de estos locales auténticas reliquias, sabiendo que, aunque su etiqueta muestre un costo bajo, tienen un precio invaluable.
Puede que a la hora de ir por algo bueno pensemos que lo ideal son las tiendas de marca. Aquellas donde los objetos parecen tener brillo propio, tanto que solo tenemos ojos para ellos y creemos que necesitamos adquirirlos de inmediato, cueste lo que cueste. Sin embargo, quizás pocos sospechen que los verdaderos tesoros se esconden en los sitios menos pensados. ¿Cuáles? Segunda mano, tiendas de usados y hasta basura. Sí. Muy pocos lo saben.
Las personas podemos producir más de un kilo de basura al día, mientras que los desechos de una persona que sigue un estilo de vida con cero residuos podrían ser tan pequeños como un tarro de 227 gramos al año. Puede que no generar desechos parezca una tarea complicada, pero Esther Peñarrubia, una ingeniera agrónoma y conferencista sobre residuo cero, es un vivo ejemplo de que se puede tener una vida más sostenible en el mundo moderno, así como lo muestra en sus redes.
Si bien todo lo que pasa en las familias reales está muy difundido por los medios, esto no significa que no haya detalles que sean poco conocidos por la mayoría de la gente. Si se trata de los hombres, esto no es una excepción. Por más que intenten resguardar esos “secretos” de la prensa, a veces ciertos datos son identificados por sus seguidores, quienes siguen sus pasos atentamente.
Cada día que pasa es inevitable generar desechos con nuestros consumos: los plásticos, papeles, cartones e incluso los objetos viejos y en desuso que tenemos en nuestro hogar terminan en la basura. Pero no necesariamente ese tiene que ser su destino, sino que, con un poco de imaginación y un par de manos habilidosas, podemos transformarlos en cosas totalmente servibles.
Muchos de nosotros solemos hacer, de vez en cuando, una limpieza general de las cosas que ya no usamos o que simplemente ya no nos son útiles. A su vez, existen dos tipos de personas: las que prefieren regalar dichas cosas a un familiar o conocido y las que deciden dejarlas en el contenedor de basura. Indistintamente de que algunas personas hayan arrojado cosas a la basura, podemos tener la certeza de que para otras personas, encontrarlas fue como descubrir un cofre del tesoro.
Todos tenemos una forma diferente de ver los retos. Algunos los tomamos como un peldaño, algo que hay que superar y que nos ayuda a avanzar en la vida. Otros, sin embargo, los ven como problemas y los abordan con soluciones matemáticas. En cualquier caso, llegar al otro lado de cualquier situación difícil te hace sentir definitivamente ganador.
En el mundo, hay personas que, cuando algún objeto en casa dejó de ser útil, simplemente lo tiran a la basura. Sin embargo, otras se las ingenian para reutilizarlos, y así también cuidar su bolsillo. De esta manera, les sacan el máximo provecho antes de desecharlos. No todos tenemos este tipo de habilidades creativas, pero los protagonistas de este artículo podrían ayudarnos con unas cuantas ideas que podríamos emplear.
Cuidar el medio ambiente es algo que nos corresponde a todos, procurando que cada una de nuestras acciones no solo no afecte, sino que contribuya a tener una rutina más ecológica en nuestro día a día. Normalmente, tenemos en nuestro hogar objetos que, al dejar de funcionar, tiramos a la basura; pero muchas veces no sabemos el daño que le estamos haciendo a nuestro entorno al no conocer la mejor manera de desecharlos.
Es bastante difícil vivir con alguien. Esto se debe a que a pesar de que las personas lleven mucho tiempo viviendo juntas y se hayan acostumbrado mutuamente, resulta complicado aceptar algunos hábitos domésticos. Pero cuando comienza la vida matrimonial, cualquier pequeñez puede destruir una frágil unión.
En ocasiones, las nuevas adquisiciones dan lugar a simples decepciones. Algunas cosas dejan de funcionar rápidamente y se tiran a la basura. Otras resultan no ser tan buenas como afirmaba el fabricante. Por eso las compras que sirven por mucho tiempo y además facilitan la vida diaria se quedan para siempre en el corazón.
Seguro que en más de una ocasión, viendo a terceros hacer algo, pensaste: “No parece tan difícil, yo podría hacerlo”. Y es que visto desde fuera, todo parece siempre mucho más sencillo de lo que es. Ciertas cosas, por su complejidad o riesgo, es siempre mejor dejarlas en manos de profesionales, pero con otras en las que el peligro de “desastre” es menor, podríamos arriesgarnos a hacerlas por nuestra cuenta. A esas historias de autoemprendimiento va dedicado este artículo.
El hogar es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestras vidas, compartiendo momentos con nuestros seres queridos y creando recuerdos. Sin embargo, a veces llega el momento de mudarnos y vender nuestra casa. Vender una casa puede ser estresante, pero también marca el comienzo de una nueva etapa y permite a nuevas familias hacer de ella su hogar y crear sus propios recuerdos.
A la hora de tirar la basura, muchos de nosotros nos limitamos a dejarla dentro del contenedor sin mirar atrás. Sin embargo, existen personas que están atentas y les pegan una ojeada a los desperdicios de otros, y en algunos casos, su curiosidad las lleva a encontrarse con gratas sorpresas, como un par de zapatos nuevos o artefactos eléctricos en buenas condiciones.
Entablar una relación amorosa no es tarea fácil. Todos invertimos tiempo y esfuerzo para hacer que las cosas funcionen. Pero a veces llega un momento en que la ruptura es inevitable. Y aunque la mayoría de las personas dejan el pasado atrás y siguen con sus vidas, algunos conservan recuerdos tan desagradables que el solo pensar en los días de antaño se vuelve una verdadera pesadilla.
Cuando éramos niños, no entendíamos el deseo de nuestros padres de ahorrar dinero: comprar uniformes del colegio más grande “para cuando crezca”, usar ropa de nuestros hermanos mayores, controlar los interruptores de la luz para que no esté encendida innecesariamente. Pero ahora buscamos formas de ahorrar dinero y aprovechar al máximo la experiencia de compras. Promociones, cupones, tarjetas de bonificación: todos los tenemos. Pero eso es solo la punta del iceberg. Algunos se basan en la experiencia y en la observación para elaborar sus propios trucos de vida.
Hacer amistad con los vecinos puede ser una gran idea. Después de todo, nos sostienen la puerta del ascensor para que lleguemos a tiempo, nos hacen compañía en tiempos difíciles y nos prestan ingredientes cuando no tenemos tiempo para ir de compras. Pero cuando las personas que viven cerca tienen una personalidad complicada, quizás sea mejor evitarlas.
Es muy complicado encontrar el lugar perfecto para vivir. No solo porque tienes que hallar un sitio que se adapte a tus necesidades, sino también porque algunos querrán servicios o escuelas cerca, o que su hogar se encuentre en una buena ubicación. Aunque es probable que trates de prever todo, hay cosas que no puedes cambiar, como por ejemplo, los vecinos molestos.
Parece haber dos tipos de personas. Están las que devuelven el carrito de la compra a su sitio y las que lo dejan en medio del estacionamiento, aquellas que recogen su basura después de terminar de comer y las que prefieren dejarlo todo sobre la mesa, esperando que otros se encarguen de limpiarla. Esa diferencia tan irritable para muchos parece suponer un reto extremo para la paciencia y la calma.
Los niños siempre están mirando lo que hacemos. Observan cómo actuamos en situaciones estresantes y cómo interactuamos con otras personas; prestan atención a cómo logramos lo que queremos. Y si pensamos que no les importa, que son demasiado pequeños o están inmersos en sí mismos, estamos equivocados.
En la vida hay dos tipos de personas: aquellas a quienes les fascina acumular cosas porque “algún día van a necesitarlas” y otras que prefieren renovar objetos comunes con cierta regularidad. No nos sorprende que, casi siempre, los miembros del primer grupo reciclen gran parte de todo aquello que botan los del segundo. Pero ¿qué pasaría si dentro de tanta “basura” apareciera un verdadero tesoro? No hay nadie mejor para decirlo que quienes lo han vivido.
Debido a que los sistemas de seguridad de hoy son más precisos, los ladrones deben ser más creativos con sus estafas. Desde una sudadera con capucha en el parabrisas hasta pedirte que cargues a un bebé, pueden encontrar fácilmente formas de distraer tu atención y robarte. Por eso, para conocer sus planes, a veces hay que pensar como ellos y protegernos.
Un adagio popular dice: “La basura de alguien es el tesoro de otro”. Y es que cada vez más personas lo han comprendido, y no dudan en escarbar el contenedor de desechos en busca de objetos de valor. Estos recicladores fuera de lo común encontraron la manera de decorar su casa gratis, o de ganar un poco de dinero revendiendo sus hallazgos renovados.
A muchos nos gusta recibir invitados, a pesar de que no es tan fácil hacerlo, ya que es necesario realizar mucho trabajo y pensar en un montón de detalles para no caer en una situación embarazosa. Asimismo, deseamos que las personas se vayan con buenas impresiones.
Probablemente cada uno de nosotros haya escuchado historias sobre tesoros descubiertos por casualidad. Una persona busca algo entre los artículos de segunda mano, compra una taza pintada por unos dólares y un mes después la vende en una subasta por medio millón de USD. Entre unos cachivaches encuentran un huevo de Fabergé, que antes se consideraba perdido. Y resulta que la manta de la abuela es una pieza exclusiva de museo.
En la vida de muchas familias hay períodos difíciles en los que los fondos no alcanzan ni siquiera para las cosas más necesarias. A menudo, los niños no notan todas estas dificultades de los padres. Y recién al crecer se dan cuenta de que muchas de las cosas que alguna vez fueron inaccesibles para ellos son en realidad bastante fáciles de poseer.
Todos vivimos dentro de nuestras casas y nos cruzamos con los vecinos solo de vez en cuando. Pero a veces entran volando en nuestra vida como un remolino, con acciones que no hacen más que dejarnos completamente perplejos y confundidos.
Todas las casas, sin importar si son nuevas o viejas, pueden tener problemas de plomería. El uso cotidiano de grifos, tuberías y drenajes provoca que se desgasten, se obstruyan y dejen de funcionar correctamente. Pero muchas veces, estas reparaciones no necesitan de un fontanero profesional, pues se trata de soluciones muy sencillas que mantienen las cañerías en buen estado y evitan problemas a largo plazo.
El parque infantil es un mundo aparte con sus propias reglas y fundamentos. Abuelas gruñonas, niños traviesos, mamás preocupadas y papás relajados: todas esas personas se pueden encontrar en absolutamente cualquier parque. Y a veces se dan situaciones que son difíciles de olvidar.
Si bien, en algunos de nuestros parques, lo mejor que podemos hacer es sentarnos en un banco y escuchar el canto de los pájaros, Corea del Sur siempre está a la vanguardia: tiene bancos en los parques públicos donde puedes cargar tu teléfono de forma inalámbrica. Si alguna vez estás en Corea del Sur, puedes admirar habitaciones de hotel con temática de “taza de fideos”, cafés con temática de inodoro e incluso cerraduras de puertas con reconocimiento de huellas dactilares.
Cientos de personas equipadas con bolsas, redes y contenedores se unen alrededor del mundo para realizar jornadas de limpieza en playas, ríos, lagos y calles. A pesar de las limitaciones, ellas recogen basura y piden, al mismo tiempo, un cambio en la mentalidad de sus comunidades para mantener los espacios de sus ciudades libres de desechos.
A poca gente le gustan los objetos viejos, y cuando aparece la oportunidad, los tiran a la basura sin dudar. Pero no deberían. Tirando todo lo “viejo” corres el riesgo de perder algo muy valioso. Como resultado, en la basura aparecen cosas lindas, especiales y únicas que nos daban una sensación cálida y acogedora durante nuestra infancia.
Al ir de compras, casi nadie espera salir del supermercado con algo más que no sean los productos de la lista. Pero a veces, en esos establecimientos y en otras tiendas se desarrollan escenarios para los que ni los visitantes ni los empleados más impávidos están preparados. Por ejemplo, el encuentro con una cazadora de tickets o con un fanático del jamón.
El afán por renovarnos, por tener lo más nuevo y estar a la última muchas veces nos hace desechar y tirar cosas que están en perfectas condiciones y que aún siguen cumpliendo con su función. Los contenedores de basura están llenos de auténticas joyas que se convierten en la ilusión de alguien más, y es que, como bien dice el dicho “la basura de unos, puede ser el tesoro de otros”.