12 Personas hablaron de sus vecinos y cómo harían que hasta un maestro zen se pusiera histérico

Historias
hace 2 años

¿Quién no se ha encontrado con vecinos fuera de lo común? Parece que ser “normales” no es algo que se aplique mucho a ellos. A menudo se destacan de formas desagradables: utilizan taladros para comunicarse u organizan fiestas y no reaccionan a las peticiones de bajar el volumen.

En Genial.guru, creemos que es importante analizar cualquier historia negativa con sentido del humor y una pizca de ingenio.

1. Hay que ser muy ingenioso con vecinos como estos

  • Vivimos en el tercer piso. Los vecinos de arriba estaban de fiesta y nosotros teníamos que trabajar por la mañana. No respondieron a las peticiones de no hacer ruido. Solo se calmaron por un rato después de que tomáramos un trapeador y golpeáramos su ventana. © Oídoporahí / Ideer

2. Las vecinas ancianas son siempre una aventura aparte

  • Mis padres compraron una casa en los años 90. Los antiguos dueños eran personas mayores. Su hija, que vivía al lado, fue quien vendió la casa. Era una anciana gruñona. Durante los siguientes 30 años, pensó que todavía tenía derecho a disponer del jardín de nuestra casa. En los últimos años, incluso empezó a trepar sobre la valla y pasearse por nuestro jardín. Entonces, su hija empezó a intervenir, diciendo que estábamos obligando a su madre a entrar en nuestra casa y a hacer quién sabe qué cosa con ella. © Buterbrodik / Genial.guru

3. Publicidad dirigida: versión de patio

4. “Mi compañero de piso rompió el tazón por la mitad y lo volvió a poner en la alacena, como si de alguna manera se volviera a unir por arte de magia”

5. A veces, incluso pedir que solo rieguen las flores puede llevar a algo imprevisible

  • Mi madre se fue a trabajar durante una temporada y le pidió a una vecina que me echara el ojo, que regara las flores y demás. Yo tenía unos 19 años y era un poco desastroso. Tampoco tenía buenas compañías. Así que mi vecina, una señora de unos 60 años, empezó a llegar a ver cómo estaba. Por supuesto, no llamaba a la puerta antes de entrar; quería controlarme. Ella también tenía las llaves del departamento, así que no servía de nada encerrarme. A todas mis peticiones de que no entrara así al departamento, respondía descaradamente al estilo de “aún eres muy chico para enseñarme, yo he vivido la vida, crie a mis hijos y tú, mocoso, te crees inteligente”. Decirle que podría no estar solo, que podría tener una chica como invitada, por ejemplo, no ayudó. Tuve que aguantar hasta que mi madre volvió. Por cierto, para ese entonces, las flores ya casi se habían marchitado y la casa estaba relativamente en orden. En general, el experimento se consideró fallido y mi mamá dejó de confiarle las llaves y la supervisión a la vecina. © dotnitro / Pikabu

6. “Ayer, los nuevos vecinos pintaron la valla y ahora todo nuestro coche se ve así”

7. “Creo que debería recomendarle que deje de utilizar frases del libro de texto ’Cómo comunicarte con tus vecinos para que te odien’”

8. Así eventualmente puedes aprender a descifrarlo

9. Pero con algunos vecinos ciertamente no puedes relajarte ni un segundo

  • Nuestra nueva vecina hizo algo curioso. Había dos bicicletas en el pasillo común: la nuestra y la de otro vecino. Hay cuatro departamentos en la planta. Salimos una mañana y las bicicletas no estaban. No podían haber sido tomadas por desconocidos, ya que la puerta de la planta se cierra con llave. Fuimos a preguntarle al conserje. Resultó que nuestra nueva vecina había sacado nuestras bicicletas y había dicho que no eran de nadie. Se había comprado un coche y de esta manera había decidido hacer espacio para él. © Natalia Rogova / Facebook

10. “Pensé que vivía entre personas decentes y que todos los demás tenían mala suerte. Pero llegó el momento de la verdad”

“Solo se necesitó que el departamento de al lado se alquilara a una pareja joven con un hijo. A ellos les gusta dejar la basura y sus objetos personales en el pasillo común. ¡Pero el conducto de la basura está en nuestro piso! Lo abarrotan todo: la salida de emergencia, el descanso e incluso nuestro pasillo que se cierra con llave. No responden a ninguna petición de la inmobiliaria ni del propietario del departamento. A ellos les gusta vivir así”.

11. Cuando no está claro si es un genio o un bicho raro

12. Pero todo tiene su lado positivo

  • Vivía en una residencia con cocina compartida. Mis vecinos eran una pareja de biólogos. Un día, les dije que debían lavar los platos apenas terminaban de comer porque habían empezado a aparecer cucarachas. Ellos se alegraron: “No tires las cucarachas muertas, ponlas en la mesa de la cocina. A nuestros peces les gustan mucho”. © Oídoporahí / Ideer

¿Cómo te llevas con tus vecinos?

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