15 Historias que demostraron que la humanidad subestima toda la astucia y sabiduría de los gatos

Historias
hace 3 años

Los gatos son unos de los animales más queridos en todo el mundo. Y no por nada su cantidad llega a casi 400 millones de ejemplares. Cada dueño de gato ha de tener historias divertidas relacionadas con su mascota.

Genial.guru eligió para ti unas historias reales, compartidas por los usuarios de varios sitios web, cuya vida familiar está estrechamente vinculada con estas criaturas peludas.

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Hace 5 años teníamos un gato. Hacía sus necesidades donde se le ocurría. Cansado de acostumbrarlo a usar su caja de arena, cada vez que mi gato hacía popó en lugar equivocado, mi papá lo llevaba a la caja y metía su hocico en la arena limpia. Pero la mascota no quería entender qué queríamos de él. Un día, durante "una sesión educativa" similar, el gato totalmente confundido levantó la cabeza, nos echó una mirada desconcertada y llena de culpa y empezó a... comer la arena de la caja. @ManFromTheMoon

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Aún no estoy casado. Vivo solo, en un segundo piso. Una vez en verano estaba haciendo mucho calor. Cayó una tormenta eléctrica, refrescó un poco. Me acosté a dormir, apagué el ventilador y abrí la puerta del balcón para disfrutar del aire. Me quedé dormido. Un tiempo después, me di vuelta y percibí un ligero movimiento en la almohada. Estiré el brazo y sentí algo suave que empezó a ronronear como un pequeño tractor. Prendí la luz y vi a una gatita: peluda, de tres colores, mirándome con sus ojos de color de oliva como si quisiera preguntarme: ¿por qué me despiertas? ¡Por algún motivo ni siquiera me sorprendí! @Udjin08

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Tengo 27, vivo solo con mi gato. Hace unos meses me dio amigdalitis. Tenía 39,5 de fiebre y no comía nada. Al tercer día, mi gato empezó a llevarme comida a la cama: galletas, pastelillos, dulces, todo lo que estaba en la mesa. Pero el colmo de su gran cariño fue cuando llenó la boca de su comida de gato y lo escupió al lado de mi almohada, mirándome con la pregunta expresada en sus ojos: "¿Qué me ves? ¡Come!". En ese momento me di cuenta de que durante todos esos tres años lo subestimaba. @MozhnoProstoRed.

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Micho es un simple gato gris. ¡Pero tiene tanta inteligencia! Solo come Whiskas y pescado. Antes de darle pescado, siempre lo lavamos, por las dudas. Durante el proceso del lavado, el gato está sentado a nuestro lado y no le quita sus ojos al pescado. Y una vez cometió un pecado: me distraje un momentito y él se robó el pescado, intentando comérselo. Reaccioné a tiempo y se lo quité para lavarlo bien. A la mañana siguiente entré a la cocina y casi me muero de risa: el gato tiene dos platos (uno siempre está lleno de su Whiskas, y el otro, de agua), y con una pata saca del plato con Whiskas una croqueta, la avienta al agua ¡Y SOLO DESPUÉS DE ESO se la come! @alex1977

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Teníamos un gato. Una vez mamá decidió preparar tortitas de carne. Preparó la carne molida, hizo las tortitas, las puso en la sartén a freírse (el gato estaba cerca). Se distrajo unos segundos y, al volver, vio que en la sarten quedó un espacio no ocupado: justo del tamaño de una tortita. Mamá miró alrededor, sin entender qué había pasado, y vio al gato sentado en el piso, mirándola con los ojos enamorados. No hubiera entendido nada, pero de pronto el gato empezó a mover el trasero de manera extraña y 10 segundos después salió corriendo de la cocina con unos maullidos espantosos. En el lugar donde había estado sentado estaba la tortita desaparecida. El gato, para que no lo castigaran, había decidido esconderla y taparla con su cuerpo. @Juliashka2110

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Nuestro gatito Max come muy poco, por eso le descongelamos la carne en porciones pequeñas. Pero en ocasiones la come tan lentamente que la carne se cubre de una costra y él ya no se la quiere terminar. Para mamá es una cuestión de principios: hasta que no termine su bola de carne, no recibirá una nueva. Esto fue lo que se le ocurrió al Max: toma el último pedazo de la carne en la boca y la mantiene ahí, mientras mamá revisa su plato para asegurarse de que ya no tiene comida. Cuando recibe una porción nueva, Max escupe el pedazo viejo y empieza a comer la nueva. @alexa_2004

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Vivo en una casa campestre, la puerta casi siempre está abierta. Tenemos un gato que viene y se va cuando quiera. Una vez por la mañana entré a la cocina y me quedé sin palabras: estaba mi gato sentado al lado de un gatito de no más de 2 meses de edad, muy parecido a él. Seguramente la gata exigió que se hiciera cargo de su hijo. @Reya

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Salí al balcón a respirar el aire fresco. Vi en el parque infantil abajo como un hombre estaba columpiando a su gato. Cuando le pregunté qué estaba haciendo, el señor me contestó como si nada: "Salí a fumar y vi a este gato solitario. Pensé: ¿por qué no hacer algo bueno por él?" @Wizard_Severus

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Ayer mi hijo tuvo su venganza con mi gato. Cuando el gato estaba comiendo, mi pequeño le estaba mirando en los ojos. Cuando estaba en el baño, mi hijo golpeaba la puerta y maullaba. Y cuando el gato se durmió, el nene se acostó y puso sus pies encima del gato...

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Estaba sola en casa, limpiando el cuarto infantil. El gato estaba por ahí. De reojo noté que estaba en la cama de muñecas. Me di vuelta y él me miró con sus ojos redondos y me dijo: "TENGO HAMBRE". ¡Sudé del terror en el primer segundo, hasta que entendí que solo se había sentado encima de una muñeca que hablaba! Lo más extraño es que de las 10 frases que sabe decir la muñeca, el gato elegió la mas adecuada para él. Tuve que ir a darle su comida.

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Dicen que todos los gatos siempre tiran árboles de Navidad. Mi gata lo hace al revés: una vez se acostó debajo del árbol, y justo en esa parte es donde suelo colgar esferas gigantes. La gata, al ver su reflejo en la esfera, se espantó tanto que hasta saltó hacia atrás, se pegó contra la pared, se enredó en la serie de luces y tiró el árbol. El árbol le pegó a la tele que se cayó y se rompió. Desde entonces ni se acerca al árbol y odia la serie de luces.@Olga Yarokhina

Trabajo en una tienda y ahí cuidamos a una gata negra peluda que parece un gorro esponjoso. Solo tiene una manchita blanca en la panza. Resulta que le gusta trolear a la gente. Se sienta en la entrada de la tienda y de alguna manera identifica a los supersticiosos para cruzarles el camino. La gente se pone nerviosa y ella, contenta, los mira con una burla no disimulada en los ojos.

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Estaba sola en casa esa noche. Casi me quedé dormida y de pronto escuché que alguien estiró la cadena en el baño. Por poco me dio un infarto, mi imaginación pintó con colores más nítidos a un ladrón al que se le ocurrió ir al baño antes de empezar con sus maldades. Reuní toda mi valentía y decidí enfrentarlo... Entré al baño y vi al gato, sentado en el depósito del baño, presionando el botón y admirando la cascada. ¡Le gustó cómo fluía el agua! Tuve que comprarle un bebedor automático.

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En casa tenemos el baño y la ducha separados, pero entre los dos cuartos hay un agujero en la pared. Hace poco adoptamos a un gatito, ¡y le gustó meterse debajo de la bañera, de ahí atravesar el agujero, entrar al baño y meterse al retrete! Al mismo tiempo, el agua en el lavamanos o en la misma bañera le da pánico, pero en el excusado le encanta. Ahora el gatito creció y ya no cabe en ese agujero. Se le ocurrió una nueva forma de bañarse: tirar su plato con agua en la cocina y acostarse en el charco.

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Siempre estaba segura de que ningún hombre podía dominarme. Que no iba a suplicar ni rogarle a nadie. Que no importaba el dolor, no me iba a traicionar a mi misma, a humillarme. Creía eso justo hasta que en mi vida apareció mi gato. Pasé 2 horas sentada enfrente del sillón, suplicándome perdonarme por tener que dejarlo solo durante 2 días para que al menos fuera a comer.

¿Tienes gatos? ¡Cuéntanos tus historias divertidas en los comentarios!

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Yo tenía un gato llamado pícaro cuando íbamos a comer el abría la puerta de la cocina para meterse quedar viendo como comíamos hasta que le sirvieramos a el, cuando salíamos a la calle, el abría la ventana y nos esperaba sentado en el patio viendo hacia el zaguán, Incluso si llegaba a alguien que él conocía, salía por la ventana y si la persona le decía háblale a tus sueños el gato se metía corriendo por la ventana y empezaba a armar un escándalo gritando y maullando hasta que le hacemos caso, entonces él se asomaba por la ventana para que nos diéramos cuenta que habían personas tocando afuera. también cuando mi mamá rescató una gatita siamés que se llamaba azul La gata llego embarazada y el gato espero a que ella tuviera sus crías, Entonces ella se salía a cazar o a dar la vuelta en el techo y él se quedaba cuidar a las crías y cuando La gata llegaba el le cobraba tomando leche de La
gata.

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