15 Historias sobre personas que metieron la pata y armaron un alboroto de la nada

hace 2 años

Posiblemente, cada uno de nosotros ha caído en una situación embarazosa por un malentendido. A menudo, tales situaciones se borran rápido de la memoria. Sin embargo, algunas se convierten en historias tan cómicas que simplemente es imposible olvidarlas, e incluso se las cuentas a un par de amigos o las compartes en las redes sociales.

En Genial.guru siempre navegamos por internet con mucho placer, y esta vez recopilamos historias de personas que se vieron involucradas en malentendidos y, sin duda, lo recordarán durante toda su vida.

  • Al taller entró el ingeniero de seguridad.
    — ¿La ventilación funciona?
    — No.
    — Ayer vino un especialista, la revisó y ya debería funcionar.
    — No, no funciona.
    — ¿Y esas campanas extractoras tampoco funcionan?
    — No.
    — Bueno, acerqué mi mano y sentí la corriente de aire. ¡Sí funcionan!
    — Pero ni siquiera están encendidas. © codi21 / Pikabu
  • Llegué a casa después de hacerme un examen de la vista. Me pusieron unas gotas después de las cuales veía todo muy borroso. Pensé que había dejado entrar al gato en mi casa, pero dejé entrar a una marmota. Ella se comió todo el alimento para gatos, además no quería irse. Durante una semana estuvo regresando a nuestra casa y nunca me atreví a explicárselo a mi esposa. © aaronreynolds / Twitter
  • Una vez salté de un paracaídas y el instructor bromeó: “Si el paracaídas no se abre durante el vuelo, no tienes que entrar en pánico, simplemente disfruta del vuelo”. Saltamos con él, volamos. Llegó la hora de abrir el paracaídas, jalé el cordón, pero no pasó nada. Me acordé de su broma y ​​le dije: “Pues, ya estoy disfrutando del vuelo...”. Y luego me gritó: “¡Jala el cordón extra, rápido!”. En pocas palabras, ya no le volvió a decir a nadie esta broma. © Habitación № 6 / VK
  • En 2009, compré un sistema de purificación de agua en tres etapas con frascos transparentes. Llegué a casa, conecté todo, le hice un hoyo en la encimera para la llave de agua purificada y comencé a usarla. Seguimos usándolos y los filtros no se ensuciaban. Luego pensé que el agua no estaba muy buena, pero los filtros seguían viéndose como nuevos. Cuando pasó un año, decidí que era necesario reemplazar los filtros. Los compré, quité los filtros y resultó que todavía estaban cubiertos con el protector. Quité la película y los volví a poner en su lugar. Después de una semana, noté que el primer filtro había comenzado a oscurecerse debido a la suciedad. © alex93rus / Pikabu
  • Una vez mi mamá me preguntó si podía probar mis lentes. Se los di, ella se fue al espejo, luego regresó y me dijo: “No sé si me gustan o no. ¿Cómo los ves?”.
    Le dije: “Mamá, ni siquiera puedo verte”.
    Ella: “¿En dónde están tus lentes?”. © alexmordamn / Tumblr
  • Vivo en una residencia. Era una mañana cualquiera. Me fui a duchar. Me quité mi liga de cabello y la dejé en una repisa. Me bañé, salí y empecé a secarme el pelo. En un instante, me di cuenta de que había olvidado mi crema hidratante, por eso corrí rápidamente a buscarla. ¡Regresé y vi que había dos cucarachas grandes en la repisa! Empecé a gritar, entré en pánico, tomé una pantufla y comencé a matarlas... A continuación, me di cuenta de que era mi liga de cabello retorcida, la cual me había quitado para ducharme. Da miedo vivir con una mala vista y una mala memoria a la vez. Además, toda la residencia se despertó por mis gritos... © Habitación № 6 / VK
  • Una vez escuché que mis padres adoptivos estaban hablando en susurros acerca de ir a la playa. Ambos sabían que yo nunca había estado en la playa. Me enojé tanto que inmediatamente le dije a mi mamá lo que pensaba. Pero resultó que solo estaban planeando una sorpresa para mí. Fue muy incómodo. © Kings_Daughter / Reddit
  • Estoy alquilando un departamento de dos recámaras con una chica. Era muy noche, estaba acostada en una oscura habitación y trataba de dormir. Y de pronto sentí que alguien más apareció en la habitación. Abrí los ojos y pensé que tal vez era la chica que había entrado y necesitaba algo. Pero la escuché roncar a través de la pared, y entonces pensé: “Ella no tocó la puerta como solía hacerlo, entonces no es ella”. Me levanté de un salto y vi en plena oscuridad el contorno de una niña que estaba colgada. Grité del susto. Por supuesto, la chica vino corriendo, encendí la luz con una mano temblando y resultó que era un globo en forma de muñeca, que había comenzado a desinflarse y “pasear por el departamento”. ¡Por un momento creí en la existencia todos los espíritus y fantasmas del mundo! © Habitación № 6 / VK
  • Una vez tuve la oportunidad de trabajar en un hotel por solo un día. Al inicio, nadie me explicó en dónde se encontraban las cosas, pero aún así me regañaron. Incluso los huéspedes me dijeron que ignorara a mi jefe malhumorado. Por la noche, le dije al gerente que renunciaba y que no trabajaría el siguiente turno. Al día siguiente llegué al hotel para devolver mi uniforme de trabajo, entonces se acercó mi jefe y empezó a gritarme por haber llegado tarde. Le dije que ya había renunciado, y aunque no hubiera renunciado, había llegado 5 horas antes de mi turno. ¡Están locos! © O5CR / Reddit
  • Una vez me peleé en la escuela con un alumno más grande, el cual me prometió “buscarme” después de las clases. En realidad, yo tuve la culpa en esa situación, pero no quería encontrarme con él y, por lo tanto, salí de la escuela e inmediatamente me fui corriendo, y este chico y sus amigos corrieron tras de mí. Corrieron durante mucho tiempo, todo el camino hasta mi casa, pero yo era más rápido, y llegué primero hacia la puerta, la abrí, pero luego uno de ellos -de repente- me gritó: “¡Amigo, no cierres la puerta!”. Yo, como un niño educado, no la cerré. Sentí lástima por mi propia estupidez. © Habitación № 6 / VK
  • Una vez pedí unos audífonos. Después de un tiempo los recibí, los revisé de inmediato y todo estaba bien. Los usé durante todo el día y estaba muy contento, pero luego se les acabó la pila. Los puse en un estuche y no cargaban. Conecté el estuche al cargador y sucedió lo mismo. A continuación, googleé el problema, pero no encontré nada. Le escribí al vendedor y me pidió grabarle un video. Y, solo grabando el video, vi una pequeña película delgada en los contactos de cada auricular. Le escribí mis disculpas a mi vendedor, pero este se rio. © Alllexander07 / Pikabu
  • Me fui a acostar y luego me desperté por un fuerte golpe en el vidrio de la ventana. Desde la ventana del segundo piso vi una figura rara con un halo radiante alrededor de su cabeza, me llamó por mi nombre y gritó: “¡Abre!” y siguió diciendo algo. Estuve a punto de tener un ataque al corazón por el miedo. Resultó que mi hermano mayor había olvidado las llaves de casa, no le abrieron la puerta, se asustó y de alguna manera subió hasta la ventana de mi dormitorio. Y el supuesto halo, era porque enfrente de la ventana habían encendido una linterna muy brillante. © Oídoporahí / VK
  • Trabajo en un banco. Una vez recibí una queja. Me mandaron llamar. Dijeron que no le había entregado una tarjeta al cliente y por mi culpa no había podido pagar el préstamo y por eso se retrasó con el pago. Lo negué, porque llevaba mucho tiempo trabajando y simplemente no podía haber olvidado entregarle la tarjeta al cliente. Solicitamos las grabaciones de las cámaras a mi jefe y vimos cómo metí el sobre con la tarjeta en un folder. Llamamos al cliente y le contamos todo. A lo que nos respondió: “¿Aaah, la tarjeta estaba dentro del sobre? Pensé que eran unos simples folletos...”. © jknastasi / Pikabu
  • Tuve cáncer por unos 5 minutos. Lastimé mi dedo con una pluma y se formó una ampolla. Llegué a la farmacia para comprarme algo. Se me acercó una vendedora. Le mostré mi ampolla y gritó: “¡Cáncer! ¡Tiene cáncer de piel!”. Dios mío, pasé por las cinco etapas de aceptación hasta que se me acercó otra vendedora y riéndose de su colega me dio una curita. © Oídoporahí / VK
  • Por primera vez en mi vida me atreví a hacer crepas. Leí la receta y me pareció fácil. Vertí un poco de masa en la sartén. Quería dar la vuelta a la crepa y no pude, porque la masa se deshizo. Pensé que había agregado sémola de trigo en lugar de la harina. Al final, decidí meterla al horno. Esperé mucho tiempo, pero no pasó nada, solo toda la casa apestó. Tiré todo a la basura. Al día siguiente, mi abuelo me dijo que no era harina y ni siquiera sémola. Resultó que era una bolsa de masilla que se había dejado mi abuelo cuando estaba arreglando la ventana de la cocina. En pocas palabras, ya no hago nada en la cocina... © Habitación № 6 / VK

Posiblemente más de una vez te haya pasado que evaluaste incorrectamente la situación y terminaste reaccionando de forma cómica. Cuéntanos un par de tus historias más brillantes.

Imagen de portada jknastasi / Pikabu

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