20+ Lectores de Genial compartieron las expresiones de sus niños que se pueden contar como chistes

Historias
hace 1 año

Los niños, en virtud de su espontaneidad y alta imaginación, dicen todo lo que piensan. Y muchas veces, las frases que dicen no solo divierten a los demás, sino que también los ponen en una situación incómoda. Por ejemplo, cuando un niño comienza a hacer preguntas sobre la apariencia de algún pasajero en el autobús.

Los lectores de Genial.guru recordaron las expresiones de los niños que seguramente no olvidarán por el resto de sus vidas.

  • Estábamos con mi hijo de 4 años en la parada del autobús. Junto a nosotros había una mujer adulta con cabello rosa brillante. Mi hijo preguntó en voz alta: “¿Por qué tiene ese cabello?”. Intenté explicárselo y agregué que no debería preguntarlo tan alto. Él la miró durante mucho tiempo y luego dijo: “Debe pensar que le queda bien”. © Natella Bykova / Facebook
  • Mi hija menor esperaba con ansias la llegada de su período. Todas sus chicas conocidas empezaron a tenerlo a los 11-13 años, y ella a los 15. Entonces llegó el momento. Después de 2 días ella dijo: “Ahora sé lo que es. Nada bueno. ¿Hay alguna manera de pararlo?”. © Elena Akodus / Facebook
  • Mi hijo de cinco años vino del jardín con la firme intención de casarse con Milana. Al anochecer, se volvió travieso, y yo le dije: “Pues, si te casas, vas a tener a tus propios hijos y tampoco te van a obedecer. ¿Qué harás entonces? Gritar, ¿o qué?”. Él respondió: “No te preocupes, mami. Será Milana quien gritará, yo solo seré padre”. © Nataly Snegereva / Facebook
  • Solía anotar las frases de mi hijo cuando tenía 3-4 años. Un día, íbamos en el auto, él miraba dibujitos en Internet usando la tablet, pero el video se trababa un poco. Entonces dijo: “Abran la ventana para que entre Internet”. Otro caso. Intentaba romper las perchas de plástico. Vine y se las quité. Se quedó sentado y exclamó ofendido: “Solo les hacía una prueba de resistencia”. © Larisa Bondarets / Facebook
  • De camino a casa, compré eclairs. A mi hijo le gustan mucho. Llegué a casa, serví el té, puse el postre en un plato, pero mi hijo ni siquiera reaccionó. “Ve a comer eclairs”, dije. “Me los comeré por la mañana, así lo decidí”, respondió. Bueno, si lo has decidido. Luego miré, empezó a caminar alrededor de la mesa mirando el postre. Daba vueltas y vueltas, luego se sentó, se acercó el plato y dijo: “También decidí que ha llegado la mañana, así que ahora me puedo comer los eclairs”. © Irina Shlepak / Facebook
  • Fui a la escuela a buscar a mi nieta de primer grado y ella dijo que necesitaba “pantalones de ciclo” para la educación física. No me preocupé, ya que teníamos todo tipo de pantalones en casa. Pero igual fui con la profesora y le pregunté qué tipo de pantalones se tenía que poner exactamente. Ella se rio y respondió que, en lugar de pantalones deportivos comunes, se deberían poner pantalones cortos de ciclista. © Nelly Kozlova / Facebook
  • Mi hija tiene 4 años. Íbamos al jardín de niños. Hubo fuertes lluvias durante la noche. Estábamos pasando al lado de un charco enorme. Mi hija dijo: “Ese charco está buenísimo. Me gustaría que hubiera uno así en el jardín”. © Tatyana Pavlova / Facebook
  • Íbamos en auto con mi hijo de tres años, al lado pasó un autobús. El pequeño me miró y dijo: “Dile a papá que te compre un autobús”. Pregunté: “¿Para qué? Ya tenemos un coche”. Y él respondió: “Tú conducirás, y yo estaré juntando dinero por el pasaje”. © Guleke Tuyakbaeva / Facebook
  • Mi hija, cuando era pequeña, dijo que las piernas grandes son hermosas. Cuanto más grandes, mejor. Luego se quedó en silencio por unos segundos y dijo: “¡Eres la más hermosa, mami!”. No sabía si llorar o reír. © Irina Piterskih / Facebook
  • Mi hija de 4 años miraba mis fotos de bebé y eran en blanco y negro. Y luego me preguntó: “Mamá, ¿el mundo en tu infancia era todo blanco y negro?”. © Krystyna Purschke / Facebook
  • Mi sobrina de 5 años, cuando vamos al complejo de natación, en lugar de “jacuzzi” me invita a sentarme en el “mitsubishi”. © Vasara Vasara / Facebook
  • Fuimos a una visita, mi hijo tenía 5 años entonces. Le ordené estrictamente que se comportara bien allí. Prometido, cumplido. De camino a casa, pasamos por la tienda, ¡y ahí empezó! Compra esto, compra aquello. Le recordé que había prometido comportarse bien, y me dijo: “¿Acaso prometí portarme bien en la tienda?”. © Olga Yurgutite-Goltseva / Facebook
  • Mi hijo de 3 años me trajo una hoja de papel y un lápiz y me dijo: “Mamá, dibuja una cucaracha”. Se la dibujé. “Una más”. Dibujé. “Dibuja muchas”. Dibujé como 10 cucarachas por todo la hoja. Hijo: “¡Ahora, asústame con ellas!”. © Nadezhda Dubinina / Facebook
  • Cuando mi hijo tenía 5 años, fuimos a la casa de campo. Allí, atrapó una langosta, la trajo y le preguntó a mi esposo: “Papá, ¿quién es este?”. Papá respondió: “Es una langosta, hijo”. A lo que mi hijo exclamó: “¿Cómo lo sabes? ¿Tal vez no sea una langosta, sino un langosto?”. © Elena Grishaeva / Facebook
  • Mi hijito salía con una niña y dijo que se habían separado. Pregunté: “¿Por qué?”. Respuesta: “Empezó a decirme que todos mis amigos eran malos y que, en general, tenía que pasar tiempo solo con ella y escuchar lo que dice”. Pues él le respondió que aún no estaba preparado para una relación tan seria y que quería vivir la vida. © Helena Bouziani — Facebook
  • Mis hijos duermen mal por la noche, y yo me levanto temprano para el trabajo, por eso no duermo lo suficiente. Hoy, había llegado el día libre tan esperado. Mi esposo decidió dejarme dormir por la mañana, y se llevó a los niños del dormitorio. Tan pronto me sumergí en el sueño, escuché un grito salvaje. Era mi hija de 3 años corriendo por el pasillo y gritando a todo pulmón: “¡Mamá tiene día libre, la dejaremos dormir, ¡bieeen!”. El sueño se desvaneció por completo. © Ekaterina / Genial.guru
  • Mi hija en la carnicería, señalando las patas con garras de un pollo, pidió comprarle la “pata de dragón”. © Yana Yurakova / Facebook
  • Mi hijito estaba viendo cómo me maquillaba y preguntó: “Mamá, ¿por qué te maquillas?”. Respondí, bueno, para ser bonita. Él, sin pensarlo mucho tiempo, respondió: “No servirá de nada”. © Elena Izyumova / Facebook
  • En la víspera de Navidad, mi hijo de 6 años dijo: “No te preocupes, mamá, le pedí a Santa un Mercedes para ti, para papá una computadora nueva y para el abuelo unos dientes de oro, 2 por si acaso”. © Katya Gudenina / Facebook
  • Íbamos temprano en la mañana al jardín de niños en autobús. La niña a nuestro lado estaba llorando. Mi hijo (4 años) le dijo: “¡No llores! Nosotros también vamos al jardín y no lloramos, porque tenemos la mejor maestra del mundo”. Toda la gente se rio, pero mi caballero se volvió hacia ellos y agregó con calma: “¡Y no hay nada de gracioso! A las personas hay que decirles palabras bonitas”. Luego, seguimos viajando en completo silencio. © Irina Petrova / Facebook
  • Mi hija, cuando le preguntaban cuántos años tenía, respondía: “Pronto 8, pero por ahora 3”. © Tatyana Gyushan / Facebook

¿Tus hijos te han dicho frases que recordarás por el resto de tu vida?

Imagen de portada Irina Petrova / Facebook

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