Arruiné la boda de mi compañero de trabajo e hice que lo arrestaran

Historias
hace 1 año

Al ver una boda en una serie romántica, podríamos pensar que las escenas son tan exageradas que sería más probable que Thalía volviera a las telenovelas antes de que pasara lo mismo en la vida real. Sin embargo, los guionistas deben buscar inspiración en algún lado, y a menudo en la vida cotidiana suceden cosas tan disparatadas que si se hiciese una historia con cada una de ellas, no alcanzarían las horas del día para reproducir todo eso en la televisión.

¿Cuál fue la situación más loca que presenciaste en una boda? ¿Crees que es buena idea invitar a los colegas del trabajo a acontecimientos importantes de nuestra vida? ¿O es mejor separar el ámbito profesional del personal?

En Genial leímos la historia de la usuaria y no pudimos evitar engancharnos con este drama

  • Lo mejor es aceptar que hay situaciones en las que no podemos quedar bien con todos. Seguramente la usuaria tuvo muchos sentimientos encontrados en esa situación. Mary era su amiga, pero lo cierto es que Adam era su colega de trabajo, a quien veía todos los días. Así que hacer algo que lo disgustase en un día tan importante para él era sin duda riesgoso. Pero no podemos tomar decisiones pensando en lo que le gustaría a la mayoría, eso puede ser muy estresante. Lo que importa es que actuemos según nuestras convicciones, y en este caso, la usuaria decidió ser honesta.
  • No permitamos que las críticas nos hagan dudar de nosotros mismos. Aunque la usuaria sintió en un principio que había ayudado a su amiga, luego de la reacción de Adam, comenzó a preguntarse si había obrado bien. Las personas con inteligencia emocional reconocen lo que sienten y son capaces de procesar esa información para tomar decisiones y mantenerlas. En esas situaciones, es bueno pensar cómo nos hubiésemos sentido si no hubiésemos actuado de la manera en la que lo hicimos; seguramente nuestra conciencia tranquila hará que nos demos cuenta de que hicimos lo correcto.
  • A veces lo mejor es mantener la vida profesional al margen de la personal. Aunque es bueno llevarse bien con nuestros compañeros de trabajo y formar buenos vínculos, cuando la línea entre lo que hacemos en nuestra casa y en la oficina no se divide bien, puede dar pie a conflictos que podrían afectar todas las áreas de nuestra vida. Si vemos que nuestros problemas profesionales inciden en nuestra vida personal, lo mejor es volver a encausar cada cosa en el espacio que debe ocupar.
  • Cuando nuestros sentimientos ya no son los mismos, lo mejor es ser honestos y no actuar por la espalda. No queremos señalar con el dedo a nadie, pero es difícil no admitir que Adam tuvo muchas conductas reprochables. A veces decirse a uno mismo que una relación ya no puede continuar es doloroso, pero es aún peor engañar a esa persona, ya que los daños que puede provocar la mentira suelen ser más difíciles de sanar, y pueden provocar estrés y ansiedad. Si somos honestos con nuestros sentimientos, la despedida no será feliz, pero por lo menos se realizará en buenos términos y ambos podrán seguir adelante en mejores condiciones.
  • Luego de una separación, divide los bienes de la manera más honesta y prolija posible. Lo sabemos, es todo un desafío en una situación en la que absolutamente todo puede parecer injusto. Pero antes de llevarnos cosas a escondidas, así como hizo Adam con el vestido y las joyas de Mary, lo mejor es discutir abiertamente con qué nos queremos quedar y dar los fundamentos por los que consideramos que lo merecemos. En caso de no poder llegar a un acuerdo, la justicia podrá ayudar a tomar la decisión más equitativa. Tal vez la respuesta no nos guste y nos genere dolores de cabeza, pero si nos puede evitar conflictos con la ley, ¡bienvenida sea!

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