La historia de la reina Rania (Cómo una joven de una familia de refugiados se ganó el amor de un príncipe y del mundo entero)

Historias
hace 4 años

En el mundo hay más de 40 monarquías. Es poco probable que cualquier lector pueda enumerarlas una a una. Pero los nombres de algunos representantes de las dinastías soberanas no dejan de aparecer en las primeras páginas de los periódicos. Entre ellos, la reina Rania Al-Yassin. La esposa del gobernante de Jordania, tiene su propio estilo, carácter, creencias y los recursos para llevar a cabo todo eso.

Genial.guru averiguó cómo Rania conoció a su príncipe azul y por qué la quieren, no solo él, sino también todas las personas del reino.

Una joven que huyó de la guerra

La historia del esta Cenicienta de Oriente comenzó lejos del país donde se convertiría en reina. Rania nació en la capital de Kuwait, en el seno de la familia de un pediatra y una ama de casa. Sus padres eran personas adineradas y prestaban mucha atención a la educación de su hija. Después de terminar sus estudios en la escuela, continuó con su formación en Egipto.

A su casa, en la costa del golfo Pérsico, la joven ya no pudo regresar. En el país de su infancia estalló la guerra. Los padres de Rania huyeron a Jordania. A la capital de allí, Amán, llegó desde El Cairo la que después sería reina. La estudiante de ayer era educada y ambiciosa. El primer lugar donde trabajó fue el mayor banco jordano, propiedad de la familia real. Después empezó a trabajar en la oficina local de Apple. Ella planeaba construir una carrera profesional, pero le esperaba un destino muy diferente.

Amor a primera vista

Rania tenía 21 años cuando conoció a su futuro esposo. Un conocido invitó a esta joven tan bella a una cena organizada por la hermana de Abdalá II. El príncipe también estaba en la lista de invitados. Llegó cansado, justo después de realizar sus ejercicios militares, entró en la habitación y se olvidó de todo. Según sus palabras, la belleza de Rania lo conquistó a primera vista.

Abdalá cortejaba a su nueva conocida al nivel de la realeza: en sus citas, volaron en helicóptero, practicaron esquí acuático y conducían motocicletas. Al principio, el aristócrata estaba fascinado por el atractivo de Rania. Pero más tarde, uno de los amigos de la pareja real contó lo siguiente: lo que realmente atrajo a Abdalá fue el hecho de que la joven estaba en la misma página que él. Ella era igual a él, no por su origen, sino por su mentalidad.

Al principio, Rania todavía estaba un poco asustada por el estatus de su enamorado. Pero el príncipe estaba acostumbrado a salirse con la suya. Seis meses después, ya estaba resuelto el tema del matrimonio. Abdalá llegó con su padre, el rey gobernante, para hacer oficialmente la propuesta en la casa de los padres de la novia. En junio de 1993, la pareja fue al altar. La boda fue una fiesta a nivel nacional y el vestido de la novia fue confeccionado por el diseñador Bruce Oldfield, quien trabajó antes para la princesa Diana.

De esposa a reina

El origen de la novia no preocupó a nadie: el trono debía ocuparlo el tío de Abdalá. No estaban preparando al príncipe para hacer frente a las preocupaciones y tareas de Estado, por lo que él y su joven esposa vivieron disfrutando de la vida. Pasaron seis años, y de repente, el rey de Jordania cambió de opinión y decidió no entregar el trono a su hermano. El heredero nombrado fue Abdalá. Después de dos semanas, se convirtió en Su Majestad. Rania, de 28 años, recibió el título de reina.

“Reina de corazones” oriental

Quizás, Rania no pueda llamarse una mujer oriental típica. Ella trabaja no menos que su esposo. Al ser reina, inmediatamente se ocupó de los problemas sociales. A su cargo están escuelas, hospitales, fundaciones caritativas. Rania considera que la mejor inversión del estado es en la educación. Según sus palabras, los conocimientos, la creatividad y el talento son la base del éxito de cualquier país.

En la agenda diaria de la primera dama de Jordania, junto con las recepciones en palacios, encontramos visitas a los barrios pobres. Por eso, la reina a menudo se compara con la princesa Diana.

Esposa y madre, con el mejor trabajo diario

La primera dama de Jordania cree que su vocación principal es la de ser esposa y madre. Ella y su marido criaron a dos hijos y dos hijas. Para estar con sus hijos en la misma página, la reina, en su momento, leyó todos los libros de Harry Potter. Además, ella también escribe, y uno de sus ensayos entró en la lista de bestsellers de The New York Times. Rania siempre trató de recordarles a sus hijos que es necesario ser amable con aquellos que fueron menos afortunados en la vida que ellos.

La familia real siempre está a expuesta al público. Pero, como admite Rania, a veces consiguen escapar de los focos de las cámaras. Entonces, ella, su esposo y sus hijos se van de picnic. El propio rey de Jordania, según su esposa, prefiere a cualquier otro tipo de relajación, actividades como bucear, explorar los arrecifes del mar Rojo y preparar una barbacoa en la playa.

El tesoro principal de Jordania

Giorgio Armani denomina a la reina Rania la mujer más bella del mundo y su musa principal. Y muchos están dispuestos a suscribir estas palabras. Recibió numerosos títulos no oficiales: un icono de estilo, la belleza más elegante del mundo, la Jacqueline Kennedy de Oriente Medio. También la reina está incluida en la lista de las mujeres más influyentes en el mundo.

Respecto a la moda, ella crea sus propias reglas: contrariamente a la percepción de muchos sobre las estrictas prohibiciones orientales, lleva, no solo vestidos cerrados; sino también aparece con frecuencia con pantalones y la cabeza al descubierto. También se comunica con entusiasmo por Internet. Más de 5,5 millones de personas siguen su página de Instagram y, en 2011, Forbes reconoció a Rania como la reina de las redes sociales.

Madre, esposa, reina y, además, coronel del ejército jordano. Rania siempre ha sabido compaginar diferentes funciones opuestas. Tal vez no sea en vano el principio que sigue: para resolver cualquier cuestión, es necesario buscar un compromiso entre lo que te dice tu corazón y lo que te aconseja la mente.

Aunque la historia de Rania se asemeja a la historia de Cenicienta, ella, convirtiéndose en reina, no se ha quedado de brazos cruzados. En tu opinión, ¿quién lo tiene más difícil: celebridades que siempre están a la vista de todos o las personas comunes y corrientes?

Imagen de portada AFP / East News

Comentarios

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Yo creo que las personas comunes y corrientes lo tenemos siempre más difícil

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