La increíble historia de este hombre que dejó su trabajo para cambiar el mundo

Historias
hace 3 años

Adam Braun tenía todo lo que necesitaba: un trabajo en la bolsa, un lugar donde vivir y la oportunidad de dejarlo todo y viajar alrededor del mundo. Pero todos tenemos maneras diferentes de ser felices. Y después de conocer a un niño pobre en India que solo soñaba con tener un lápiz, los deseos de Adam cambiaron por completo.

En Genial.guru descubrimos la historia de un hombre que renunció a su prestigioso trabajo para crear una fundación sin fines de lucro y que además escribió un libro sobre su viaje, llamado The Promise of a Pencil.

Su closet estaba lleno de trajes para eventos de negocios, y en su tarjeta de presentación se podía leer el nombre de una compañía muy prestigiosa. Adam se graduó en una universidad de Ivy League, trabajó en fondos de alto riesgo y deseaba construir una gran carrera en Bain & Company.

Incluso con todo esto, en lo más profundo de su alma, la vida que Adam tanto quería había dejado de hacerlo feliz. Se dio cuenta de que tenía que salir y encontrar su felicidad. ¿Conoces esa sensación?

Lo primero que hizo fue abandonar su zona de confort. Adam viajó a India, África y Vietnam. De manera inesperada, en el primero de esos países, su vida comenzó a cambiar. Fue allí donde conoció a un niño que nunca había ido a la escuela pero que había visto a otros chicos escribiendo con lápices, y su único deseo era tener uno propio.

"¿Qué es lo que más quieres en el mundo?". -"Un lápiz".

Adam Braun se sorprendió de que este niño nunca hubiera ido a la escuela. Y luego se dio cuenta de que había muchísimos más pequeños en el mundo que vivían esa misma situación. ¿Sabías que 263 millones de niños y jóvenes no tienen acceso a la educación?

¿Podría algo tan pequeño como un lápiz ser la base de una educación y activar todo el potencial de un niño?

Adam regresó a Estados Unidos y creó una fundación sin fines de lucro, Pencils of Promise. Él soñaba con construir la primera escuela en Phapheng, Sudáfrica.

Para poder dedicarse completamente al desarrollo de su nueva organización, Adam decidió renunciar a su trabajo bien remunerado.

"El mayor de los sueños casi siempre comienza con pequeños e irrazonables actos".

Esta elección no fue fácil. Estudió el proceso, encontró personas conocedoras y les pidió ayuda para que compartieran su experiencia y conocimiento con él.

La escuela en Phapheng se abrió, y después de esta surgieron otras 300 en países en vía de desarrollo de todo el mundo.

“No te preguntes qué necesita el mundo. Pregúntate qué te hace sentir vivo y hazlo. Porque lo que el planeta necesita es más gente que se sienta viva”.

En su libro, Adam habla de manera clara sobre todas las complejidades, dudas y errores que enfrentó. Describe en detalle todo el ciclo de vida de su organización, desde una cuenta bancaria con 25 dólares, hasta la construcción de la primera escuela, la creación de un gran equipo internacional y la atracción de sumas de 6 cifras de los principales benefactores.

Hoy, Adam es el jefe de la compañía llamada Pencils of Promise. Con ella han creado más de 300 escuelas en todo el mundo. Durante los últimos años, ha sido incluido en la clasificación de "50 personas que cambiaron el mundo" de la revista estadounidense Wired, y en una lista de la revista Forbes. Incluso ha hablado en las reuniones de las Naciones Unidas, la Casa Blanca y el Foro Económico Mundial.

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