Mi hija solo tiene una amiga, pero no quiero que venga a mi casa

Historias
hace 1 año

La adolescencia es una de las etapas más complicadas de la vida, ya que el individuo atraviesa toda una serie de cambios, tanto en el cuerpo como en la personalidad. Así es como resulta casi inevitable que existan choques entre el adolescente, que está dejando de ser niño, y los padres, que tienen que acostumbrarse a las nuevas conductas y actitudes de su hijo. La historia de una usuaria de Reddit nos demuestra que la paciencia, el amor y la contención son de suma importancia cuando se trata de ayudar a lidiar con sus emociones a alguien que está pasando por un momento difícil.

¿Quién era tu mejor amigo/a cuando estabas en la adolescencia? ¿Cómo se llevaba con tus padres?

Lo primero que podemos rescatar de esta historia es la habitual confusión que suelen tener ciertos padres, que no distinguen entre una persona tímida e introvertida y un trastorno del espectro autista. Para empezar, la introversión es un rasgo de personalidad que se enfoca en tener una mayor comodidad con los sentimientos internos que con la estimulación externa.

Mientras tanto, el autismo es una afección con características neurológicas mucho más amplias que el simple carácter de la introversión, por lo que ya podemos ver desde el inicio cómo los padres tienen cierta mirada prejuiciosa ante el comportamiento de su hija.

Pero el conflicto de esta anécdota apenas ha empezado.

Claramente, la situación que se presentó durante el encuentro no es la ideal, y lo que dijo la amiga de su hija no estuvo bien. Sin embargo, los comentarios irrespetuosos o groseros son una parte común del comportamiento adolescente, ya que es un momento en el que están desarrollando su independencia y comienzan a poner a prueba ciertas ideas y valores.

En estos casos, lo importante para los padres es no dejarse llevar por las emociones del momento, sino mantener la calma y ver la manera de lidiar con la situación. Aquí la madre, pese a no perder los estribos, mantuvo una actitud nerviosa que generó tensión en el ambiente familiar.

Veamos cómo continúa desarrollándose la historia.

Aunque hayan pasado unos meses, vemos que la madre sigue teniendo rencor por el comportamiento inapropiado de la amiga de su hija. Aunque la espera del pedido de disculpas sea entendible, no es recomendable restringirle las amistades a tu hijo/a adolescente por un problema personal. Más cuando la preocupación previa era su timidez y la falta de amistades de su edad.

Veamos el cierre de la historia para saber cómo termina esta situación madre/hija.

¿Qué hacer ante estas situaciones?

  • No controlar las amistades de tus hijos: Cuando un amigo de nuestro hijo no nos cae bien o tuvo un comportamiento inapropiado, es importante no intentar controlar su vida y sus amistades. Buscar problemas o confrontaciones por sus actitudes solo servirá para aumentar la tensión y el disgusto por parte del adolescente.
  • No prohibirle las amistades porque su amigo te caiga mal: Muchas veces las amistades pueden ayudarnos a descubrir quiénes queremos ser, y en el caso de nuestros hijos, es importante entender que no se trata de amigos nuestros, sino de ellos, por lo que no necesariamente nos tienen que caer bien o gustar. Lo importante es no restringirlos a la hora de desarrollar sus amistades y permitirles que se vayan conociendo a sí mismos y puedan definir qué tipo de personas les gustan o no.
  • Darle independencia para que elija sus propias amistades: La madre de la historia, en lugar de tomar personal lo sucedido en aquella cena, debió dejar que su hija continuara desarrollando su amistad y decidiera por sí misma si era valiosa o no.
  • Conversar con nuestros hijos: Por más inapropiado que haya sido el comentario, lo correcto es hablar con nuestros hijos al respecto en vez de prohibirles la compañía de alguien a quien aprecian.

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