Una niña escribió un deseo y lo ató a un globo que voló kilómetros hasta que fue recibido y cumplido por un hombre de otro país

Historias
hace 4 años

La mayoría de los adultos, cuando crecemos y dejamos de creer en Santa Claus, las hadas y todo lo que tenga que ver con la magia, corremos el riesgo de pensar que los sueños también son una fantasía infantil. Afortunadamente, los niños, con sus ojos inocentes y la proyección de un mundo que no conoce límites entre lo real y lo mágico, constantemente nos enseñan que la bondad y el amor hacen que todo sea posible.

Genial.guru cree que todos los sueños pueden hacerse realidad, y por eso te trae esta bonita historia en la que un hombre ideó un plan para cumplir el deseo de una niña de otro país a la que no conocía, pero a quien quería hacer feliz.

Todo comenzó cuando un globo con un deseo atado voló miles de kilómetros, como si fuera magia

Era diciembre cuando Amin Adzhiev, un agricultor de la república rusa de Karacháyevo-Cherkesia, levantó la mirada casualmente al cielo y, para su sorpresa, descubrió que descendía en su dirección un extraño objeto blanco. Al acercarse intrigado, vio que era un globo con una carta atada a él. Quiso leerla, pero estaba en un idioma que desconocía. Lo poco que pudo notar es que había sido escrita por una niña pequeña. Siendo que la situación era un poco insólita (seamos honestos, no a todos nos sucede el hecho de encontrar un globo que salió de la nada con un mensaje ilegible, aterrizando específicamente frente nuestro), decidió pedir ayuda a sus amigos. Ellos compartieron la historia en las redes sociales para que alguien pudiera traducir el mensaje y descubrir quién era la dueña y qué había escrito.

Fue así que pudo descubrir que la carta estaba escrita en alemán, tenía por destinatario a Santa Claus y estaba firmada por una niña llamada Sophia que, aparentemente, tenía nueve años. La pequeña, que vivía en Austria, le contaba a Santa que soñaba con obtener un vestido de princesa de cuento de hadas, una carpa con forma de castillo medieval, una bufanda y un hoverboard para Navidad; además, pedía “mucho amor para todo el mundo, para que la gente” ya no discuta tanto.

Fue así que inició el plan para cumplir el deseo de Sophia

Al ver el listado de la pequeña, Amin decidió convertirse en su Santa Claus e inició una recaudación de fondos para comprar los obsequios a tiempo. Pero esta noble y aparentemente sencilla hazaña tenía algunas complicaciones: debían descubrir dónde vivía Sophia, conseguir el dinero para solventar los costos y todo eso antes del 25 de diciembre para que la niña pudiera obtener sus regalos en Navidad. “Todos mis amigos, de todas partes, incluyendo Moscú, rápidamente recaudaron el dinero”, afirmó orgulloso. Pero todavía debían saber quién era ella, y no estaban dispuestos a darse por vencidos, así que los usuarios de la red iniciaron una importante labor de detectives.

La pista fundamental para descubrir su identidad y paradero se encontraba en el globo, que tenía un sello del Museo de Oberndorf. Algunas personas se contactaron con el lugar, que les informó que aquellos globos habían sido liberados por niños que tenían por consigna escribir peticiones para Navidad. Así, consiguieron un listado de los participantes, encontraron los nombres de los padres de Sophia y pusieron manos a la obra.

Un sueño que trascendió fronteras

Finalmente, lograron escribirle a la familia de la niña. Fue una gran sorpresa para Stefan, el padre de Sophia, cuando un día recibió un mensaje en ruso en una red social que le contaba que el globo que su hija había lanzado días atrás había llegado sorpresivamente a otro país, donde personas desconocidas lo encontraron y estaban más que dispuestas a cumplir el deseo de su hija. Debe haber sido una sensación muy similar a la que tuvo Amin cuando descubrió ese mismo globo.

La familia de Sophia contribuyó a la causa aceptando aquella iniciativa con mucha alegría, así que los flamantes Santa Claus de la pequeña pudieron comprar y enviar las peticiones a tiempo ¡Y hasta contrataron un Santa actor para que le llevase los obsequios!

Un sueño que se volvió muy popular

Tanto medios de Austria como de Rusia se mostraron muy interesados en cubrir la historia de la pequeña y el globo de los deseos. Sophia, al ser entrevistada, les dijo a los medios locales que aquella experiencia la había hecho querer aprender ruso. También reveló que definitivamente enviará otro globo con deseos navideños el próximo año para ver dónde termina. ¿Quién sabe? Si sus deseos se cumplieron una vez, tal vez pueda volver a suceder.

Esta noticia trascendió las fronteras de los dos países y se volvió noticia mundial porque, más allá de que un globo logró viajar más de 2 332 kilómetros sin explotar, que ya es un hecho sorprendente que sobrepasa toda lógica, la historia puede demostrarnos que la magia sí existe. Esta no se encuentra en las hadas ni en lámparas mágicas, ni mucho menos en Santa Claus, sino que se esconde en la bondad de las personas como las de esta historia, que se unieron desde distintas partes del mundo para volver el deseo de una niña realidad.

¿Crees que los sueños pueden hacerse realidad? No dudes en dejarnos en los comentarios algún deseo que tengas. ¿Quién sabe? Quizás alguien que lo lea quiera cumplirlo para ti.

Comentarios

Recibir notificaciones