10 Elementos tóxicos usados en productos de belleza que quedaron atrás (y una consecuencia actual)

Mujer
hace 1 año

Cómo luces, cómo te sientes luciéndolo y qué tanto está de moda, son las características que mueven a las personas a decidir por tal o tal look. A lo largo de la historia, el uso de ciertas telas, colores, combinaciones y códigos, ha cambiado en la vestimenta y en el maquillaje. Y al igual que en todo avance humano, existieron algunos errores al fabricar ropa y productos de belleza que hoy en día sabemos que contenían elementos peligrosos o tóxicos. Encontramos 10 elementos de lo que hoy podríamos considerar como moda tóxica, y como bono, añadimos un último punto con uno de los grandes problemas que al hacer prendas de vestir estamos trayendo al mundo.

¿Cuáles detalles son los más importantes para ti al adquirir una prenda de vestir o maquillaje?

1. Faldas inflamables

En el siglo XIX, las mujeres utilizaban faldas con miriñaque (armazón de metal) y encima portaban delicados vestidos de algodón y tul, por lo que eran un peligro de incendio andante. Esto ocurría porque al transitar por los hogares, rozaban sus telas con chimeneas, velas y lámparas de aceite, elementos de la época necesarios para emitir luz y calor.

2. Calcetines con tintes de anilina

La anilina es una sustancia que se considera tóxica e inflamable, se usa como disolvente y para fabricar colorantes. Así que en la antigüedad era común que los calcetines utilizaran este elemento, pero se descubrió que provocaba inflamación en los pies, llagas y cáncer de vejiga.

3. Maquillaje con plomo

Hasta el siglo XIX el maquillaje con plomo era muy popular y se conocía como “cerusa veneciana” o “espíritu de Saturno”. Su fabricación consistía en disolver plomo blanco en vinagre para crear una sustancia que se aplicaba a la cara como una máscara. El polvo hecho con óxido de plomo también se hizo muy conocido. Este polvo dañaba los nervios de las muñecas, por lo que las mujeres no podían levantar las manos.

4. Peinetas de celuloide

Para decorar el cabello, en el siglo XIX las mujeres solían utilizar peinetas de celuloide. El celuloide es un plástico a base de nitrato de celulosa y alcanfor. Esta sustancia plástica adquiría la forma deseada antes de endurecerse. Pero tenía un problema, y es que al calentarse demasiado podía explotar.

5. Sombreros con mercurio

En los siglos XVIII y XIX, muchos sombreros de fieltro para hombre estaban hechos a partir de pieles de liebre y conejo. Para que estas pieles se mantuviesen unidas y formar el fieltro, los sombrereros las cepillaban con mercurio. La larga exposición a este metal se acumula en tejidos y órganos y provoca “mercurialismo”, una enfermedad que resulta en problemas neurológicos y produce temblores, espasmos musculares o nerviosismo.

6. Delineador con antimonio

Las mujeres de la antigua Grecia y Egipto usaban productos de belleza con antimonio, una sustancia química altamente tóxica. Este producto se solía usar como un cosmético para ennegrecer las cejas y las pestañas. Sin embargo, existen muchos riesgos para quienes se exponen a él, como problemas en la piel, en el tracto digestivo y la respiración, entre otros efectos adversos para la salud.

7. Depilación con veneno

A finales del siglo XIX se produjo la breve moda de usar acetato de talio como método de depilación. El químico se utilizó como una crema depilatoria comercializada para la eliminación del vello corporal. El talio es intensamente tóxico, de hecho era frecuente su uso como veneno para matar ratas. El escándalo que hubo a propósito de esta crema fue una de las primeras acciones contra la venta de productos tóxicos. En los años 20 y 30, después de una serie de incidentes, el talio fue reconocido como un producto tóxico.

8. Obleas de arsénico para la piel

En el siglo XIX, las personas de clase alta en Estados Unidos y en Europa, consideraban como sinónimo de belleza una piel pálida y unos ojos grandes. El look, similar a un rostro enfermo, fue muy popular y las mujeres usaban obleas de arsénico para remover espinillas y limpiar el rostro de manchas solares.

9. Cosméticos con radiación

A principios del siglo XVIII la radioactividad fue la novedad en cosméticos y productos de aseo. En Francia y Londres, marcas de renombre la utilizaban en sus labiales, polvos de rostro y cremas. Por falta de conocimiento se creía que la radioactividad era energía, y podía eliminar manchas, arrugas y marcas en la piel. Tras su uso, empezó a presentarse una enfermedad denominada “radionecrosis”, relacionada con el uso de estos cosméticos.

10. Nueces de roble

Para blanquear sus dientes, las geishas japonesas utilizaban raspadura de nueces de roble con vinagre. Aunque aún se le adjudican propiedades naturales blanqueadoras al vinagre de manzana, gracias a su alto contenido ácido, también se ha relacionado con daño permanente en el esmalte del diente y exposición a las caries.

Bono: el teñido textil

Si bien el uso de químicos tóxicos para teñir telas es prácticamente nulo, el proceso de teñido a nivel global atrajo otro gran problema que nos afecta a todos: contaminación del agua. La industria textil usa al año de seis a nueve mil billones de litros de agua. Y ante una crisis del agua como la que existe, el gran problema es que esta agua queda completamente inutilizable.

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