9 Cambios en el cuerpo femenino tras dar a luz que muchas mujeres no cuentan o los desconocen

Después del nacimiento de un niño, por regla general, se presta la mayor atención, tanto por parte de los médicos como de numerosos familiares, al nuevo miembro de la familia. Y mientras esto pasa, ocurren cosas asombrosas en el cuerpo de la madre, en ocasiones, agradables, otras no tanto.

Genial.guru intentó averiguar qué cambios ocurridos durante el embarazo pueden permanecer en el cuerpo de una mujer toda la vida.

Aumenta la talla de los zapatos

Los investigadores midieron las piernas de casi medio centenar de mujeres durante el embarazo y seis meses después de dar a luz. En este período, la longitud del pie aumentó entre 2 y 10 milímetros. Según las estadísticas, el 70 % de las mujeres que tienen un bebé se enfrentan a este fenómeno. Al mismo tiempo, solo es el primer hijo el que afecta a la talla del calzado.

Se estima que el aumento del pie responde al hecho de que durante el embarazo el cuerpo produce la hormona relaxina, la cual, hace que las articulaciones y ligamentos sean más flexibles. Cuestión que, quizás, afecte también los pies.

Si el bebé es grande, la caja torácica puede expandirse

Puede sonar extraño, pero esta observación fue aportada por cuatro mujeres en una entrevista para The Cut. Según ellas, la diferencia entre lo que fue y se ha convertido implica aproximadamente una talla más de ropa.

Las caderas se hacen más anchas

La hormona relaxina, mencionada anteriormente, relaja los ligamentos en el área articular de los huesos pélvicos, debido a que las caderas se ensanchan. Esto es necesario para que el parto vaya bien. En algunas mujeres, poco después del nacimiento del bebé, todo vuelve a la normalidad, pero en la mayoría, se registra una expansión pélvica significativa.

La mujer puede sentir a su bebé moverse en su vientre

En los primeros meses tras el nacimiento del bebé, la mujer puede sentir pataditas “fantasmas” en su vientre. Esto ocurre debido a calambres musculares y formación de gases, o bien porque el útero continúa contrayéndose por reflejo. Tales “pataditas” a menudo asustan a las madres primerizas porque piensan que han vuelto a quedarse embarazadas.

Por regla general, este tipo de sensaciones desaparecen pocos meses después del parto. No obstante, algunas mujeres afirman que sienten los movimientos de un bebé inexistente también muchos años después del nacimiento verdadero.

El cabello y los ojos pueden cambiar de color

Una especialista en partos de California afirma que el embarazo puede cambiar el color del cabello e incluso de los ojos de la madre. Ella relaciona esto con el juego de las hormonas, en particular, la melanina. Para algunas, estos cambios en la apariencia son solo temporales, mientras que para otras acabarán siendo permanentes. Existen casos para nada escasos cuando, después de dar a luz, las mujeres, literalmente, registraban la aparición de numerosas canas.

Cambian los gustos por la comida

Después del parto, los gustos por la comida pueden cambiar drásticamente: en vez de lo dulce, las mujeres, a menudo prefieren picante y viceversa. La razón de esto sigue siendo la misma: el nivel hormonal está cambiado en la mujer y nadie sabe de qué manera este cambio afectará al comportamiento de la nueva madre.

Aumenta la sudoración

La mayoría de las mujeres experimentan una mayor sudoración tras dar a luz. Por norma, esto se manifiesta en forma de ataques repentinos, los cuales, se producen durante la noche. Esto es así a consecuencia de una disminución en los niveles de estrógeno en sangre. Es un proceso natural, aunque en algunos casos puede responder a una alteración del funcionamiento de la glándula tiroides.

Aparecen alergias en algunas mujeres

Por desgracia, encontramos muy pocos estudios sobre la aparición de alergias en madres primerizas, por lo que resulta difícil a los médicos citar las causas de tal fenómeno. Se estima que durante el periodo de gestación, el sistema inmunitario suprime cualquier reacción a los estímulos para que la mujer pueda llevar a su bebé dentro sin complicaciones. Tras su nacimiento, el cuerpo deja de hacer esto y literalmente “busca” las cosas a las que pueda reaccionar: pueden ser alimentos e irritantes externos, como por ejemplo, la lana o la pluma.

Los tatuajes pueden deteriorarse

Los que se ven especialmente afectados son los tatuajes en el vientre, lo cual responde a la lógica previsible. No en vano, los efectos del embarazo también pueden alterar tatuajes en otras partes del cuerpo: caderas, pectoral, senos, antebrazos, espalda y cualquier otro lugar corporal donde aparecen las estrías.

A nuestra redacción le sorprendió mucho que se hayan realizado tan pocos estudios en relación con los cambios en el cuerpo femenino tras el parto. Subsanemos este error: cuéntanos qué cosas extrañas o inusuales notaron tú o tus amigas en su cuerpo tras dar a luz a un bebé.