La razón por la que en las bolsas de pantalones de mujeres suele no caber ni el celular

Mujer
hace 1 año

¿Te has encontrado en esa situación en la que intentas meter tu celular o tu cartera en la bolsa del pantalón y no cabe? Es probable que el bolsillo que intentas usar haya sido hecho en jeans para mujeres. Esto es debido a que a lo largo de la historia, los bolsos de esta prenda han evolucionado de una manera en la que se quedaron como un adorno para el caso de la ropa para mujer, y en algo funcional para la de hombre.

¿Qué cosas no has podido llevar contigo porque es imposible meterlas en el pantalón? ¿Qué piensas de que estos bolsillos no sean funcionales en los pantalones de mujeres?

Parece ser un tesoro para las mujeres cuando encontramos bolsillos en nuestras prendas, más si en estos cabe, al menos, nuestro celular. Sin embargo, en la actualidad esta situación no suele ser frecuente.

En el pasado, en la época medieval, los bolsillos comenzaron como algo extra a la ropa, ya que estos se ataban a la cintura y se colocaban por debajo de la vestimenta. En ese entonces, tanto hombres como mujeres llevaban este tipo de accesorios para cargar con lo que necesitaran.

A finales del siglo XVII la historia cambió, pues los bolsos comenzaron a coserse directamente en pantalones, chaquetas, abrigos y otras prendas hechas para los hombres. En el caso de la ropa de mujer, todo continuó igual, y las llaves, anteojos, perfume, dinero y otros objetos se quedaron en donde estaban: en ese accesorio externo.

Posteriormente, se inventó el chatelaine o cinturón, que era justamente una especie de cinturón con ganchos del que colgaban los objetos que necesitaran llevar, así, al aire libre. Este artefacto pronto se descontinuó e incluso se convirtió en una burla.

La vestimenta considerada femenina cada vez se ajustaba más al cuerpo, por lo que aquellas faldas ya no dejaban espacio para poder llevar el bolso escondido. Por ello, se comenzaron a llevar las ya conocidas carteras.

En 1891 se fundó la Rational Dress Society que hizo un llamado a las mujeres para portar prendas más holgadas con las que pudieran moverse con libertad, utilizando pantalones para hacer actividades como andar en bicicleta. En ese entonces, las prendas de hombres podían tener hasta 15 bolsillos.

Aunque en el siglo XX los pantalones fueron una batalla ganada para las mujeres, no ocurrió lo mismo con los bolsillos, que para ese momento se habían situado como un factor que mostraba más de la desigualdad entre hombres y mujeres, pues ellos podían moverse con libertad, sin tener que ocupar sus manos o brazos con un bolso, y con la privacidad de traer sus pertenencias en el interior de su ropa.

Ellas, por otro lado, tenían diminutos bolsillos que solo reafirmaban aspectos como que ellas no tenían bienes que guardar, o que no eran personas independientes. En este punto, solo recordemos cuántas veces hemos dejado el bolso en casa y en su lugar le hemos tenido que pedir a un amigo, novio o familiar hombre que nos guarde el celular o la cartera.

“Los bolsillos y sus contenidos nos dan una idea de cómo las mujeres pueden poseer, usar y pensar sobre las posesiones materiales y, con esas posesiones, habitar y negociar el mundo social y económico”, se puede leer en un artículo del Victoria and Albert Museum.

A lo anterior solo queda añadir la opinión de Christian Dior que Paul Johnson cita para una columna en The Spectator: “Me dijo en 1954: ’Los hombres tienen bolsillos para guardar cosas, las mujeres para decorar’”. Esto nos da una amplia visión sobre el trasfondo que hay en nuestros pequeños bolsillos o en esos que solo están dibujados, pero que se encuentran sellados.

En ese mismo escrito, el autor apunta que estos espacios útiles se negaron porque “se argumentó que ya tenían cuatro protuberancias externas, dos senos y dos caderas, y un bolsillo para dinero dentro de su vestido sería un quinto desgarbado”.

Es así que, para poder cargar nuestros objetos básicos, como puede ser la cartera, celular y llaves, las mujeres debemos cargar con algo extra, lo que resulta conveniente para el mercado mundial de bolsos de 56 mil millones de dólares.

Un estudio que se realizó en 2018, en el que se consideraron los bolsillos en pantalones de hombres y mujeres de 20 populares marcas en Estados Unidos, nos muestra en números algo que hemos visto en la práctica, pues encontraron que:

  • Una billetera de tamaño promedio no cabe en el 60 % de los pantalones de mezclilla de mujeres, pero sí en el 100 % de los de los hombres.
  • Una mano promedio de mujer cabe solo en el 10 % de los bolsillos de mujeres, mientras que cabe en el 100 % de los bolsillos para hombres.
  • Los bolsillos de los jeans de mujer son 48 % más cortos y un 6.5 % más estrechos que los de los hombres.
  • La mayoría de los celulares no caben en los bolsillos de jeans de mujeres, pero sí en el 100 % de los de hombres.

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