Por qué en los desfiles se ve ropa que nadie usaría (y 10 secretos que demuestran que la pasarela es un mundo aparte)

Seguramente, al ver un desfile de moda, muchos terminan más confundidos que cautivados, ya que no entienden por qué las prendas son tan complicadas ni la razón por la cual las modelos caminan como si se hubiesen levantado con el pie izquierdo. Pero si algo debemos aprender es que, en su mayoría, ver un desfile es como apreciar un museo de arte: tal vez no lo entendamos al primer vistazo, pero cuando aprendemos a contemplar la visión del artista, lo terminamos amando.

¿Prefieres ver modelos sonrientes?, ¿o crees que sus rostros serios son mejores para lucir la prenda?

1. Un rostro serio vende más una prenda que una cara feliz

Tal vez suene poco amistoso decir que un rostro serio es mucho más elegante que uno sonriente, pero para la industria de la moda, así es. Y volvemos a decir, esto sucede solo en la pasarela, pero en la vida diaria, la sonrisa funciona mejor que el maquillaje para embellecer un rostro. Según algunos profesionales de la moda, esto se debe a que, al desfilar, el rostro de la modelo no debe quitarle el protagonismo a la prenda: “Lo que quieren es mostrar la ropa, y no nuestras caras. Si sonreímos, la atención se focaliza en nuestros rostros, y no en la ropa”.

Además, aunque en un comercio de indumentaria apreciemos la simpatía de los empleados, para las grandes marcas, que quieren crear distancia social para mostrar estatus, tienden a actuar de manera opuesta a eso y prefieren contratar vendedores con rostro neutrales

Pero esto no es idea solo de las empresas. Un estudio combinó caras con expresiones neutrales y artículos de lujo, y evaluaron si la interacción entre las expresiones faciales de los vendedores y el tipo de producto afectaba las valoraciones del mismo por los clientes. Los resultados mostraron que las expresiones faciales neutrales de los modelos comerciales y los asistentes de ventas aumentaron la distancia social percibida, mejorando aún más las valoraciones de los artículos.

2. En realidad, los rostros inexpresivos son una costumbre bastante reciente

Aunque estemos acostumbrados a ver rostros en pasarela —que parecen no reírse ni con un chiste del Chavo del 8—, hace décadas, las modelos sí sonreían en los desfiles. Para los profesionales, la moda de rostros inexpresivos es en realidad relativamente reciente. Antes de la década de los 60, las bellas mujeres desfilaban las prendas luciendo también una sonrisa en sus rostros, hasta la llegada de modelos como Brigitte Bardot y Jane Birkin.

3. La industria de la moda se ha adaptado mucho a los nuevos estándares de belleza

En realidad, pensar que las modelos que desfilan son el tipo de belleza que toda mujer quiere ser es un pensamiento algo anticuado. Las personas que trabajan en esta industria afirman que los diseñadores “quieren los rostros y cuerpos más neutros posibles para mostrar su trabajo en las pasarelas. Ya no ven a las modelos como un ideal de belleza”.

Además de mostrar todo tipo de rostro, la moda se ha ajustado a los nuevos estándares de color de piel y variedad de tallas en los que la sociedad finalmente puede sentirse identificada. Incluso, según un estudio, las modelos de talla grande están teniendo cada vez mayor impacto en las redes sociales.

4. Las aspirantes a modelos profesionales deben vivir en departamentos muy apretados

Normalmente, las modelos que trabajan en agencias deciden viajar a otros países por meses o años para expandir sus oportunidades de crecimiento, así que normalmente suelen acomodarlas en departamentos compartidos con otras modelos. Sin embargo, estos lugares no son tan geniales como los que se ven en America’s Next Top Model; de hecho, son mucho menos glamorosos.

Algunos incluso pueden estar infestados de insectos, y aunque las modelos duerman en incómodas literas o sofás, las agencias no les prestan el lugar, ellas deben pagar por el alquiler del sitio mientras vivan allí, el cual será descontado de su sueldo.

5. Deben prestar atención a la ropa interior que usan

Así como nadie usaría un sostén negro debajo de una camisa blanca sin la intención de que sea visible, las modelos a la hora de hacer un casting deben tener cuidado para que la ropa interior no arruine la buena imagen que quieren causar.

La solución es llevar ropa interior de color nude, que se adapta a todo tipo de prenda. También tienen especial cuidado de que el sostén no sea ni muy ajustado ni muy suelto, ya que debe acomodarse perfectamente a su cuerpo. Al parecer, por muy hermosas que sean, no alcanza con ponerse un vestido bonito y salir a conquistar corazones, al menos no para la industria de la moda.

6. Cada seguidor en redes sociales cuenta

A la hora de asistir a los castings, es normal que las empresas les pidan a las modelos enlaces a sus redes sociales. Y esto no es para ver sus publicaciones y fotos, sino para controlar cuántos seguidores tienen. Las modelos con más seguidores tienen más oportunidades de ser seleccionadas, así que deben preocuparse mucho por tener redes sociales populares, algo así como ser influencers, aunque solo quieran ser modelos.

7. ¿Qué hacen si tienen el período durante un desfile?

La mayoría de las mujeres tienen una anécdota de la llegada del período menstrual en un momento inoportuno, ya sea mientras se usaba un pantalón blanco o en plenas vacaciones antes de saltar a una piscina. En fin, no es agradable cuando eso sucede, pero siempre hay una forma de adaptarse.

Lo mismo pasa con el mundo del modelaje: si una modelo tiene la sorpresa de la llegada de su período el día en que debe caminar en la pasarela o hacer una sesión de fotos, no puede renunciar a usar ajustadas vestimentas o trajes de baño, si es la ropa que debe usar. Así que prefieren llevar tampones y prestar especial atención para que el hilo del mismo no se asome fuera de la ropa.

8. En la pasarela, caminar no es fácil ni mucho menos cómodo

Los zapatos de las modelos pueden lucir muy bien, pero usarlos no es tan bonito. No es como si los encargados de vestirlas le dieran mucha importancia a cómo les quedan. No hay pruebas de calzados, así que cuando llega el día de trabajo, pueden terminar con zapatos muy grandes o muy pequeños. Para usarlos, pueden necesitar algo de ingenio, como envolverlos en cinta para que no se caigan, si son muy grandes, o lograr que entren, si son muy pequeños:

• “Proporcionar zapatos de la talla incorrecta es un gran problema en la industria (...). Terminas caminando de forma poco natural porque se te entumecen los pies”. Por si fuera poco, algunas modelos incluso se han visto obligadas a tomarse un descanso del modelaje de pasarela debido a lesiones sufridas por caídas causadas por calzado incómodo.

9. De hecho, con zapatos cómodos o no, caminar en pasarela requiere de mucha práctica

Muchos podrían decir: “Oye, ¿es que no aprendieron a caminar de bebés? ¿Qué tan difícil puede ser?”. Pues bueno, caminar en una pasarela es como bailar, requiere un ritmo y elegancia que no se consiguen a la primera. Además, cuando hay incómodos zapatos de por medio o un atuendo pesado, las modelos deben esforzarse mucho para hacerlo ver natural. Por eso, hasta las modelos más reconocidas deben practicar, y no solo caminando en el piso, sino también en una cinta de correr y con tacones, si es necesario.

10. ¿Por qué en los atuendos de pasarela se ve ropa que nadie usaría?

Es normal, al ver un desfile, contemplar una prenda que nos hace pensar: “¿Quién rayos se pondría algo así para salir a la calle?”. Pero, en realidad, estas prendas tan raras que parecen hechas para extraterrestres no se hicieron para venderse en comercios. Para los diseñadores, la moda no es simplemente “bonita”, la moda es arte. Así que, cuando veas un desfile en el que hay ropa que nadie en su sano juicio usaría, ya sabes que lo que estás viendo en realidad es una exposición de arte.

Pero tranquilo, también existen los desfiles de moda prêt-à-porter, los cuales son de ropa puramente comercial que se vende en locales y nos indican cuáles serán las tendencias de la próxima temporada.