10 Consejos para mejorar la relación con tu ex cuando hay hijos en común

Pareja
hace 3 años

Lastimosamente en la vida real los cuentos de hadas con castillos mágicos y un enorme “felices por siempre” se cumple sólo en algunos casos, y vale la pena aclarar que en aquellas ocasiones no todo juntos es "siempre felices”; sin embargo, a lo largo de la historia se ha hecho más frecuente que el rey y la reina decidan separarse motivados por diferentes situaciones, independientemente de que haya un principito o princesita en común.

Genial.guru te invita a reflexionar frente a este asunto y a recordar que el vínculo que tienen en común los une de por vida inevitablemente, por ello esfuérzate por mantener una relación amena con tu ex, estos consejos te pueden ser útiles; compártelos con él o ella y trabajen en conjunto.

1. Recuerda que estás divorciado pero tu hijo existe. Por más problemas que hayas tenido con tu ex, no olvides que ese ser, que es el amor más grande de tu vida, irreemplazable y único, al que llamas hijo, está junto a ti porque tu ex se confabuló contigo para crearlo. Así que en honor a ese gran proyecto que hicieron los dos, en su momento con mucho amor, serénate y date la oportunidad de crear una fuerte amistad entre ustedes.

2. Piensa en que debes ser un buen ejemplo para tu hijo, es un gran aliciente. Actuar con justicia, cariño e integridad y transmitirlo a tu hijo, no sólo incluye enseñarle con palabras los buenos modales, el amor propio, el respeto por sus semejantes, etc. También tiene que ver con la acción misma, el ejemplo que le brindas al tener buenos modales con tu ex, respetarlo y quererte a ti mismo porque no te haces daño poniéndote furioso y estallando con palabrotas cuando tu ex no hizo algo que querías que hiciera o, simplemente, te llevó la contraria. Qué mejor ejemplo para tu pequeño que tratar con justicia, cariño e integridad a su progenitor.

3. Que te motive tu independencia y tu paz. Respira con tranquilidad, ya no están compartiendo una vida juntos y todo lo que eso implica porque así lo decidieron; ya seas tú, o tu ex, o ambos. No tienes que pensar en los quehaceres conjuntos de la casa, cada quién se las arregla como puede sin afectar al otro; o en los presupuestos interminables de cada mes, ahora los gastos van por mitades (o por lo menos es lo ideal); o en las discusiones inevitables a causa de los celos, la rutina, la inconformidad o cualquier otra razón; y lo más importante, ya no tienes que pensar en la preocupación tan intensa que te causaba el hecho de darle un espectáculo a tu hijo cada vez que alguna de las situaciones mencionadas se convertía en un detonante para el caos en tu hogar.

4. No olvides que alguna vez lo amaste con intensidad. Y no sólo tiene que ver con recordar los buenos momentos que vivieron juntos, sino con no olvidar que alguna vez le profesaste amor profundo a ese individuo que te regaló a tu pequeño. Así en la actualidad ese amor esté apagado, alguna vez existió; así que date crédito, si lo amaste por algo sería, confía en ti y empieza a apreciarlo como lo que ahora es en tu vida, tu cómplice en la crianza.

5. Comprende que ya no son pareja, no pretendas cambiar a tu ex. Jamás busques que se convierta en la persona que para ti es el ideal de padre o madre. Equivocadamente, algunos individuos suelen pensar que pueden cambiar a su pareja por alguien más adecuado para sus vidas, de acuerdo a sus propias necesidades y gustos, lo cual de por sí ya es un error. Ahora, tanto más si lo que pretendes es modificar la forma de ser de esa persona que ya no es tu pareja, no te desgastes, eso nunca pasará; si no ocurrió antes, ¿por qué va a suceder ahora? Y no porque tu ex sea malo o tú seas el villano, sino porque cada ser tiene su esencia, con defectos y virtudes, y es algo que no se puede modificar.

6. Permite que tú y tu ex estén en el mismo bando en la educación de tu hijo, no te conviertas en opositor. Hablar mal de tu ex y que tu hijo se entere puede hacer que el equipo en la crianza se desintegre y así mismo los valores de tu pequeño. Para un niño no hay nada más gratificante que notar una relación filial entre su madre y su padre, les cuesta entender que no hay amor de pareja ni besos en los labios, pero les satisface observar que sus padres se respetan y que la opinión de ambos cuenta en su vida. Claramente, en ocasiones te enojarás con tu ex por estar en desacuerdo y querrás gritar y entrar en cólera, pero intenta controlar tus emociones y conversar en privado todo lo que necesites solucionar. No se trata de ponerte una máscara frente a tu hijo, se trata de interiorizar tu realidad y actuar con calma y respeto hacia todos los involucrados.

7. Evita recordar episodios que causaron enojo, dolor o tristeza; sana tu alma. No es aceptable guardar los momentos negativos, esos que ya son parte del pasado. Déjalos ir, no te contamines pensando en lo difícil que fue superar alguna situación causada por tu ex antes de la separación o incluso después de ella. No es sano. Eso no te permite fluir y evolucionar, ni te facilita entender que aún queda mucho camino por recorrer y que no debes negarle a tu hijo la posibilidad de tener papá y mamá a la vez, por el hecho de que experimentaste situaciones complicadas con tu ex tiempo atrás. Eso ya pasó y allá se debe quedar.

8. Comparte en familia alguna actividad ocasionalmente. No todo se debe resumir a “hoy te toca con tu madre” o “el fin de semana es para tu padre”. Salir los tres de paseo, a cenar, a compartir un enorme helado, al cine o viajar, no son actividades que debes dejar de lado sólo porque ahora están divorciados. Reiteramos, ese vínculo que tienen mutuamente es inquebrantable, siguen siendo familia y de esa manera deben actuar. Permite que estos encuentros se den en algunas oportunidades, esto te ayudará a reforzar la empatía que debes tener con tu ex y, sin duda, hará muy feliz a tu hijo.

9. Deja de lado la soberbia y acepta que ese personaje aún te importa. ¿Y cómo no?, si eres de carne y hueso. Es natural que en ocasiones te preocupes por el bienestar de tu ex, esto no necesariamente está relacionado con que aún lo ames, más bien ocurre porque fue la persona que permitió, junto a ti, que tu hijo exista y eso de manera automática los convirtió en familia. Los lazos filiales son irrompibles, así que, el afecto que tienes por tu ex no es algo que debas ocultarte a ti mismo, si lo haces estás provocando que por soberbia saques tus peores dotes y te defiendas agrediéndolo, lo cual no es necesario. Simplemente sé consiente de que es parte de tu familia y trátalo como tal.

10. Saluda, sonríe, charla, di gracias y despídete amablemente. Cuando coincidan porque papá va a llevar al niño al futbol o mamá saldrá de paseo con el pequeño, siempre procura saludar, no es un gran reto, y si lo haces sonriendo mucho mejor; aprovecha ese “hola, ¿qué tal tu día?” para conversar durante unos minutos acerca de tu hijo o del clima o la noticia del día. Cuando tu ex se despida y te desee un excelente día, manifiéstale tu agradecimiento manteniendo la sonrisa y di hasta pronto de manera amigable; incluso un beso en la mejilla puede funcionar. Aunque, es importante que hagas todo esto de corazón y no como un robot que está programado para actuar bien frente a su hijo, hazlo con sinceridad y la armonía llegará por sí sola a la vida de los tres.

Aplica estos consejos en honor a tu hijo, él se lo merece, tú te lo mereces… y, por qué no, tu ex también se lo merece, después de todo alguna vez fueron el rey y la reina del mismo castillo.

Foto de portada: Dunixa

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