7 Maneras de descubrir qué está sucediendo en la vida de tu hijo sin hacer la pregunta: “¿cómo estás?”

Psicología
hace 5 años

¿Cuántas veces, a la pregunta sobre qué ha pasado en la escuela tu hijo, este ha respondido “nada”, y a la pregunta “¿cómo estás?” ha dicho simplemente: “bien”? Los padres modernos estarían felices de pasar más tiempo con sus hijos y de hablar sobre cualquier tema con ellos, pero son los propios padres quienes tienen que aprender a hacerlo primero.

Genial.guru ha investigado este problema y quiere compartir contigo algunos trucos que aprendió.

Muchas veces, cuando le haces a tu hijo preguntas generales con la esperanza de tener una conversación constructiva, ocurre lo contrario. El niño no quiere compartir nada, y la conversación termina rápidamente y sin ningún resultado. No importa cuán trillado puede sonar, pero es necesario encontrar los temas de conversación y las preguntas sobre las que el niño tenga ganas de hablar.

Michael Parker, el autor del libro Habla con tus hijos sobre la ética y director del Colegio Oxley en la ciudad de Bowral, Australia, considera que hay que ayudar al niño a formar su propia opinión. Para esto, los padres tienen que hablar con los niños todo el tiempo, porque las oportunidades para estas charlas aparecen literalmente todos los días.

Parker cree que el niño debe ser un miembro de pleno derecho de los consejos familiares. No se le puede simplemente decir: “mira cómo tiene que ser”. Hay que razonar junto a él.

Hay muchas maneras de encender un debate con el niño. Para ayudar a los padres, existen métodos tales como:

  • hacer preguntas;
  • ofrecer puntos de vista opuestos como alternativa;
  • pedirle al niño que dé ejemplos de su propia vida;
  • introducir el sistema de los medio tonos (el mundo no está dividido en blanco, negro y gris, el gris puede ser gris claro, gris medio y gris oscuro);
  • permitirle al niño ponerse la “túnica del experto”.

Los padres necesitan expandir su reserva de frases que los acercan a sus hijos más que el banal “¿cómo estuvo tu día?”. Hay que hacer preguntas como:

  • ¿Cómo es tu opinión diferente de la que acaba de exponer tu hermana o hermano?
  • ¿Qué pasaría si todos hicieran eso?

Y la pregunta más importante es el simple “¿por qué?”. Se debe hacer con la mayor frecuencia posible.

El niño puede tener una opinión radicalmente diferente a la tuya. No entres en pánico. Es recomendable que los padres escuchen más a sus hijos en lugar de hablarles todo el tiempo. Debes ser un oyente activo, mostrar interés y, al mismo tiempo, hacer preguntas inductivas.

“Algunos de los temas han sido formulados de una manera bastante provocativa deliberadamente (por ejemplo, ‘¿tal vez los estudiantes no deberían hacer la tarea?’, o ‘¿la recaudación de los impuestos no es un robo?’). Esto se hace para estimular el debate”.

El autor sugiere darle el libro al niño y pedirle que elija un tema que considere interesante para debatir.

Estos son algunos de los 109 temas que atrajeron nuestra atención particularmente:

  • Robo con motivos benéficos
  • Copiar en la escuela
  • ¿Hay que pagar con la misma moneda?
  • ¿Cómo nace la mentira?
  • Mentir para salvar*
  • Las diferencias son algo normal
  • Los padres, los hijos y las reglas
  • La eutanasia
  • Los secretos
  • ¿Hace falta compartir?
  • La pena de muerte*
  • Las promesas
  • Los quehaceres domésticos

* temas para debatir con niños mayores

Los padres también deben recordar lo que no deben hacer en una conversación con el niño:

  • no hablar demasiado tiempo (de lo contrario será una conferencia, no un diálogo);
  • no contradecir de inmediato;
  • no terminar la conversación exponiendo una única opinión correcta.

El autor espera que puedas obtener mucha información útil del libro y que te inspire a tener interesantes debates con tus hijos.

¿Cómo hablas tú con tu hijo? ¡Compártelo en los comentarios!

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